Hacia una tasa urbanita

Tasa Tovar

Allí estaban, ejerciendo con limpieza su consorcio y acuerdo frente a la gente diversa de la prensa que escuchaba cómo el pleno del Parlamento Europeo aprobaría con holgura la nueva Política Agraria Comunitaria, PAC.

Eran dos franceses socialistas tocados por el mismo diseño estético de hombres de estrado, Irache García Pérez que es socialista española, el jefe de la mesa que me parece que era francés, dos ingleses, uno que se llama Lyon y otro Nicholson y un italiano del que no me dio tiempo a anotar su nombre. Hablaban a buen turno y no se apreciaban grandes distancias en los fundamentos expositivos. Seguramente las tensiones habían sido rebajadas en los debates preparatorios y allí se iba a presentar la piña.

Todo el mundo estaba de acuerdo en que el sistema al uso para preservar las profesiones agropecuarias europeas estaba obligado a cambiar. De las muchas explicaciones esperanzadoras, cosa que fue facilitada por escrito en una Nota de Prensa, me parece que tan solo tres bastan para resumir lo que podrá comenzar en el 2014 y llegar hasta el 2010.

Sucederá que el mundo agropecuario recibirá ayuda si produce empleo, si practica el oficio respetando el medio ambiente y que éstas serán las dos vrtudes que provocarán la fijación definitiva de la población rural; asegurándonos así que el paisanaje de la Toscana, la Bretaña o la Extremadura deje de huir de los pueblos a las ciudades. O sea, que cabe interpretar el asunto como que la actual y moribunda PAC ni creó tanto empleo, ni frenó el éxodo rural ni produjo respetos medioambientales. Vaya, se han dado cuenta.

Y es entonces cuando yo me atrevo a preguntar si algunos de los miembros intervinientes -allí presentes o ausentes- en los trabajos, habría propuesto algo así como una Tasa Tobin aplicada a la ciudadanía urbanita para obtener fondos dirigidos a proporcionar en el mundo rural las condiciones precisas y detectadas que aseguren la permanencia en tal ámbito y en tal cultura. Pues la respuesta global e individual fue la misma: que no se conocía propuesta tal y que además, no se pronunciaban en su favor, y otras cosas más diplomáticas del buen hacer de la corrección política que me dejaron solito y en los medios.

Yo, desconfiado del sentimiento lejano de los pedestales europarlamentarios, he preguntado a mis cercanías, y me han hecho saber lo mismo: que tururú; que eso de otro impuesto discriminatorio para asegurar la vitalidad rural es inoportunidad, que lo que hay que hacer es repartir mejor la tarta, sin que ninguno y nadie apuntase qué parte de la tarta debería reducirse para garantizar la subsistencia rural.

Lo que les aviso para que no se les vaya a ocurrir defender tal propuesta en cualquier sitio, reunión o despedida de soltero, dado que en las alturas y las bajuras, bien confían en que esto de lo rural está debida y suficientemente retratado con la oferta que le he copiado a El Roto.

Y eso que no estuvo.

Goyo
28-jun-11

El peligro joven y las viejas respuestas.

viejo

Mucha gente proclama que el porvenir es oscuro, que la democracia que estamos haciendo no es convincente y que el mundo no se arregla sólo con las plazas (Tahrir, Sol, Syntagma, Rossio,…). Allí, en la plazas, los jóvenes testifican tanto la falta de esperanza como su búsqueda; y en sus familias, siguen bien sujetos a la incómoda permanencia por no ser capaces de fundar otra nueva. La juventud se queja porque nunca le salió bien la cosa a la juventud; por eso es tan necesaria, porque es el sector de edad que primero se da cuenta de que las viejas respuestas ya no sirven ni siquiera a las viejas preguntas.

Mis viejos abuelos no se cansaban de sugerirme que el futuro se garantizaba con el ahorro, valor de juicio que hasta ayer mismo se había cambiado por el derroche, ya que todos los esfuerzos sociales -los esfuerzos sociales también están gobernados por los mercados- han estado dirigidos a convencer con la sagrada regla de que consumir no es gastar, que consumiendo se hacía crecer la facultad de poder seguir gastando más. No solamente tiene adeptos este principio de espiral maligna, es que tiene defensores, apoyos, escuderos, votantes y gobernantes.

