Gregorías 18; otra vez Goebbels

 

 

 

  1. España va bien, salvo en una cosa.
  2. Este Rajoy es una mina para el Twitter, cada mensaje levanta cientos de graznidos, miles de revoloteos y millones de trinos.
  3. La prueba más palpable de que la Declaración de la Renta no demuestra nada, es que a Díaz Ferrán le salió a devolver. (Vía Alcalde Jun)
  4. Es tal la distancia entre los partidos políticos y los problemas ambientales, que tanta vergüenza me da confesarme político como ecologista.
  5. Estamos a punto,… estamos a punto de elevar la Declaración de Hacienda a la condición jurada de Mentira Noble.
  6. No hay nada más bonito como ver cómo el servicio viste a mi hija (Vía José Luis Prieto)
  7. Yo quiero que pongan a Floriano, que rima con Mariano.
  8. Me habían dicho que la iglesia de Rouco está preparando una marcha contra la corrupción del PP.
  9. Regla nº 7 de Gebbels: Solo la credibilidad debe determinar si los materiales de la propaganda han de ser ciertos o falsos.
  10. Primer principio de Goebbels: de la simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo: PSOE.
Goyo
06-feb-13

 

Luces de enero

 

 

Debe ser que no soy capaz de ver las cosas ni bien ni enteras, y así me tengo otro año más –queridos lectores- sin llegar a llenarme ni de orgullo ni de satisfacción. Creo que de esas dignidades o sensaciones apenas tengo poco más de cuarto y mitad, para que el resto de la botella se complete de incomprensión y escarmiento. Ya saben ustedes que las botellas incompletas tienen obsolescencia programada.

 

Es verdad que el año parece acabarse con alguna luz radiante, quizá encendida por ese joven -quizá no tan joven- que ha rechazado un iPod que le correspondía como premio a su trabajo relacionado con el medioambiente y en el que denunciaba los métodos y procesos de la Tecnología hacia la validación de la obsolescencia programada. De él, sólo se nos ha dado conocer que es el concursante número 261; y de la Fundación Antena 3 -la entidad organizadora del concurso- que no ha hecho la menor referencia a que un joven rechazara un premio por puras razones éticas. Cosa que a la vez, ha servido para aclararnos la Ética de la organización.

 

Este luminoso personaje de quince añitos, dice que ya está asqueado de pertenecer a una sociedad donde te obligan a competir por tener lo mejor y lo último, que estamos llenando el planeta de residuos, que no es verdad que “más es mejor” y que eso de la competitividad no es otra cosa que el pan diario con el que se engorda a la infancia: “nos educáis desde pequeños para competir”. Cuando pueda leer estas cosas el señor Wert, supongo que rebosará de lucidez a la vez que crecerá otro poquito en su bravura.

 

Claro que otra lectura del episodio puede ser arrimada al ascua de los recortes: por ejemplo, no podría resultarnos extraño que, con el pensar cambiado, se argumentase que este chico no ha hecho otra cosa que ejercitar la austeridad de manera ejemplar, corrigiendo el déficit social imperante y denunciando la heredad envenenada, … que en eso consiste la libertad, en pensar lo que uno quiera y en decir libremente los antojos que se vienen a las antojeras.

 

Así que no acaba el asunto de valerme ni para tirios ni para troyanos, ni para propósito de la Alta Política, porque me genera la duda de si estas cosas las aprenden los estudiantes quinceañeros porque hay buenos profesionales de la enseñanza o porque hay pésimos ministros de Educación.

 

Goyo

31-dic-12

Le voy a regalar al mozo una bandera medioambiental (si la quiere)

Escapar del carnero

 

 

 

 

 

Hoy los consejos no le sirven ni al Rajoy; cuando la naturaleza argumentaria se engorda a base de tozudez, el miedo es el emperador del ambiente. Miren alrededor cómo de pobres se presentan las perspectivas del a Política: ni aparece ciencia, ni se percibe pasión. Así que las huestes del no-saber siguen creciendo.

 

Me lo hizo saber un amigo hace ya muchos años y le doy brillo por si alguien puede aprovecharlo.

