Otra ocasión para no morirse tonto

billetes.jpg 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pregunta ahí mismo, a ese lado que aparece ocupado por esa persona que está al corriente de lo que pasa. La primera pregunta que debes plantearle se hace para que sepamos, aunque sea de media vez, cuántos millones de Euros ha facilitado el gobierno a los bancos. La segunda, si se responde, nos debería decir desde qué fecha los bancos tienen esos dineros disponibles. Si todavía resiste, lo mismo es capaz de soportar una tercera pregunta para que nos aclare cuánto de ese dinero se ha repartido ya entre las empresas necesitadas o por los hogares con estrecheces. Digo esto al mundo de los vivos porque esta mañana, en la Cadena Ser, los expertos en pistas financieras se hacían preguntas que incitaban a éstas que acabo de plantear.

 

¿Hay algún banco por ahí que haya puesto el cartel de “Aquí hay billetes”?

 

Los expertos que he escuchado afirman que muchas de las empresas siguen en esta situación: contratan un trabajo o servicio, lo ejecutan, para ello gastan y pagan personas y materiales, pasan la factura al cobro y,… a esperar “comprendiendo” que es que estamos en crisis; mientras, lo mismo ya han contratado otro trabajo que debe ejecutarse, para pasarlo al cobro, etc, etc… Las distancias entre el remate de faena y el cobro efectivo son cada vez más largas, impredicibles, escurridizas,… todo el mundo buscando la pasta haciendo el tonto mientras tanto.

 

Mientras ese tanto, ¿dónde están y qué hacen los dineros inyectados?

 

Cuando suena la palabra «Filosofía», o bien se desata el terror, o bien una carcajada, o bien la bizquera del sordo («¿filo qué?»). Eso contaba Félix De Azúa. El primer caso atañe a quienes creen que la Filosofía es como la Física Cuántica, cuando sólo es su fundamento. En el segundo caso es seguro que se ha dicho en un contexto como «la filosofía del entrenador del Real Madrid». El tercero es el más general y simpático. Sin embargo, la Filosofía es lo más simple del mundo: es «el arte de hablar exclusivamente de asuntos que a todos conciernen«. Eso sí, deben concernir a todo el mundo, no solo a los geómetras o a los peluqueros, no solo a los inteligentes o a los tontos. A todo el mundo. Parece una condición imposible de cumplir y sin embargo es la única sin la cual no hay filosofía.

Por ser difícil de cumplir, la filosofía es infrecuente; le sigue pasando lo que ahora le ocurre a los billetes.

 

Goyo

11-dic-08 

 

 

 

 

Duda a la bolonesa

 invespura.jpg

 

Nunca repudié una huelga. Aunque estuviese racionalmente equivocado, me gustó y me gusta armarla con el arma más pacífica que tiene la colectividad. Y nunca me escudé en el número; por eso me anima el alma que los estudiantes universitarios, y vísperos, se las arreglen para hacerse un huevo -perdón-, un hueco en la importancia. Para ellas, para ellos, les expongo mi duda experimentada.

 

He de decir que, como estudiante, tuve la fama tanto de bueno como de revoltoso aunque tirando a pavo. Como estudiado, cuando éramos muy pocos los que creíamos que “eso” de Europa era algo más que ir a Perpignan a ver no sé qué cosa del tango, tuvimos “la necesidad” de irnos a Bélgica, prestada mi condición de maestro al Ministerio de Asuntos Exteriores, que en aquel entonces lo era bajo la batuta del asturiano Morán.

 

Bélgica nos acogió con la mayor tasa de humanismo que he conocido y, además -porque lo supe de cerca- fue una de las naciones que evitó trabas a que nuestra dolida España entrase en lo que entonces era “Mercado Común”. No obstante la preocupación mercantil, muchas instituciones belgan nadaban ya en la superación de lo económico y fijaron sus primeros cuidados en el campo de las culturas y de las ciencias; así, que no me fue difícil introducirme en los primeros vericuetos universitarios de la Universidad Libre de Bruselas.

Dos años más tarde, me hice forofo del Instituto Superior de Psicología Experimental de la Universidad de Lieja; allí me admitieron para seguir cursos que se llamaban entonces de “postgrado” y que suponían los primeros y necesarios pasos para que un licenciado adquiriese la condición de doctor. Nada más vieron el papel oficial de la Uned y aquello fueron puertas abiertas. No solo estudié sino que aporté, y fueron admitidas, las bases científicas de una tesis sobre los comportamientos verbales en el aula.