¿Qué ha fallado para invalidar al Estado-Providencia, protector de los más necesitados, y abrazar a cambio al Estado Esclavizante de las financieras?. Pues parece ser que los necesitados nos hemos acostumbrado a utilizar el derroche al que invitan los servicios públicos ciegos. El peligro de la corrupción social es que contagia -por abajo y por arriba- de populismo y demagogia. No es bueno recordarle a un bizco que carece de condición de tuerto; puede mirarte de través.

Nosotros, normalitos y pobres, si nos creemos que ya no hay riqueza para redistribuir; repartamos al menos el poco empleo que requiere este modelo insostenible de crecimiento y comencemos -o sigamos- explicando que eso del “desarrollo sostenible” es una falacia.

Uno de esos colectivos ocultos, al que no podemos poner siquiera una careta de Anonymous, se llama “Standart &Poors”, que significa “Normal y Pobres”. Ya somos pobres; me queda la duda si seguimos siendo normales.

Goyo
27-jun-11

Brevíssimo giróvago

Derviches

De tan rápido giro motivado por el matrimonio, se me han olvidado los papeles del patrimonio.

Aclaraciones para lo que no se entretienen con los links.
Giro: No soy de izquierdas, pero he hecho un giro al centro.
Matrimonio: Izquierda Unida decide dejar que el PP gobierne en Extremadura.
Patrimonio: Monago dice que no presenta su declaración de la renta por no dejarla «en manos» del socialista Juan Ramón Ferreira.

Goyo
20-jun-11

Spanishrevolution (V)

Carlitos_ladrón

El quinto es no matarás. Así que me place sobremanera que las asambleas prediquen su rechazo hacia la usura y al «ejercicio financiero fino», que tiene más mala leche que la letra pequeña de los seguros. No llega a matar la vergonzante teoría bancaria actual, muy a pesar del aumento de náuseas. Cada día más, me considero pesado y ajeno cuando piso el lujoso suelo del banco que se mantiene limpio y perfumado en la misma medida que sus altos dirigentes reparten podredumbre.

Para colmo me sobresalta el recuerdo: cada vez que se inaugura una sede bancaria, avisan al cura y bendice las instalaciones. ¿ No se os pierden algunas neuronas cuando pensáis de forma repugnante ? ¿ Qué cosa bendita tiene la pasta para sacramentarla ? ¿ No será una sutilísima manera de sugerir que así se está más próximo al paraíso… fiscal ?

5. CONTROL DE LAS ENTIDADES BANCARIAS:

1.- Prohibición de cualquier tipo de rescate o inyección de capital a entidades bancarias: aquellas entidades en dificultades deben quebrar o ser nacionalizadas para constituir una banca pública bajo control social.
2.- Elevación de los impuestos a la banca de manera directamente proporcional al gasto social ocasionado por la crisis generada por su mala gestión.
3.- Devolución a las arcas públicas por parte de los bancos de todo capital público aportado.
4.- Prohibición de inversión de bancos españoles en paraísos fiscales.
5.- Regulación de sanciones a los movimientos especulativos y a la mala praxis bancaria.

Así que quedan aprobadas por unanimidad las propuestas soleadas, queda abolida la huida de capitales al Jardín del Bien y del Mal, queda clara la disposición social a que los bancos paguen, con la misma religiosisdad que son bendecidos en su apertura, los impuestos que permitan una visión más justa del dinero. Queda instalado el carné por puntos a los bancos de forma que las sanciones lleven a los cierres pertinentes y queda prohibido correr con capitales a más de 110.

Me extraña que no hayan recogido la posibilidad de solicitar de la patronal bancaria que diseñen una pegatina, que se adhiera a las limpias cristaleras y que diga, por ejemplo: «En este banco no robamos». Sospecho que hay algunos con deseo de ponerlas.