 

Su madre -mujer ya de avanzada edad- seguía poderosa con el hábito de convivir de forma cotidiana con la pava, las gallinas, las pocas ovejas, los dos perros, los gatos, los cerdos, las palomas, los gorriones, el gallo y el carnero. Digo convivir, mucho más y mejor que cuidar, visitar, alimentar,… al ganado de subsistencia. Porque en el alimentar no se incrusta la armonía de observarse en las diferencias. Los gorriones desconfían de los gatos y éstos de los perros, que no dudan en molestar al pequeño rebaño cada vez que la vieja sabia les incita a recoger las ovejas para forma una pelota de lana viva, que contempla orgullosa el ama, que le sirve para crecer y que así la enfermedad y la vejez se congelan en el tiempo.

 

Aquella tarde padecía de la misma rutina que tenían las tardes rutinarias: las migajas para las gallinas, los huesos y las tripas para los perros, la espinas para los gatos, las frutas dañadas para las ovejas o los cerdos, la harinilla mojada y mezclada con pan duro para cualquiera que se sintiese goloso,…

 

Al instante, un violento topetazo lumbar la hace caer al suelo. El dolor es inmediato y percibe que ha sido la potente cabeza del carnero quien le ha golpeado. Se desconcierta en el pensamiento instantáneo que quiere buscar la explicación de por qué un animal tan bien cuidado y tras largos años de atención desmedida, es capaz de agredir con tanto fanatismo.

 

No se lo explica,… su carnero,…. Cientos de veces abrazado. Criado con paciencia y biberón. Juguete infantil de sus nietos. Borreguito que el tiempo hizo borrego de cuernos y cuerpo.

 

Intentó incorporarse, y con mayor bravura y contundencia topó toda la furia el carnero contra su protectora. Esta vez, la vieja se sintió entera de dolor, sólo parecía que tenía dolor que llenaba todo su cuerpo y que nacía de las costillas del lado derecho. Con ojos de dolor miraba al carnero sin poder enunciar ni nombre ni lamento. La lágrimas turban lo que ve y trata de incorporarse otra vez,…pone una rodilla en tierra,…

 

Y como la primera, con la misma saña, el carnero embiste sobre el costado derecho que hace que el dolor nuevo quede al respirar colapsado, y apenas puede tragar, y debe abrir la caja torácica porque el aire es preciso, y el cuerpo se debate entre el dolor extenso y el miedo intenso. Y lucha mentalmente por si conviniera levantarse. Y observa de nuevo a su carnero con la mirada esperante. Y mueve ligeramente una pierna como para hincar la rodilla. Y el carnero compone la figura para un ataque inmediato. Y entonces piensa la vieja.

 

Deduce que si trata de incorporarse, será de nuevo atacada con mayor inquina, con estudiado rencor. Entonces –también gracias al dolor, se queda inmóvil, de bruces con la hierba, llorando en silencio y constatando que el carnero sigue allí esperando.

 

Así transcurrió hora y media hasta que su marido regresó de las faenas de campo y la vio tendida junto al carnero, que había perdido su condición amenazante. Y así salvó la vida.

 

Hace escasos meses, un campesino de mi pueblo, tuvo una muerte atroz, causada por el carnero que había criado desde pequeño. No hubo quizá aguante frente al celo mortal de un carnero en celo y acabó el caso con una hemorragia interna provocada por las costillas rotas que, como cuchillos, atravesaban los pulmones cada vez que intentaba incorporarse.

 

Lo que me apetece transmitir por si alguna vez os encontráis en situación o conocéis situación que pueda encontrarse pareja,

 

Goyo

13-dic-12

Que estudien ellos !

Incluso los malos gobiernos saben que los dineros que se dedican a la educación son los más rentables; lo que sucede es que los malos, los mediocres y los bancos quieren los beneficios ya mismo. Hasta ahora, la persona educada no solo almacenaba saberes pasados y análisis de experiencias de aquellas gentes de antes; la compostura mejor aceptada es que también se concedía a la persona educada una capacidad de inventiva mezclada hábilmente con una buena ración de sensatez ante el futuro. Así se hacía que el pasado fuese respetable, el presente agradable y el futuro nunca llegaba a ser temible.

