Con educación

 

(Alfred Reginald Radcliffe-Brown)

Los brujos de la tribu siguen siendo casi los mismos por mucho Android que llevemos en los bolsillos. Si yo le digo a ustedes que la duda de esta semana la he rescatado de Radcliffe-Brown, A.R. es muy posible no solamente que me crean, sino que además presten consideración a lo que nuestro paisano y antropólogo Julio Caro Baroja decía de las brujas; pero siempre hemos sido así de rotundos ante la ignorancia: dicen que acudir a Radcliffe-Brown no es lo mismo que rebuscar en los papeles de don Julio Caro; figúrense entonces acudir a las fuentes de Goyo Tovar.

Los chamanes de esta moderna tribu que nos acoge, contempla y valora, tienen un sistema que ordena las diferentes tensiones culturales y obtiene un equilibrio social más o menos agradable en sus miembros. Por ejemplo, antes recogía a la población infantil y adolescente en edificios complicados, pero organizados en laboriosas diferencias que atendían a la edad, al número, a la capacidad de asimilación,… para que los pequeñajos adquiriesen el complejo conjunto de normas, lengua, valores y símbolos que les permitían acceder a la clase madura según las expectativas que la clase madura les había marcado. Para este menester -al acuerdo de los sabios progenitores y sus decisiones- no había mejor maquinaria que la institución escolar, que era mejor considerada cuanto más diversa se mostrase y más atención dispersa ofreciese.

Ya descubrieron los antropólogos que esta función también la realizaba con primor toda una galaxia de medios masivos de comunicación, que difundían lo que era bueno, amonestaban a los viciosos y sancionaban las desviaciones. Por regla general, este ejercicio necesitaba de menos brujos, otros trucos y una falta ostensible de control académico, lo que era compensable con un absoluto control mental y emocional de la población afectada. Así, lo mismo gastaban los dineros en comida basura que multaban a los que buscaban comida en la basura; también pregonaban lo zafio y había concursos que premiaban todo lo contrario a la escolástica.

Vosotras, vosotros,… tiernos padres de la generación que conoció una universidad casi universal, conoceréis -al peor quizá- la duda que, como chip, se incrusta hábilmente: ¿será posible educarse sin maestras diversas o sin profesores especializados?

Publicado en el semanario Avuelapluma )

Goyo

19-jun-12

Himno roto

 

La tarde es de junio cálido y revoltoso de vientos, de soles intensos y sombras que ennegrecen lo fresco. Pienso en un himno que pueda ser ilimitado, que no admita parcelas, que sea proindiviso. Desgraciadamente sólo conozco un idioma que me permite sacar los adentros.

Himno roto.

Hemos callado la voz del silencio,
y una luz lejana, de allá, nos anima.
Júntate conmigo, que nada me extraña,
que acepto compaña de quien se me arrima.

Sin espaldarazo, aspiro a ser noble,
soy persona dócil vestida en rebelde,
cultivo la duda al dormir la noche
y luego recojo la fruta del día.

Cántame lo mismo que ahora mismo canto,
rómpeme en cien cachos si me ves mintiendo

llámame tan pronto como necesites,

te echaré la mano que me deje el tiempo.

Donde voy, llevo la patria,
donde me esperan, me asiento,
navego en todas las tierras,
no me empujes mar adentro.

Goyo
17-jun-12

Poda en verde

 

Este señor -me refiero al señor Rajoy- dicen que anda ocupado él mismo y encargando a sus colaboradores el hallazgo feliz de la nueva terminología que calme tanto a mercaderes como a compradores. Y esta mañana, como aprendiendo las cosas que el campo enseña, he encontrado como una especie de remedio que deseo exponer por si le sirviese de ayuda al personal. Anticipo que la valía del método ya fue criticada por Bertrand Russell cuando afirmaba que una explicación de este tipo, una analogía,  lo mismo sirve para explicar todo que no explica nada.