Goyo
15-jun-11

 

Spanischrevolution (IV)

Parlamentoeuropeo

De pronto, me vuelve a contentar la conclusión que define el concepto que los asamblearios tienen sobre los servicios públicos; dedicar siete ideas globales a regular los fundamentos de sus deseos, quizá traduzca un valor añadido a este apartado. Más añadido y más valorado que la escasita dedicación de tres frases destinadas a la dignidad de la vivienda.

Se me van los ojos de inmediato a los puntos 5 y 6. El quinto porque yo también me he declarado, tiempo ha, defensor de utilizar muchos más dineros públicos a la investigación y a la educación investigadora. Es verdad que a los pocos o muchos dineros que manejan las administraciones se les exige rendimiento inmediato y que la investigación y la educación son tardonas en devolver beneficios; pero los buenos dirigentes se distinguen por saber explicar las cosas difíciles de entender.

El punto 6 me agrada aunque el tratamiento que hace el colectivo sobre la problemática medioambiental se me presenta rácano, recatado y dulzón. Adentrarse en terrenos que analizan las limitaciones y choques entre Desarrollo y Medio Ambiente hubiera sido de agradecer. ¿Tampoco se atreven a decidir entre desarrollo y Medio Ambiente?. Hay que elegir. Llevamos sin elegir más de cuarenta años. Hay que hacer una transición hacia la Democracia. No se atreven ni a proponerlo.

1.- Supresión de gastos inútiles en las Administraciones Públicas y establecimiento de un control independiente de presupuestos y gastos.
2.- Contratación de personal sanitario hasta acabar con las listas de espera.
3.- Contratación de profesorado para garantizar la ratio de alumnos por aula, los grupos de desdoble y los grupos de apoyo.
4.- Reducción del coste de matrícula en toda la educación universitaria, equiparando el precio de los posgrados al de los grados.
5.- Financiación pública de la investigación para garantizar su independencia.
6.- Transporte público barato, de calidad y ecológicamente sostenible: restablecimiento de los trenes que se están sustituyendo por el AVE con los precios originarios, abaratamiento de los abonos de transporte, restricción del tráfico rodado privado en el centro de las ciudades, construcción de carriles bici.
7.- Recursos sociales locales: aplicación efectiva de la Ley de Dependencia, redes de cuidadores locales municipales, servicios locales de mediación y tutelaje.

Sobre el primer punto, sin duda generoso en periodo reciente, las administraciones públicas han correspondido exactamente a las peticiones ciudadanas; otra cosa es que ahora muchos ciudadanos se observen y hagan recaer toda las responsabilidad en los políticos. El conjunto ciudadano y gubernamental se ha distinguido abundando el crédito prostituido, el aplaudo a que el olor a fiesta invadiese hasta los confesionarios. Hemos gastado, hemos consentido y nos hemos inclinado hacia un derroche depravado, obsceno y chulesco. Nada que objetar entonces a la propuesta, no hay otro camino que la reconciliación con la sencillez.

Para pronunciarse sobre las listas de espera, se requiere antes un estudio comparativo de la demanda real -que no solo necesitamos Democracia Real, que también se requiere saber la Demanda Real-. Los números que se manejan son de diferente condición en las diversos sistemas sanitarios de nuestro país. No olvidemos que, al parecer y a la medida del resto de los países, los españoles en su conjunto gozamos del mejor sistema sanitario del mundo; incluso en este periodo. Ello no implica que sigamos defendiendo la incorporación total de los servicios odontológicos a la sanidad pública y reconocer y criticar que no son lejanas las voces que reivindican que los asuntos de belleza, ungüentos y afeites deben ser contemplados como atenciones sanitarias básicas. Nuestra salud global se eleva a medida que se elevan los tratamientos quirúrgicos, que son los que provocan las listas de espera. Bien es preocupante que la espera de la Comunidad de Madrid ostente un penoso primer puesto.