 

Todo el sistema educativo de hoy se presenta repleto de llagas y heridas, no hay un solo resquicio sano, ni siquiera encuentro sano el sistema analítico que quiere corregir los vicios acudiendo a una supuesta perversidad de las leyes sometidas a vaivenes de cada época. Siempre ha sido así, incluso en los tiempos de aquel Villar Palasí, que cuajó una concepción de la Escuela Pública que ya la quisieran los modernos de estos pueblos que nos dominan: había que conseguir que en ocho años, los niños y las niñas mezclados adquiriesen la “Enseñanza” que la sociedad de entonces consideraba “General” y “Básica”. Puede que no se consiguiese al completo, quizá porque otros sectores gobernantes tuvieron el miedo excelso -la elevada duda- de pensar que así, algunos hijos de familias pobres accederían a profesiones y papeles sociales reservados a los privilegiados. No se confundieron sus pesares y en veinte años, la España de los ochenta reventó en potencialidades jóvenes. Muy a pesar de la persecución y burla -dirigida desde las alturas- que en los años sesenta se ejecutó contra el mundo estudiantil:            “¡ Estudiante, mangante !” decían los trabajadores a otros hijos de otros trabajadores.

En estos días, una idea incisa del dibujante “El Roto” me ha vuelto a despertar; dibuja a una pareja de pijos con champán diciendo: “No hace falta que vuestros hijos estudien, ya lo hacen los nuestros”.

En esta semana, teniendo como tenemos un presente temible y un pasado que nos lo quieren presentar cada vez más desechable, dudo qué adjetivo le asignarán ustedes al futuro.

 

Goyo

06-nov-12

 

 

 

Parábola de la vendimia

 

Yo no soy predicador, si acaso me acerco al territorio de los hacedores de vino, ya que no se me da tampoco transformar el agua; pero esto de las parábolas tiene un encanto resistible, que eres capaz de resistir la lectura por ver si tú mismo descubres a qué causa y sazón convienen.

Entonces he encalado las tres paredes blancas de la bodega; la cuarta, la de ladrillo visto, la he tratado con una disolución de sosa caústica al 10% y luego la he enjuagado con agua abundante. Todas la vasijas, recipientes, cachivaches, canastas, maquinaria, estantes, tinajas de plástico,… las he lavado con una solución de Catigene al 20%, así como los cristales de las ventanas, las puertas, los techos, los suelos,… y después todo ello bien aclarado con abundante agua. Incluso algunos útiles los he sacado a secar al sol.

 

Pero debéis saber que ello no basta, que para asegurar un proceso de vinificación de calidad, además de haber tratado con cariño a la tierra, a la viña y a la uva, se requiere que el la bodega no exista el riesgo de que alguna colonia de bacterias acéticas quede por algún recoveco; lo que implica que no han de dejarse vinos de otros años, ni licores, ni frutas en conserva, … ni mucho menos vinagre.

 

Así que también he sacado algunas cajas de vino con cosechas de otros años, incluso muestras felices de aciertos y suertes pasadas.

 

Este año entonces. me he desprendido de los posibles riesgos acéticos higienizando al decir de la ciencia química y biológica por si así se asegurase mejor el éxito. Es época de vendimia incluso para la Política de este país tan vinatero. Quizá haya que guardar caldos de recuerdo, quizá tan sólo para comparar el vino nuevo.

 

Salud !.

 

La patera

 

Perdón.

Esta noche, el cielo negro se ha dejado dibujar una luna como con dos finísimos cuernos; al poco, la oscuridad se ha completado.

Hemos cenado al aire que refresca los treinta y tantos grados de la tarde. La brisa árida al menos también es brisa. La conversación evade; pero más evade el pensamiento.

Perdón.

El ruido del agua domesticada me traslada al agua de la mar inacabable y al ansia de huida africana. Siento que sobre alguna patera nacen los murmullos que mezclan sabiamente recuerdos y anhelos. Los golpes de las olitas dulces empujan al sueño.

Esta noche no descanso en la cama, he decidido dormir a la cómoda intemperie. Dispongo las colchonetas del balancín que también hace de sofá y me arrullo con los imaginados golpecitos de agua que endulzan las sufridas maderas de la barca finita.

Perdón; pero así no tengo miedo. Imagino que el balanceo artificial debe ser parecido al de la fragilidad de la patera. Allí, el diverso grupo humano sacude sus miedos mezclando con cuentos africanos sueños europeos. El mar tiene su brisa hostigante y repleta de sales, y al decir del que piensan que sabe, indica que la barcaza sigue acercándose a la costa.

A ver si estos dioses inundan de suerte a los atrevidos, aunque yo esta noche no pueda conciliar el sueño.

 

Goyo

23-ago-12

Las medias

Ya oyeron ustedes alguna vez la insana sentencia de que “la medias no son buenas ni para las mujeres”, expresión que me duele por la cantidad de desconfianza que siembra y la enorme cosecha de desprecio que se recogen en los campos de la solidaridad y de la honestidad.