Pues yo estaba lo que se dice podando en verde mi pequeño viñedo dispuesto en espaldera. En esta época, hay pámpanos que crecen malamente, roban nutrientes a los racimos infantiles e impiden después colocar las redes que preservarán las uvas de los pájaros. En la primera foto se aprecia cómo se desarrollan con desmesura algunas partes de la cepa; para el buen equilibrio de toda la planta, dicen que conviene recortar lo que sobresale para que el resto, y el fruto esencialmente, alcancen el desarrollo previsto.

Pues algo así puede utilizar ahora el populismo para convencer a la mediocre clase media de las bondades de los recortes: los brazos más salientes de la planta eran los hiperdesarrollados pámpanos sanitarios y educativos. Ajustándolos al tamaño recortado, no hacemos otra cosa que sostener sin eliminar y, a la vez, permitir que los frutos entren en sazón y engorden. O sea, que en realidad lo que hacemos es revitalizar la viña, darle un aire nuevo y ordenado, corregir los excesos y organizar que no vivan por encima de sus posibilidades. ¿ Comprenden ?

 

 

Supongo que no hará falta explicarles para quién serán los frutos, y que deben entretenerse buenamente con los juegos semánticos que permiten las palabras en negrita.

Para todo lo demás, ustedes mismos aprenden y saben.

Goyo

12-jun-12

El verbo

Parece que la palabra sigue siendo una de las herramientas que nos facilita la comunicación. Digo parece, porque las personas que buscan sensatez en lo que oyen y desean seguir aprendiendo de quienes se fían encuentran hoy problemas más complejos que los que hemos vivido hace una década.

Si bien es verdad que los idiomas se erosionan con el uso, también es cierto que se rejuvenecen con las nuevas necesidades y se recrecen con las adaptaciones.

Hoy, por ejemplo, la palabra «rescate» tiene tal ajetreo, que me temo que terminará gripando sus últimos rodamientos. Ya está muy lejos la idea salvadora, liberadora de una situación donde la voluntad del secuestrador aprisionaba cuerpo y espíritu.

Ahora resulta que la inmensidad de los negocios bancarios tienen como capital -en lugar de billetes o plata- ladrillos o sitios donde poner ladrillos. Extraña muestra de riqueza que ya no puede ser cambiada por ese prodigioso papel que llamamos billete. Y mira que la cuenta estaba clara; fue en 2008 cuando anuncié que los cálculos afirmaban que, de seguir el ritmo constructivo de la época, allá por el 2013 tendríamos -teóricamente- en nuestra España, tantas casas como personas. Aquello requería un freno administrado tanto por los gobiernos como por los prestamistas.

Ya estamos atiborrados de chalecitos, urbanizaciones y promociones que llenan los despachos de los abogados, de los ayuntamientos, de las familias y de los bancos. Prisioneros, pobres y sin que nadie sepa dónde están los billetes, algunas administraciones y algunos bancos carecen de eso que llaman liquidez, de pasta corriente, de dinero contante y sonante.

Y aparecen entonces nuestros compadres europeos facilitando lo que -según cálculos espesos y oscuros- podrá ser la salvación, o rescate, o ajuste, o recobro, o garantía, o ayuda, o redimo, o auxilio,… y si quieren seguir jugando podrán llegar a encontrar el término que mejor concuerde con sus ganas de entender la cosa.

Nuestro gobierno está tan empleado en la búsqueda, que ya ha levantado la copa como si de un triunfo se tratase, a la vez que tiene como encargo encontrar la feliz expresión que descontamine el asunto del vocablo que entre todos excelsamente construimos: trampa.

 

Goyo

11-jun-12

 

Rodrigo Rato y yo

 

 

Este es mi post mil uno. Creo que los dos personajes del título merecen un momento de reflexión, que deberá ser tomada desde las grandes distancias. Sobre todo porque el señor Rato dista una enormidad de donde yo estoy y permanezco. Por ejemplo, Rodrigo Rato no ha escrito ningún post ni yo he dirigido algo parecido a una entidad bancaria o financiera. Le llevo más de mil posts de distancia, que en el universo dospuntocero son como siete años luz. Aunque la humanidad no dispone aún de instrumento preciso, la distancia entre el capital de Rodrigo Rato y el de Gregorio Tovar es de varios millones de euros.