Situación pareja ocurre con el apartado número tres, la atención a las demandas de los modernos sistemas educativos varía en función de las
comunidades. En general, en España, solemos argumentar con el número más que con la eficacia y medir los derechos de los alumnos con los derechos sobrantes del profesorado. La irrupción de profesionales distintos al docente en los servicios educativos (aulas matinales, transporte, comedor, actividades complementarias, cuidadores,…) van componiendo un entramado de servicio público que en nada se parece a los existentes treinta años atrás. No creo que las deficiencias más serias se encuentren en las atenciones educativas. Quizá en Madrid la sensación o la situación sea distinta.

Se agradece mucho el resalte y la preocupación por cualquier tipo de dependencia, a la que quiero añadir la hermosura ideológica que hoy mismo me ha hecho descubrir Juan Goytisolo: «Nacer en España es una desgracia como nacer ciego, sordo o con una discapacidad similar. No tener la posibilidad de desarrollar el espíritu libremente, de tener acceso a la cultura, de expresar las ideas libremente, de hacer política libremente, supone una mutilación tan grave como las incapacidades físicas.»

Europa

Pero… ¿nadie de acuerda de los servicios públicos de corte europeo?. ¿Ya no tenemos referencias de los otros países del entorno?.¿ Se le ha olvidado al 15M Europa como parece haberse olvidado del Ecologismo?. ¿ Ni siquiera un reconocimiento a la inmensa ayuda europea recibida?. ¿ Ni siquiera la seguridad democrática ante una locura con tricornio?. ¿ No nos vale ya Europa ?. ¿Sobre qué referentes geopolíticos apetecerían acampar a l@s protagonist@s de esta aventura incompleta ?

Goyo
14-jun-11

Ataque al modelo

Rodríguez_Ibarra

Esto no para. Después de las atroces venganzas entre los grupos combatientes en la nuestra Guerra Civil, después de que el bando ganador persistiese en décadas en la limpieza ideológica con sus miles de ajusticiados y otros muchos más condenados a la tortura y a la persecución ,… después de todo ello ser bendecido y paseado bajo palio, nos sorprende la cruzada de los historiadores con panfleto gordo, en forma de libro serio, escribiendo el prólogo de la beatificación de Francisco Franco. Para mejor equilibrio, conviene articular conjuro y persecución a todo lo que huela a socialismo; así que comencemos por la persona cercana de aquí que lideró idea y gestión durante una generación; a falta de cardenales y teólogos que den la cara, basta con que un monaguillo inicie las primeras acusaciones para que la Santa Inquisición señale a brujas y herejes. Luego nos llamarán a declarar. Mientras tanto, vale el desprecio como aprecio y cualquier calumnia será entendida como crítica libre. El Diccionario biográfico urdido por la RAH no es un “Monumento a la libertad de expresión” como quiere ahora argumentar su director, que confunde a sabiendas el concepto de libre expresión con la libre expresión de calumnias y mentiras. Ahora comienza la biografía del barbas.

La crítica nunca la hemos sabido hacer en esta tierra. Es muy difícil ejercerla porque de inmediato levanta las pasiones escondidas, que no suelen exponerse con respeto, sino a oscuras del anonimato que se consiente y fomenta desde los medios públicos de información lo que promueve un mal entendimiento de la libertad de expresión. La trama de desprestigio aireada contra “El Ibarra” acaba de empezar. La inquina lacerante se reparte gratuitamente en cada esquina, se abona en redes sociales, y se engorda con los silencios cómplices.

El transfondo no está solo en herir a la persona que representa para Extremadura una generación completa, el objetivo de esta contienda es destruir el modelo a base de manchar con tinta lo que hemos escrito entre todos, con la intención de hacerlo desaparecer en el olvido, de arrojarlo a la cuneta, de practicar de nuevo otra fosa común, convenientemente bendecida y de enterrar una manera propia y colectiva de entender a esta región: la emancipación política de la mujer, la extensión de las comunicaciones, el acceso al saber y del derecho a sanarse,…

El olvido es el único perdón y la única venganza decía Borges; se fue y nos nos aclaró si eso nos vale a los extremeños. Esa es mi duda.

