Poda pública versus poda privada

Mirad estas encinas, están lanzando el mensaje de que han de podarse.
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No es fácil podar una encina, ha de triunfar el ramaje horizontal sobre el vertical; cuando la savia circula por ramas horizontales se favorece que la rama abunde en frutos. Si se quieren bellotas, hay que sostener la horizontalidad del ramaje.

Mirad estas fotos, son de encina podadas por los funcionarios públicos del ayuntamiento de mi pueblo. Su preocupación desemboca en la belleza del árbol y en el diseño futuro para que las encinas produzcan más fruto.

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La encina también produce la leña más preciada para la lumbre, la estufa, la barbacoa,… la leña de encina es otro producto que se obtiene con la poda y esta faena está regulada con mucha precisión, son normas nacidas de la experiencia de siglos.

Mirad esta otras encinas, son de la misma Dehesa Boyal de mi pueblo; están podadas por concierto con una empresa a cambio de la leña que se obtenga de la poda.
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Las palabras que faltan las podéis poner vosotr@s.

Goyo
26-ene-12

Una banderita para los buenos trabajadores de los ayuntamientos de este país.
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Estoy cambiando

Bellotas23

Parece que cada especie de ser vivo de este planeta requiere compañía; hasta ese ejemplo autodenominado «humano» está entrando en el hábito: es ya muy frecuente dotarse de un «animal de compañía» para sentirse como más realizado. Dicen. También percibo que no es tanta la moda de hacerse de «vegetales de compañía»; eso es muy antiguo y ocurría siempre a nuestros abuelos. Mira, ese limonero lo sembró tu abuelo,… y también aquel algarrobo, que lo trajo chiquininino de la Sierra de San Pedro, y también las parras del lagar del señorito…

Yo no sé por qué cambié en el año 1992, quizá cambié antes pero no me di cuenta del número, y recuerdo la cifra porque ese año de fastos descubrimientos envié a la Casa Real un sobre con dos bellotas, y algunas explicaciones, para que se sembraran allá donde la realeza dispusiese su tino; supongo que entre tanta atención a la diversidad de eventos, aquella apuesta quedaría perfectamente clasificada en el cajón de cosas inclasificables. En fin, fue ese año; que también fue el primero en soñar que si los extremeños nos dedicásemos a regalar bellotas como símbolo eco-navideño, llenaríamos el futuro de jamones de invierno. Ya saben que los jamones hay que ganárselos. Quizá por eso, los otros reyes, los Magos, regalan en mi pueblo -desde aquel año- plantones de alcornoques, de encinas o de pinos piñoneros, al público que presencia la cabalgata de la Noche Mágica del 5 de enero. Los hay incluso que se acercan a recoger sus vegetales de compañía sin haber hecho atención a la Magia o a la Realeza.

Así, son miles las apuestas a lo largo de estos últimos 18 años, tiempo como para pensar en mayorías y aprovechar aprendizajes.

Tenemos encinas -nacidas de bellotas extremeñas- en Navarra, en Italia, en los páramos de Cuenca, el Tucumán, en Rosario, en las Isla Canarias, en Buenos Aires, en Chile, en Nicaragua,… las más recientes viajaron este año a Egipto, para un salmantino que me encontró en la red y me preguntó que a cuánto vendía las bellotas. Le envié las últimas de la campaña junto con plantones de alcornoques y de encinas, (todo gratis gracias a MRW-Cáceres) ya casi en tiempo aquilatado y de las que no conozco nada de su nacimiento o de su arraigo. Ya saben cómo de revueltas bajan las aguas del Nilo; y el castellano que me las pidió no me ha vuelto a dar novedades.

El caso es que nuestras gloriosas dehesas sirven de agostadero de estudios románticos; al igual que romántico me parece ya sembrar un árbol. Se nos escapó el bosque mediterráneo, se nos escapan los últimos encinares y alcornocales: la ecología magrebí sigue ampliándose al norte del charco mediterráneo, sigilosamente, con la complicidad silenciosa de godos y visigodos.

No obstante, sigo sembrando árboles pese a mi mayoría experimentada; pero ya lo que estoy por aprender es a «sembrar bosques«. Como ustedes saben eso supone recolectar un ejército de bichos vivientes, arbustos, arbustinos, hierbajos, hongos, florilegio, lombrices varias, líquenes, semillas invisibles, semillas que se ven, pájaros varios, lagartitos, rumiantes, depredadores, bacterias, setas, espárragos,… y «minicrobios», como decía aquella maestra para demostrar con ejemplaridad lingüística el tamaño de la vívida pequeñez.

Y es que de mayores nos hacemos más difíciles y perdemos la bruta simplicidad que nos regala la infancia.

Goyo
02-mar-11
Bande

Banderita para los bosques desaparecidos y para los futuros.

La grandeza del festivalino

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Pescueza, que a mí me parece un hermosísimo nombre para un pueblo, ha organizado por tercera vez una revuelta de corte rural y naturista muy digna de apoyo; ne me atrevo a calificarla de revuelta ecologista porque cada vez más huyo de los fenómenos del gentío masivo como muestra indiscutible del respeto a la Naturaleza. Pero el aparataje festivalero, que hasta ahora ha seguido desarrollándose en un pueblo que apenas llega a soportarse con sus doscientos habitantes debemos protegerlo, incluso sugerir que para la próxima edición se organice para que no sean más de diez mil las personas asistentes; no vayamos a atropellar sin querer a algunos de los paisanos.