 

Aquella estancia acabó sin que hubiese tiempo a rematar la faena bajo la prestigiosa cátedra de George de Ladsheere, y regresé a nuestro país, inmerso ya en la Europa antes soñada.

 

La Universidad de nuestra Extremadura Europea, y nuestro MEC de nuestra España Europea, al ver los papeles de la Universidad de Lieja, me recibieron con los siguientes brazos: 1) imposible dirigir la tesis porque lo que ahora apoyamos son los estudios cualitativos y en su propuesta abundan las fórmulas matemáticas; y 2) aunque haya estado como estudiante de postgrado en la Universidad de Lieja durante dos años, no se contempla este hecho como suficiente para concederle la especialidad de Idioma Francés en Enseñanza Primaria. Tócate los huecos.

 

Pero no se me ocurrió levantarme en huelga para que se instalara el espíritu de Bolonia; estaba solo y a mí me va la comparsa.

Goyo08-dic-08

La bomba de un discurso

 minaymadre.jpg           Hace escasas fechas, vino a mi correo el discurso pronunciado por Gervasio Sánchez cuando recibió el premio Ortega y Gasset de Fotografía. Es un discurso que para mí tiene el valor de la oportunidad acechante: se debe guardar para ocasión propicia y permanente.Y ahora, Carme Chacón, la ministra mejor valorada, ha despertado el momento: ha sido un acto (comienzan a destruirse las bombas-racimo) poco percibido por los grandes titulares, pero mantiene el valor de iniciar el camino reivindicado por quien ha visto sufrir de cerca el desgarro del infortunio bélico.

Este discurso fue pronunciado por Gervasio Sánchez el 7 de mayo último en el acto de recepción de los Premios Ortega y Gasset. Estaban presentes la vicepresidenta del gobierno, varios ministros y ex ministros, la presidenta de la Comunidad de Madrid, el alcalde Madrid, el presidente del Senado y centenares de personas. Sin embargo, no fue publicado por El País ni por ningunos de los medios que patrocinan ese premio. Lean y sepan:

 

Estimados miembros del jurado, señoras y señores:

Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.

Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.

No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.

Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.

Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad

Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.

Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película ‘Cuentos de la luna pálida’ de Kenji Mizoguchi.

Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.

Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.

Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.

Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.

Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

Muchas gracias.

 

Ignoro si la señora ministra estaba entre las personalidades que en su día escucharon el breve discurso del fotógrafo premiado o, simplemente, comienza a utilizar de manera ejemplarizante algo de la mucha información que su cargo arrastra. No sé si el plazo de siete meses se me presenta largo, pero menos da un racimo. No sé si su feliz y reciente condición de madre tiene mucho que ver en la decisión,… por todo lo que no sé, me apetece clavar la foto de Carme junto a la de Gervasio. 

 

 gervasio.jpg carmechacon.jpg

 

 

 

Goyo

06-dic-08

Día que parece más constitucional que otros. 

 

La idea (I)

unaidea.jpg

 

 

No he de comenzar diciendo que “érase una vez” porque ya habían sido muchas. Los ciudadanos, los gobernantes, los súbditos y los que no querían tener techo habían agotado las fuentes del trueque; la riqueza era la misma pero la sensación de pobreza se había repartido como la gripe en otoño. Esto, que es muy difícil de explicar, fue encomendado a los niños que aún tenían cerebro dispuesto y sin sombras. Algunos mayores creían que los niños no lo entenderían; pero los niños ya habían aprendido que la misma riqueza había sido invadida por distinto precio.

Las personas de aquella historia habían construido tantas casas a lo ancho, a lo largo y a lo oscuro, que era imposible comprar una casa. Habían fabricado tantos coches, y tan dotados, que sobraban fábricas, fabricantes y fabricados. Y eran tantos los helados almacenados, que se pasaba frío. Y a sabiendas, entorpecieron tanta Naturaleza, que las previsiones se convirtieron en errores esperados.

Los periódicos, los gobernantes y los torpes lanzaban mensajes angustiados y dirigidos a los lectores, a los ciudadanos y a los listos para que -entre todos- se aportasen ideas con las que vender de nuevo, y vender más y vender pronto ante el temor impuesto por la práctica más triunfadora; era la práctica de no comprar por tener miedo a comprar.

Vamos a tomar medidas para salir de esta crisis -decía el dirigente-

Tienen ustedes que encontrar remedio a la crisis -decía el dirigido-

Y el tiempo se agostaba lo mismo fuese enero y las fiestas se aburrían lo mismo fuesen bodas y los jóvenes se arrugaban lo mismo fuesen atletas.