Goyo
13-jun-11

Spanishrevolution (III)

Casa

El derecho a una vivienda digna que se airea en nuestra sociedad, es una expresión tan acertada como inválida. Apenas podemos ponernos de acuerdo en el concepto de vivienda; pero mucho más malamente vamos a concordar sobre el concepto de dignidad. La evidencia de esta calamidad conceptual -creo que sigue muy oscuro para todos el concepto de dignidad- es en verdad la esencia íntima del la crisis del ladrillo y causa primera de la penuria social que sigue alimentando este periodo de crisis. Ser indigno comienza dignificar a muchas personas.

Las propuestas asamblearias de la gente indignada -¿sin dignidad?- han resumido en tres los principios reivindicativos relativos a la necesidad de vivienda. Muy pocos aunque muy claros; si son claros puede que se hayan quedado en medio disquisiciones interesantes aunque oscuras. ¿Por qué tan pocos siendo tan larga y ancha la necesidad?. Aceptemos la brevedad como tesoro y alimento de las reflexiones.

1.- Expropiación por el Estado de las viviendas construidas en stock que no se han vendido para colocarlas en el mercado en régimen de alquiler protegido.
2.- Ayudas al alquiler para jóvenes y todas aquellas personas de bajos recursos.
3.- Que se permita la dación en pago de las viviendas para cancelar las hipotecas.

Debido a nuestra cultura hispana sobre la propiedad, el fenómeno de la expropiación suele ser bien entendido por aquellas personas que van a ser beneficiadas como consecuencia de esa acción y muy mal comprendida por las personas que pierden su propiedad íntima a cambio de un dinero que siempre les parece insuficiente. En otros países, este sentimiento no provoca tanto rechazo; por ejemplo, en Bélgica, cuando los poderes administrativos deciden que un nuevo colegio se necesita para una zona urbana, se elige el centro geográfico de la zona afectada, se expropian las viviendas, almacenes o locales que convenga a la dimensiones que marca la normativa, y los afectados por la expropiación quedan tan satisfechos porque de ordinario, las contraprestaciones son en verdad lo suficientemente satisfactorias como para ayudar a olvidar los retazos sentimentales. El caso belga se sublima cuando es una nueva línea férrea la que requiere expropiaciones: todo el mundo quiere que la nueva vía pase por su propiedad. Así que yo hubiese sugerido primero una nueva cultura -pública/privada- afectiva favorable a la expropiación, lo suficientemente generosa para que en verdad seamos algo más creyentes en esta cosa tan difícil que llamamos «público».

Hace justamente un siglo, en 1911, saltaron las alarmas es este país porque se estaba edificando viviendas a un ritmo superior al ritmo del crecimiento demográfico; allá por el 2008 los cálculos que se efectuaban en nuestro país ofrecían la perspectiva de llegar al 2015 con una tasa de viviendas igual a la tasa de vehículos a motor: uno por habitante. La expropiación de los que tienen, no asegura la apropiación de los que carecen. En nuestro afincado y sagrado derecho a la propiedad, no existe tendencia declarada a impedir.

El punto 2 referido a las ayudas para el alquiler, es de tan pesada cordura, que en realidad serviría de ayuda a un primer paso que nos facilite entender que lo mismo que hay colegios y hospitales que albergan temporalmente a ciudadanos mientras se les presta un servicio, habrá de instituirse en respeto al derecho proclamado, de asegurar a los menos pudientes y/o a los accidentalmente necesitados, una «protección vivencial«, una «solución habitacional«, o cualquier iniciativa que satisfaga cualesquiera de las variadas situaciones que afectan a las familias o a las personas individuales. Eso sí, si hay que consagrar la vivienda pública de alquiler, seamos sagrados a la hora de respetar instalaciones, limpieza, decoración y trato cuidado del bien que se facilita. Una precaución, una caución y una inmediata repercusión en la Agencia Tributaria y en las cuentas bancarias personales deberían regularse. Este es un desafío asumible fácilmente por nuestras administraciones, si es que sigue pujante la interpretación de que el político ha de estar inclinado hacia la organización, gestión y administración de lo público y no abandonarse a la falsa baratura de «lo privado».