Parece inevitable que se apoye la idea con personajes de ganada fama, aunque el azadón sin estrenar tenga que soportar manos dulces de guitarra; no importa…, para esto también debe haber ensayos. Cuanto más azadones gastados se muestren, más fácilmente llevaremos la muestra durante todo el año, que hoy mismo nos recuerdan que este trabajo, el de convivir con nuestros árboles, es tarea permanente.

Otra cosa meritoria que hay que mejorar para acercase a lo perfecto: no esperar tanto al buen tiempo; las pequeñas encinitas deberían estar ya plantadas hace un mes.

Claro está, podemos iniciar las plegarias para que otra vez llueva pronto y abundante y así asegure el ambiente húmedo un buen arraigo. Yo, por esto último, no pude asistir, que estuve en la romería de San Benito, cantando:

«Señor San Benito
Bienaventurado,
el agua pedimos
para los sembrados
si por nuestra culpa
el agua no viene,
cuidad a los niños
que son inocentes. » (…sigue más, otro día la canto entera)

Goyo
12-abr-10
Una banderita para cualquier bellotero

Bande

¿Un arbolito para una reina?

Hoy me entero que el Jefe del Estado de Greenpeace ha salido de la trena danesa, que allí lo entraron porque dicen que la reina con nombre florado corrió serio peligro al desplegarse una tela amarilla. Margarita se llama la poderosa mujer, que dicen que de no haber sido reina hubiese sido artista.

Os dije que antes de ayer, los mágicos reyes cuando pasan por mi pueblo regalan arbolitos de un año para que la buena gente adquiera mascotas quietas y verdes. Ahí me tenéis -sudadera azul- junto con el señor alcalde repartiendo encinitas y pinitos.

Goyoflores

También os muestro el portal vegetariano repleto de los plantones que deben repartirse. Los sobrantes se utiliza para reforestar terrenos comunales.
Portalarbolado

Es una pena que la señá Margarita no estuviese en los alrededores para regalarle un simple encina; quizá haya sido así mejor, lo mismo me hubiesen condenado por intento de martirio con hojas repletas de espinas. En todo caso, incluso en éste alucinado, me atrevo a interceder al señor Alcalde en el caso de que la señá Margarita me pida un arbolito de los que tantos y tan graciosamente nos facilitaron la gente de su grey.

Goyo
07

Hacia la tierra redonda.

Sigue acechando el peligro de considerar que lo ecológico se mide con lo que la vista aprecia o distingue; como si eso del «impacto visual» fuese la condición más importante. Es cierto que es la primera medida de asombro, el primer aviso atento, la valoración más sencilla e impactante, … pero no basta reducir la problemática del entorno a lo que contemplan los ojos.

Sinárboles

Esta foto es para mí cotidiana pese a su simplicidad. A diario contemplo este paisaje casi hueco de árboles cuando voy o vengo del trabajo. Según los indicios, los libros y las historias de viejos sabios, toda la foto y todos los alrededores que no caben en ella, fueron bosque apretado de encinas. El eucaliptus lejano y solitario tiene unos cincuenta años; antes de esa fecha la invasión cerealista necesitó de tierras que roturar y lo que era una especie de amazonía a la extremeña, se tornó en terrenos «descuajados», pues había que arrancar a los árboles de cuajo.

Aquella burbuja cerealista, de la que muy poco se escribió, siguió llenando de economía potente a los potentados de la tierra y empobreciendo a los milrealistas ( 1000 reales = 1,48€ ) que era el escaso sueldo al uso. Después de instaló burbuja espumosa de la ganadería intensamente intensiva, a por las mil pesetas, con celdas, prisiones, pasillos y embarcaderos cada vez más precisos y aquilatados; eso sí bien subvencionable pese al cambio de actividad de los mismos potentados de antes. Tampoco se ha escrito mucho de esta segunda burbuja.

En la tercera, que es la vencedora, la dudosa tarea constructiva (curiosamente, nadie la llama burbuja del albañal) se asienta de nuevo en la tierra extensa e intensa para sustitución mezquina de las dos anteriores y que así parezca simplista la explicación.

Ahí una muestra de cómo somos capaces de seguir estando quietos contemplando y valorando «eso» del medioambiente por lo que ven los ojos.

La inmensa estepa desarbolada y árida que muestra, como el mar inmenso, la curvatura de esta tierra tan llana. ¿Veis? sirve para explicar que la tierra es redonda.

Goyo
25-nov-09

Siembra una bellota. Campaña 09

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Tengo bellotas de encina y de alcornoque.
Tengo folletos (blanco y negro) fotocopiados de campañas anteriores.
Tengo muchas fotocopias de una cartita para gente sensible.
Tengo bolsitas de plástico para guardar el folleto y dos o tres bellotas.
Tengo todo este tiempo de noviembre y algo de diciembre.

Tengo necesidad de que alguien me eche una mano:
a.- Expandiendo la idea por la red.
b.- Copiando y mejorando la idea.
c.- Facilitándome sobre prefranqueados con dirección a la que enviar.

Ahora viene lo que no tengo; como aún las bellotas no pueden enviarse por vía e-, no tengo tantos sobre timbrados ni tantos sellos como debiera tener para equilibrar oferta y demanda. Por tanto, si me envías un sobre que dentro guarde otro sobre debidamente timbrado, te devuelvo este último con el folleto, la cartita y las bellotas. Si es una asociación o colectivo, espero sobre más grande y timbre ajustado al peso previsible.

Si me escucha alguna institución generosa, banco ético, o mecenas despistado, …

Gregorio Tovar Barrantes
Malvinas, 35
10.190 – Casar de Cáceres

Goyo
18-nov-09
Bande