Rodrigo Rato y yo

 

 

Este es mi post mil uno. Creo que los dos personajes del título merecen un momento de reflexión, que deberá ser tomada desde las grandes distancias. Sobre todo porque el señor Rato dista una enormidad de donde yo estoy y permanezco. Por ejemplo, Rodrigo Rato no ha escrito ningún post ni yo he dirigido algo parecido a una entidad bancaria o financiera. Le llevo más de mil posts de distancia, que en el universo dospuntocero son como siete años luz. Aunque la humanidad no dispone aún de instrumento preciso, la distancia entre el capital de Rodrigo Rato y el de Gregorio Tovar es de varios millones de euros.

Como ustedes están habituados a otras magnitudes, paso ahora explicarle la cosas al modo que les sea de mejor comprensión. Según los científicos, la Vía Láctea tiene como trecientos mil millones de estrellas y que una de ellas es ese Sol que sale todas las mañanas para Don Rodrigo. Esa misma gente que tanto sabe, nos dice que dentro de cuatro mil millones de años la tal Vía Láctea y la galaxia Andrómeda se fusionarán de manera parecida a como hoy lo hacen las cajas. El motivo de tal acercamiento no es otra cosa que al acercamiento mutuo debido a procesos gravitatorios que ejercen incluso las materias oscuras que tanto rodean a una y a otra.

Del milagroso resultado de las fusiones, se funden -como su propio proceso obliga- los plomos de los ahorradores, aunque -siempre, según los expertos- la constelación resultante sea más luminosa. Que que si alguno de nosotros percibe que su dinero pasa a ser de acción preferente, no es otra cosa que las ramas de tu árbol no te dejan ver el inmenso bosque.

Notaréis lo bendito de la Astrofísica para comprender la Economía. Deberéis entender entonces eso que acaba de decir el jefe de nuestro gobierno: «España no se encuentra al borde de ningún precipicio«,… posiblemente será porque estamos cayendo a velocidad astronómica.

 

Goyo

02-jun-12

España en marcha. (España se endereza)

 

 

Se nos decía y explicaba que no había cosa mejor para la Economía de un país que dejar los asuntos monetarios y financieros a gestores de la derecha ya que, en manos de la izquierda, lo que si acaso se asegura es una distribución manirrota. Este supuesto pseudoideológico es de uso común incluso en facultades de las llamadas Ciencias Económicas. (Aprovecho de nuevo la ocasión para rogarle a todos los premios Nobel de Economía, incluido Krugman que devuelvan sus medallas. Y al Instituto Karolinska que recorte presupuesto y no vuelva a conceder premio por este asunto hasta que el hambre se haya convertido en apetito. Debería instaurarse el Nobel de Educación.)

Volviendo a estos sitios nuestros, observo ya agotado y envejecido el argumentario españolespañol de la “herencia recibida”, y también contemplo cómo surge el ungüento balsámico sustitutorio el “habrá que darle un tiempo a este hombre”; este hombre es cualquiera de los populares remozados tras el 20M o el 20N, con independencia de que llevasen una o más legislaturas gobernando. Y así nos debe parecer natural, correcto y educado, conceder repetidas dosis de cien días de espera antes de avinagrar críticas.

Y luego dicen los chivatones que el señor Presidente del Gobierno dispone de la asesoría cotidiana de más de medio millar de cerebros, que si son tantos y variados, debe ser difícil digerir tamaña información; y, si fuesen igualmente numerosos pero semejantes en sugerencias, cabría pensar que el señor Rajoy gusta de los consejos por triplicado, al menos, y bien valdría recortar empachos.

Así ahora nos explican que el cerebro mejor catalogado para la gestión de la Economía y otrora manoderecha y preferido por Aznar, acaba de ejemplarizar el fracaso más inclinado. Director Gerente del FMI hasta 2007, que este hombre de tan sabia experiencia se haya dejado caer Bankia, concede valía de tesis al primer párrafo de este post; no vale ahora decir que es que el edificio estaba ya desplomado.

En este recetario de gobernantes diestros y derechos, otros variados ejemplos podrá encontrar en gobiernos autónomos como el valenciano o el madrileño; pero como esto del “habrá que darle tiempo” también acabará pronto, yo me atrevo a descifrar que en el verano vamos a estrenar nuevo slogan explicativo: “España se endereza” que, aunque no tenga la alcurnia de aquel “España va bien” nos podrá recordar a algo tetosterónico, cosa ocurrente y catalana del señor Monago.

Porque acudir al “España en marcha” me parece que es de mucho morro.

 

Goyo

20-may-12