En el punto tercero me encuentro flojo. Hemos chocado con los conceptos chirriantes y desengrasados del Derecho Romano, que parecen tener más rigor que los axiomas matemáticos. Es curioso cómo cambia la Filosofía a lo largo de las épocas, cómo se discuten las teorías físicas, cómo se ponen en discusión creencias médicas y cómo de inoxidable e inalterable siguen los fundamentos del «derecho»: los mismos siguen siendo los mismos. No es lo mismo dación que donación, hipoteca que préstamo, vinticatio que actio legis,

Y lo que hecho mucho en falta, proviene de la ausencia de críticas de corte ecologista en contra de los atropellos que se han fomentado contra el buen orden del territorio y el respeto a la vida diversa que no ponga en peligro especies vivas.

Muy regulín por los concentrados; no está bien que a algunos se les ha pasado por la realidad ligar el problema de la vivienda con la problemática medioambiental y urbanística; estaba muy claro, sólo había que preocuparse por el derecho a un hábitat digno, estaban a un paso de adelantarse a propuestas livianamente sostenibles.

Para la próxima.

Una banderita para los olvidadizos.

Goyo
09-jun-11

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La tormenta

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Atormentado el tiempo en el que se mezclan truenos y luces negras.

Toda Iberia parece oscurecida en razones como para ser obediente a pasiones ingobernables; en las plazas y en las urnas se infringen castigo a los gobiernos y se optan por las versiones más inhabilitantes. No es que seamos adeptos a las perversiones que encuentran placer por vernos maltratados y humillados, es que parecemos disfrutar al sentirnos disminuidos de protección social y nos queremos acostumbrar a sufrir las inclemencias que producen las sociedades egoístas. Una ola de disfrute extraño porque así entenderemos mejor las penurias de África subsahariana o de Europa nordasahariana.

Y es que hasta la infancia sutil y abierta se muestra sensible para participar en el rosario de opiniones que definen qué deberíamos hacer. Ellas y ellos también han aceptado la pasión de intentar ser la persona que mejor sepa mandar. Quieren los niños llegar a mayor para figurar en los carteles de las calles. En ellas y en ellos también está de moda eso de ser concejala o alcalde. Y yo les digo que deben esperar mucho tiempo mientras piensan, que así podrán acumular maneras diferentes de leer y solucionar los problemas.

– A ver, ponnos uno, a ver si nosotr@s sabemos o no ser. Y esto es lo que les dije:

Una tarde de mayo, se tapó el sol a base de nubes que iban engordando mientras las cinco se despertaban de la siesta. El calor era menos, el aire se movía más deprisa y los cielos dibujaban colores grises, blancos, blanco azulado y gris azulado,… en fin, que una vez visto tal panorama celeste, la gente experimentada afirmaba que era la paleta de grises que sirve para anunciar que la tarde viene preñada de tormenta.

Comenzó a llover después que las revoltinas barrieran unas aceras y ensuciaran otras: papeles, bolsitas de celofán, hilachas de plástico, pajas secas y variadas, envoltorios de colores, … una mezcla diversa de basuritas se trasladaban al concierto ad libitum del aire loco. Y empezó a llover,… con las ganas que tiene la lluvia de calmar las ventoleras y mojar los papeles para que pesen y descansen. La lluvia, además, sonaba por mil las mil gotas que a la vez caían sobre las gotas caídas que habían cubierto ya el asfalto con una lámina transparente y repleta de mil círculos. A la vez, granizos como garbanzos de tamaño variado bajaban mezclados con los goterones, que poco a poco se fueron transformando en granizones y así, el agua fría con esferitas de hielo achaparró flores y obligó a los gorriones a esconderse.

Las hojas de aquel árbol, rotas y desprendidas viajaban montadas en el viento o embarcadas en el agua que comenzaba a inundar, a tapar superfices, a llenar hoyos y a correr obediente las cuestas abajo,… Lo interesante y espectacular de esta tormenta, quizá no fuesen los vivaces relámpagos y los roncos truenos; lo inesperado es que el árbol se desnudaba, los arroyos pasaban de introducirse por los imbornales y las aguas iban como de feria en feria sin descansar ni conducrise por donde dicen que deben recorrer urbanas (obedeciendo al buen urbanismo).