El último grito se ha oído. Las fuentes de donde se han obtenido las informaciones debemos entenderlas como fiables y, salvo rectificación o aclaración que se ofrezca, ni los patronos, ni los obreros se han dedicado a desmentirlas o a matizarlas. Ya el año pasado ocurrió situación pareja y fuimos capaces de tomarnos las uvas en espera de un Año Nuevo y Feliz; acabamos de superar la mitad del tiempo y no parece que la otra mitad sirva para construir una media ilusionante.

Basta de florituras: en referencias al año 2011, los empresarios declararon haber ganado anualmente, de media, 8.275 euros y los trabajadores, declararon haber ganado una media de 19.359 euros. Este es un país diferente a los diferentes países; o la media de los patronos son cucos o la media de los obreros protestan sin sentirse solidarios con los promotores sociales que son los verdaderos motores del desarrollo económico: los empresarios.

Las conclusiones que pueden derivarse ineludiblemente de esta situación declarativa, son abundantes. Yo no voy a resaltar todas las que se me vienen a la mente porque si usted ha sido capaz de leer hasta aquí, seguro que será capaz de descubrir escalofriantes silogismos.

No me parece correcto que -de media- un obrero sumido en la tristeza de la crisis gane al año más de dos veces más de lo que dice ganar -de media- un empresario; a no ser que, el conjunto de la masa obrera hispana se haya dedicado a tirarse el pisto mintiendo descaradamente. Ya sabemos que otra de las desgracias de los pobres radica en su incorregible capacidad de hacer el gilipollas.

Porque Hacienda somos –de media- todos, deberemos percatarnos que a la luz de la oscuridad de estos datos, poca claridad arroja sobre la economía oculta y la negrura empresarial.

Hacienda ya no es la patria contable que recoge impuestos y distribuye cohesión social, más parece el mentidero sagrado de los académicos e ingenieros de las medias.

Trabajo que quieren darle al señor Montoro.

Goyo

16-ago-12

 

 

Falange distal

 

Era del dedo meñique de un pie, de un niño de corta edad de hace miles de gobiernos. Por ese huesecito, por donde fue encontrado y por los restos colaterales de la excavación, los hombres y mujeres de ciencia deducen procesos, valores y conductas de aquellos antepasados lejanos. Todo un minúsculo dato informativo ha sido suficiente para edificar los complejos conocimientos y quehaceres humanos de la época.

Pues bien, animados por toda la magia constructiva y deductiva de los paleoantropólogos, otro complejo equipo de expertos, dirigidos por el que esto escribe, ha realizado el estudio completo de varias cabezas vivas de varios dirigentes de fama diversa. Naturalmente, también se ha detectado y analizado el aparataje colateral.

Comenzamos tapándole el foramen magnum para que lo importante no se derramase, comprobamos que la fontanella estaba ya cerrada, medimos la contaminación de la sustancia gris, que tiraba ya a negra, comprobamos que en el cuerpo calloso residían en verdad las convicciones más profundas, allí estaban también la glándula pineal y su vecina hipófisis sentada en la silla turca. Componiendo el armazón y cerrando, los muchos huesos soldados protectores del cerebro abrigaban al plomizo gris interior que debiera ser indicio de cierto nivel de inteligencia,… Cabe destacar que las cabezas elegidas presentaban incluso parte de calvicie. También las había con cabellos rizados descansando sobre los occipitales.

 

Y nada.

No hemos sido capaces de obtener conclusiones acerca de las obras y oficios para evadir lo que dicen que está cayendo; pues lo que proclama el hemisferio izquierdo lo derrama el derecho y lo que atisba el frontal lo despista el temporal. La sustancia blanca ya no arrastra pureza y la gris no empuja sabiduría. Una papilla amorfa y azulada lo inunda todo y se expande saliendo por los ojos, las orejas, la nariz y la boca. Las descalificaciones taponan los oídos y las pruebas visuales nublan el razonamiento.

Me dicen que otro grupo de expertos está inmerso en el desarrollo de un nuevo proyecto que espera obtener datos relevantes a partir del estudio profundo de la entrepierna.

 

Acabamos de adentrarnos en la sociedad de la información.

 

Goyo

11-ago-12

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por tan poca cosa, en estas épocas, no me parece inteligente el alboroto neopolítico que hierve acerca de la denominada “sociedad de la información”. Siempre ha sido más abundante la información que el conocimiento y siempre la sociedad ha funcionado más a base de información que de conocimiento. Diríase incluso que se gobiernan sociedades sin conocimiento.