Como ustedes están habituados a otras magnitudes, paso ahora explicarle la cosas al modo que les sea de mejor comprensión. Según los científicos, la Vía Láctea tiene como trecientos mil millones de estrellas y que una de ellas es ese Sol que sale todas las mañanas para Don Rodrigo. Esa misma gente que tanto sabe, nos dice que dentro de cuatro mil millones de años la tal Vía Láctea y la galaxia Andrómeda se fusionarán de manera parecida a como hoy lo hacen las cajas. El motivo de tal acercamiento no es otra cosa que al acercamiento mutuo debido a procesos gravitatorios que ejercen incluso las materias oscuras que tanto rodean a una y a otra.

Del milagroso resultado de las fusiones, se funden -como su propio proceso obliga- los plomos de los ahorradores, aunque -siempre, según los expertos- la constelación resultante sea más luminosa. Que que si alguno de nosotros percibe que su dinero pasa a ser de acción preferente, no es otra cosa que las ramas de tu árbol no te dejan ver el inmenso bosque.

Notaréis lo bendito de la Astrofísica para comprender la Economía. Deberéis entender entonces eso que acaba de decir el jefe de nuestro gobierno: «España no se encuentra al borde de ningún precipicio«,… posiblemente será porque estamos cayendo a velocidad astronómica.

 

Goyo

02-jun-12

España en marcha. (España se endereza)

 

 

Se nos decía y explicaba que no había cosa mejor para la Economía de un país que dejar los asuntos monetarios y financieros a gestores de la derecha ya que, en manos de la izquierda, lo que si acaso se asegura es una distribución manirrota. Este supuesto pseudoideológico es de uso común incluso en facultades de las llamadas Ciencias Económicas. (Aprovecho de nuevo la ocasión para rogarle a todos los premios Nobel de Economía, incluido Krugman que devuelvan sus medallas. Y al Instituto Karolinska que recorte presupuesto y no vuelva a conceder premio por este asunto hasta que el hambre se haya convertido en apetito. Debería instaurarse el Nobel de Educación.)

Volviendo a estos sitios nuestros, observo ya agotado y envejecido el argumentario españolespañol de la “herencia recibida”, y también contemplo cómo surge el ungüento balsámico sustitutorio el “habrá que darle un tiempo a este hombre”; este hombre es cualquiera de los populares remozados tras el 20M o el 20N, con independencia de que llevasen una o más legislaturas gobernando. Y así nos debe parecer natural, correcto y educado, conceder repetidas dosis de cien días de espera antes de avinagrar críticas.

Y luego dicen los chivatones que el señor Presidente del Gobierno dispone de la asesoría cotidiana de más de medio millar de cerebros, que si son tantos y variados, debe ser difícil digerir tamaña información; y, si fuesen igualmente numerosos pero semejantes en sugerencias, cabría pensar que el señor Rajoy gusta de los consejos por triplicado, al menos, y bien valdría recortar empachos.

Así ahora nos explican que el cerebro mejor catalogado para la gestión de la Economía y otrora manoderecha y preferido por Aznar, acaba de ejemplarizar el fracaso más inclinado. Director Gerente del FMI hasta 2007, que este hombre de tan sabia experiencia se haya dejado caer Bankia, concede valía de tesis al primer párrafo de este post; no vale ahora decir que es que el edificio estaba ya desplomado.

En este recetario de gobernantes diestros y derechos, otros variados ejemplos podrá encontrar en gobiernos autónomos como el valenciano o el madrileño; pero como esto del “habrá que darle tiempo” también acabará pronto, yo me atrevo a descifrar que en el verano vamos a estrenar nuevo slogan explicativo: “España se endereza” que, aunque no tenga la alcurnia de aquel “España va bien” nos podrá recordar a algo tetosterónico, cosa ocurrente y catalana del señor Monago.

Porque acudir al “España en marcha” me parece que es de mucho morro.

 

Goyo

20-may-12