Aquella casa tenía un patio, con un sumidero central que recogía en su boca toda el agua loca que, como iba revuelta de granizos, algunas hojas arrancadas del árbol vecino y papeles flotantes, bien pronto atascó la salida y acumuló un charco inmenso que, según contaba el ama de aquella casa, subió como una cuarta en todo alrededor de las paredes,… que las marcó de huella sucia y húmeda señal.

Así que la mujer quiso encontrar solución yendo al señor Alcalde, al que le expuso el caso a la vez que acusó al árbol de la acera, casi pelado, de ser autor y responsable de tan dañina inundación. En la exposición, la mujer añadía la solución: como el árbol era del Ayuntamiento, el señor Alcalde debía ordenar y pagar a los pintores para que el patio se limpiase y pintase. Y que, además, para evitar males futuros, se cortasearrancase el árbol.

-¿Qué le responderías tú si fueses la Alcaldesa? -Le pregunté a Felisa-

Y Felisa dijo que ni hablar, que de eso nada, que el patio era de la señora y no del Ayuntamiento. Y otros y otras aspirantes a ediles ensayaban respuestas parecidas y mejores. Que qué cara!. Que el árbol no tiene culpa. Que esa señora no piensa bien. Que qué pena eso de arrancar el árbol. Que las tormentas son las tormentas y que a mi padre le abollaron el coche los granizos y que el seguro dice que eso no lo cubre !…

Y Esther aporta su respuesta en una pregunta: ¡Y a quién se le ocurre hacerse una casa al lado de un árbol?!

(Por si algo sirve para vecino o Alcaldesa)

Goyo
07-jun-11

Una banderita para los árboles urbanos.Bandejpg

Spanishrevolution (II)

Aperos

Cuando Maxi Robespierre y su pandilla de revolucionarios parisinos hilvanaban lo que todavía está por coser, casi seguro estoy que para ellos y para los girondinos, las discusiones y los debates de la Asamblea eran revolucionarios. En los debates y asambleas de esta primavera tórrida y soleada, no me parece que exista convicción de que estamos ante un acontecimiento social que merezca tal nombre; pero como los esfuerzos y las tensiones han sido abundantes, seguro que las propuestas no solamente dejarán poso sino que germinarán.

Antes de que sepamos si la plaza vuelve a ser el campo primigenio, cruce de calles, almacén de sueños,… ya están los agoreros pronosticando su inanición o, lo que es más y mucho peor, que el movimiento se pare en un partido político (por absorción/por creación); será entonces cuando tendremos más seguridad a la hora de utilizar, o no, con precisión, el calificativo «revolucionario».

Las propuestas que mayor magnetismo podrán crear giran alrededor de nuestra capacidad como sociedad para ser abundantes también en «trabajo»; lamentablemente, parece que nadie reivindica que lleguemos a lo que podríamos llamar «derroche laboral». Cosa que me parece hasta milagrosa si me dedico a ver números de trabajadores afiliados a los sindicatos, a la participación de los afiliados, al respaldo y valor concedido por la ciudadanía a las tareas sindicales y a la filosofía escrita y practicada por algunas organizaciones que se dicen defensoras de los derechos y de los deberes de los trabajadores.

Pues la segunda tanda de propuestas, en número de cinco, se destinan a diseñar una estrategia contra el desempleo. Son éstas:

1.- Reparto del trabajo fomentando las reducciones de jornada y la conciliación laboral hasta acabar con el desempleo estructural (es decir, hasta que el desempleo descienda por debajo del 5%).
2.-Jubilación a los 65 y ningún aumento de la edad de jubilación hasta acabar con el desempleo juvenil.
3.-Bonificaciones para aquellas empresas con menos de un 10% de contratación temporal.
4.-Seguridad en el empleo: imposibilidad de despidos colectivos o por causas objetivas en las grandes empresas mientras haya beneficios, fiscalización a las grandes empresas para asegurar que no cubren con trabajadores temporales empleos que podrían ser fijos.
5.-Restablecimiento del subsidio de 426€ para todos los parados de larga duración.