 

Siempre ha existido la sociedad de la información; nunca seremos capaces de evadir su influencia. Aún para el humano que no aspira a conocer, todo es información. Incluso para el humano que desea inclinarse a otras pasiones, le es necesaria la información.

 

Cuanto más y mejor nos acienagamos en el conocer, más difícil se nos presenta la distinción de los conocimientos, por lo que aquellos que desean aprovechar la confusión de la ciénaga, tienen bien fácil fabricar una maroma aparente que prometa la salve de esas tierras movedizas: Un ejemplo de maroma de este tipo se construye con la expresión “Menos impuestos, más empleo”. El caso es que todo el mundo informado admite de esta frese infeliz tanto la maldad del raciocinio como el acierto seductor.

 

No hace falta resucitar a Jung ni acudir a los apuntes secretos de Roschard, pero una campaña electoral basada en el lema “fóllate a quien quieras” tendría un potencial interpretativo que me gustaría bautizarlo como “universal político”. Un universal político es una expresión que aún siendo rechazada, incita a despertar las más variadas controversias. El obrero al patrón, el revoltoso a la policía, el tendero al mayorista, la Maruja al carnicero, el diputado .

 

Uno recibe una información y no se queda pasivo sino que la asimila, aún rechazándola, la unifica con las informaciones que poseía, le concede carácter futuro y comienza a planificar o a actuar en función del mecano que se construye con todas la informaciones. Otra cosa es la acción, que no siempre obedece a los principios de la razón.

 

Ni en los tiempos de las luces fueron tiempos de la razón, sino de la persuasión

 

Siempre estamos en la sociedad de la información porque nos construimos y reaccionamos según la información recibida, almacenada y construida; pero no siempre la sociedad, sus miembros gobernados y sus líderes gobernantes, se gestionan por la razón. Creo que en esta época también impera la persuasión.

 

La persuasión quizá convenga entenderla tanto como el conocimiento como la capacidad de convicción fundada en la creencia futura de que la felicidad humana bien puede no proceder de decisiones razonables, sino de intenciones ilusionantes.

 

Por ejemplo, en el medievo, si hubiera habido elecciones democráticas, un buen lema hubiese sido: “Más monasterios, más empleo”

 

A pesar del racionalismo económico de “El capital” y de las revoluciones etéreas y sangrientas, seguimos pensando que el trabajo no es inmanente y propio del humano sino que es una concesión del empresario. Modernamente, se impone la idea de que el trabajo es un producto estatal, gubernamental,… de los dirigentes políticos. Y lo creemos con tanta certeza que las preocupaciones socioeconómicas más elevadas las depositamos en la clase política.

 

No sé si nos damos cuenta del poderío de la información contaminada, que es información verdadera, que tiene dos partes esenciales de verdad, la mitad que interesa coger y la mitad que interesa añadir. Y esto es un ejemplo de mitad y mitad; pero encontraremos abundantes ejemplos de cuarto y tres cuartos y de cuarto y mitad.

 

Lo del corpus académico tiene parte de residencia en las Universidades y cada vez más, en la red cibernética y así como a Copérnico y Galileo

 

Si seguimos funcionando a la ancestral manera o si

Mazapán

 

Las orejas tienen forma de esas orejas que la textura del mazapán puede imitar,… de color cerúleo, no creíble aún, pero anunciadora de que allí está el lobo, porque son del lobo por mucha cera que falte por arder. A esta gente que nos rodea, porque nos sentimos en sus adentros, se les acaba de aparecer la visión y muestra.

 

Hemos recibido el mensaje.

 

Ahora mismo estoy observando la técnica de caza de una pequeña salamanquesa o saltarrostro, o algo parecido. Lo mismo antes se habrá dedicado a colocar anuncios publicitarios en el blanco muro; por ejemplo: “Menos oscuridad y más mosquitos”. Y la pléyade diversa de microinsectos amantes de las paredes blancas de la noche, puebla el paramento vertical. Un pequeño díptero acaba de revolotear y posarse como a siete centímetros de la cola del ingrávido reptil, que debe tener una especie de rádar y resorte que lo hace saltar y girar para colocarse en sentido contrario al que descansaba. Se acerca y, sólo tres pasos hacia el mosquito detectado, le sirven para lanzar el cuello, abrir la boca y mostrar la turbulencia corporal que indica que el festín ha seguido a la caza. No hace falta permiso. No hay veda. No misericordia. No recorte. No amor. Los chupópteros gigantes no se posan.

