¿Tampoco en Europa?

Aún no sé cuáles son los problemas que más nos atañen, puedo quizá apuntar siete o diecinueve en menos de un minuto. No obstante, tengo claro que en la inquietud de la gente como yo, no entra la preocupación por límite de Chandrasekhar, que es el tope de masa más allá del cual la degeneración de electrones no es capaz de contrarrestar la fuerza de gravedad.

Volviendo a lo liviano, las dos grandes fuerzas políticas no terminan por aclararse al respecto de los problemas cruciales de este país. Unos dicen que de seguir así el urbanismo, acabará con la política, con los políticos, con las costas, con las tierras,… y que son necesarias un montón de medidas que debieran pactarse. Otros dicen que lo que hay que hacer es que lo haga la policía y los jueces; pero rehuye el posible pacto.

Unos dicen que quizá allí en aquella Europa -que parece que nunca llega a ser la nuestra-, pudiera dialogarse para acordar un texto común que haga aflorar la paz en el cachito del País Vasco; incluso hacen descansar el cometido en dos europarlamentarios,… y nada.

Otros dicen que «pa qué» y los dos eurodiputados del PSOE y el PP encargados de negociar una resolución sobre el proceso de paz para su aprobación en el pleno que la Eurocámara celebra el miércoles han constatado que es prácticamente imposible llegar a un acuerdo y ni siquiera llegaron a sentarse para hablar del texto.

dos sillas.jpegNi siquiera a sentarse, que puede ser también por falta de sillas.

La europarlamentaria socialista Elena Valenciano y el eurodiputado popular Vidal Quadras confirmaron por separado que no se habían reunido la tarde del domingo como tenían previsto inicialmente y reconocieron que el consenso era altamente difícil. Valenciano aseguró que Vidal Quadras le había comunicado que no merecía la pena reunirse tras las declaraciones del líder de su partido, Mariano Rajoy, pues calificó de ‘grave error’ el debate en el Parlamento Europeo porque ‘gane quien gane la votación, ETA ya la ha ganado’.

Me dan como ganas de escribir que gane quien gane la votación, lo mismo los que pierden son … (póngalo usted mismo).

Claro está, más bonito sería aplicar en este caso el límite de Chandrasekhar, que es el tope de torpeza más allá del cual la degeneración política no es capaz de contrarrestar la fuerza de los seguidores.

Goyo

23-oct-06

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