Creo que la necesidad de repartir el poco trabajo que se ofrece, tiene que ver con las herramientas. Bien pronto me parece que nos hemos olvidado del avance de nuevo maquinismo, que incluso el ocio -no ya el trabajo- viene dispuesto en máquinas. El resultado es que no sólo se abarata la pena del trabajo sino el tiempo del trabajo, y lo último repercute en una menor cantidad de trabajadores. Ello supuso hace más de medio siglo la aventura de dictar por ley una jornada máxima de ocho horas diarias y un correspondiente descanso semanal que se ha ido agrandando y parece no tener fin. Para ambas situaciones apunté meses atrás algunas reflexiones que quizá convenga revisar: tal vez sea viable una jornada laboral de seis horas con la proporcional reducción de salario y quizá no sea de locos comenzar a pensar en otra concepción de la semana diferente a como la dibuja el Génesis o la impuso la cultura judía.

Acerca de la jubilación, la concepción del Estado del Bienestar apunta a una personalización de las condiciones de trabajo de forma que cabe esperar diferentes formas de abandonar o cambiar de trabajo sin que una determinada edad sea la clave definitoria. Y conviene buscar planteamientos de un periodo de tránsito hacia la jubilación definitiva con jornadas adaptadas al trabajador y/o a la empresa o administración.

Sobre el trabajo temporal es cuestión que debemos aceptar y que viene impuesta por las tendencias sociolaborales a la adaptación; hay empresas que pueden afrontarla causando beneficios. Otra cosa y necesidad es que debamos impedir abusos. La cuenta quizá se aclare diciendo que a la sociedad le debe dar igual que un trabajo de ocho horas lo ejecute una persona en ese tiempo, o sea ejecutado por dos personas que hayan trabajado cuatro horas cada una.

El despido cuando existen beneficios no persigue otra cosa que buscar más beneficios, esa es la clara filosofía que sustenta la teoría de la competitividad, que por cierto, no sé como no ha sido agarrada de los pelos incluso por pensamientos progresistas, cuando observamos que el ser competitivo se aleja mucho del ser solidario y fraternal.

Acerca del restablecimiento de un subsidio no debe fijarse en un número único, creo que estamos en condiciones de asegurar una mejor atención a la persona sin trabajo teniendo en cuenta su condición familiar, de renta y de limitaciones por edad o condición de valía. Ello implica una mayor cantidad de personas dedicadas a las oficinas públicas de atención laboral.

Vale. Pero les noto un tremendo olvido. En nuestra sociedad y cultura -Europa Occidental- el trabajo es un elemento contractual que surge a través de las iniciativas empresariales. Siempre nos han hecho creer que son las empresas las instituciones que crean empleo y la función de las administraciones públicas residen en animar y ayudar en lo posible a las iniciativas empresariales. Muy bien. Pero en el andar cotidiano, las personas con graves problemas económicos porque no encuentran trabajo, acuden a los Ayuntamientos a demandar «lo-que-sea» y ahí tenemos a miles de alcaldes agobiados por atender una necesidad que ninguna de las leyes que regulan las Haciendas Locales recogen como de obligado cumplimiento. Item más, tan solo cuatro o cinco años atrás, las empresas denostaban (por decirlo educadamente) a los gobiernos municipales que decidían hacer obras públicas por administración, argumentando que los Ayuntamientos «quitaba» el trabajo a las empresas. Ahora son las empresas las que demandan a las instituciones públicas el fomento de obras públicas para salir del bache; es decir, estamos en la época donde las empresas piden empleo a las administraciones. Ahora son también los obreros quienes acucian a los Ayuntamientos para que les «den» trabajo. Ahora han sido los aspirantes a regir los gobiernos municipales los que han prometido «crear» empleo. Ahora podrá salir quizá alguien a recordarle que esos dineros públicos no deben tener carácter finalista distinto al previsto por los textos refundidos. Parece un primer paso hacia una malversación general y consentida; eso es lo que parecen decir nuestras más elevadas palabras.

¿Vamos/queremos ir hacia un estado comunista donde los bienes de producción y las condiciones laborales las dicta papá Estado?

Goyo
02-jun-11