 

Las orejas del lobo se han mostrado como si hubiera sido el arcángel Montoro el encargado de visitar y anunciar la mala nueva: “no tendréis paga extra de Navidad”.

 

Así me parecen las cosas. Podemos mandar más locates a las calles porque los manicomios son caros, podemos arrojar niños a las calles porque las guarderías son caras, podemos reducir derechos porque mantener derechos es mucho más caro que mantener privilegios, podemos reducir personal sanitario, achicar trabajadores, cortar salarios, podar ayudas, rechazar, herir, negar,… pero quitar la paga de Navidad raya tanto a las Sagradas Escrituras, que hasta ahora mucha gente no ha descubierto el drama diseñado y dispuesto. Lo mismo si deciden anular la mensualidad de diciembre y mantener la paga extra de Navidad, no forma el miedo tal alboroto; pero eso de quitarnos los polvorones, los langostinos y las uvas, es mucho peor que el penalty de un embarazo.

Ahora, el sentido hospitalario y justiciero vaticina que los sin papeles pagarán lo mismo que las grandes fortunas por tener seguridad social; todo un manifiesto comunista nacido del núcleo nife de los neocon.

Ahora hemos visto con claridad el ojo de la tormenta que sigue cayendo sobre el Estado de la Clase Media, convirtiéndola en tumulto de rojos pordioseros, desafectados en algarada, arrepentidos de pueblo y desahuciados de escuela, casa, salud y trabajo.

Todas esas ausencias podrían haber sido soportadas por el gentío que gozó al sumarse a un cambio ilusionado, porque también se sumaba hábilmente, al asco orquestado hacia la parte más cercana y sensible de la clase política: los concejales de pueblo, los políticos apasionados por atender a los que tienen a su lado.

Ya no hay tiempo para la marcha atrás y siempre se han mostrado contrarios al aborto.

Nos cuentan los libros de historias que el turrón fue el dulce y descubrimiento premiado por los nobles porque sirvió para soportar un largo asedio de aquel castillo valenciano.

Nos quedan sin turrón, nos rodean por todas partes pero no debemos preocuparnos; el éxito de este gobierno se ajusta a un estudiado plan de sostenibilidad superavitizada procedente de los bárbaros del norte.

 

No lloréis las uvas, que os atragantáis.

 

Goyo

08-ago-12

Hacia el Estado del Malestar

 

A mí siempre me gustó definir al Estado del Bienestar como aquel que provoca malestar en los poderosos. Hasta el día de hoy, no he encontrado mejor definición y, dadas las reiteradas muestras de desprecio y desprestigio que los poderosos deciden y ejecutan contra los desfavorecido y débiles que, hasta hace bien poco, formaban parte de una sociedad que les repletaba de atenciones y cuidados.

Este humanismo, como muchos otros humanismos, lleva consigo un incontrolable nivel de abusos de la gente cuca que se oculta tras la maraña de generosidad social; y eso cabrea a los pudientes, que se sienten injustamente protagonistas porque las riquezas que ellos generan se dispensan entre los mediocres. Tal es su modo de entender.

Con aderezar convenientemente este truco trilero, es bien creíble por parte de algún sector social que, por ejemplo, una sociedad puede mantener sus acostumbrados servicios básicos con menos impuestos, lo que favorecerá más empleos. Así los cucos no dudan en atender a las invitaciones pues si desean trabajar, tendrán ofertas; como si desean evadir a la Hacienda de Todos, podrá ser contemplado como viable, soportable, incluso justificable. A la moderna expresión: sostenible.

Implantados los calzos, las hormas y los achiques, al mundo mediocre nos salen ampollas diversas: quien no tiene un pariente mayor desatendido, tiene otro menor sufriendo impensables restricciones escolares, otro mediano que no sabe ya para qué sirve estudiar y otro grupo compacto de coetáneos entre los que difícilmente se identifican de forma voluntaria a los subieron al poder de un cambio verdaderamente radical: se hace con fruición y ansias lo que se anatematizaba hace menos de un año.

Ahora los poderosos tienen todo su bienestar, sumado al que teníamos nosotros antes. Quizá el slogan «súmate al cambio» significaba ya eso. No es otra cosa la Sociedad del Malestar que tan brillantemente les hemos puesto en bandeja.

De cómo se quiebra esta falaz delegación no es tarea de gentes mediocres.

Goyo

01-ago-2010