Que se junten otra vez los ajuntamientos, que estudien otra vez los estudiosos y si fuera preciso, que otra vez hagan trampas los magos,… pero que se acabe este tiempo de zozobra, que no sé muy bien lo que ya significa. Eso decía en voz alta y solemne el Poderoso.

… Ah, y que se fijen carteles en las esquinas anunciando que se buscan ideas para alegrar la economía… aunque engorden los banqueros…

Señor, eso de “engordar a los banqueros” creo que debemos eliminarlo, seguro que alegrando la economía se solucionan todas las cosas y así a la gente no la empujamos a pensar mal. Y puede que se animen y participen hasta los mismos banqueros, los mismos gobiernos y los mismos intelectuales.

Claro,… está bien pensado. Nos falta ahora decidir el premio a la mejor idea.

Creo, Señor, que no puede ser un premio habitual; no valdría un coche carísimo o un chalet en la montaña. Ha de ser, como una especie de título nobiliario, vigoroso,… un reconocimiento perpetuo que suponga una renta permanente, que incluso crezca con el tiempo más deprisa que crecen las ganancias de los financieros más masterizados. Eso es,… no hará falta que reciba dinero alguno. También le pondríamos guardaespaldas y guardapechos.

 

 

(Continuará mañana)

Goyo

03-dic-08

Hoy, otros se merecen la lectura.

 ozeui.jpg

 

 

 

Para esto también se quieren a los amigos; cuando te superan y crees que por mucho que hagas no llegas a ellos, tienes la obligación de mostrarlos, de enseñarlos,… para que la gente sepa con quién te avienes y con quién compartes. José Luis Prieto, acaba de presentar una denuncia ante la Fiscalía de Santiago de Compostela sobre un supuesto delito de calumnias contra el Rey, presuntamente lanzadas desde la COPE. 

En la foto, acompañándonos, José Luis Prieto en el centro y José Antonio Donaire con la camisa blanca; el de camisa verde, naturalmente, soy yo.

 

Dedícate a leer un apoyo decidido. Este de aquí abajo, es el del clavel rojo.

 

ricardo.jpg 

 

Goyo

27-nov-08

 

 

Desarrollo ruralita y Declaración de Mérida

 img_5246.jpg 

 

 

 Al desarrollo denominado urbano, que ustedes mismos habrán podido observar a qué destinos sociales conduce, parece que le sigue el desarrollo rural. 

Mientras tanto, ocurren cosas tan importantes y seguidas, que el sosiego no alimenta ni a los ciudadanos ni a los gobernantes. No sabemos a qué atender con nítida decisión; por eso me doy una vuelta por la semana pasada y revuelvo los registros que la sociedad extremeña produjo tras el encuentro que a mí me parecía quebrantador de la molicie y del mismo ajetreo: ¿Qué vamos a hacer con los pueblos?

La solución se dice que está en un documento denominado “Declaración de Mérida” firmado por España y Portugal el día 14 de noviembre en la capital autonómica extremeña. La llamada Declaración de Mérida, tiene un texto de «consenso y compromiso» fruto del intercambio de experiencias y políticas que, durante tres días, se ha llevado a cabo en el marco del Congreso Ibérico de Desarrollo Rural Sostenible, clausurado hace justamente una semana.

Lo que a mí me extraña, es que tan magna y delicada necesidad no haya levantado más aplausos que aquellos que habrán fabricado los asistentes a la hora de inaugurar o clausurar el evento: unos trescientos expertos que habrán dicho muchas más cosas que las que presenta la prensa. ¿ Alguno habrá dicho que la voracidad urbana fabrica a la perfección un ruralismo insostenible ? ¿Con qué personal se van a llenar los PGOU de los grandes núcleos urbanos extremeños ? ¿Cuántos pueblecitos están condenados a desaparecer para engordar a los gordos? ¿ Qué sanciones administrativas y políticas están previstas para castigar la codicia urbanística de las ciudades ? ¿No tiene suficiente crisis lo rural?

Hubo en otros tiempos otra “Declaración de Mérida” -lamentablemente casi olvidada por tirios y troyanos- aquella que anunciaba que las visiones autónomas provocaban ceguera nacional y que la paz no es solo silencio de armas; parece que atajar ese vicio tampoco interesa ahora. Tampoco interesa ahora abrazarse con Portugal. Tampoco interesa ahora torcer los diseños económicos hacia el campo, si no es para avasallarlo con escombros que surgen de construcciones que provocan cada vez más ruina global, diversa y acentuada.

¿Cuántas veces nos deben demostrar que mucho de lo que hacemos se ejercita limpia y decididamente contra el desconocido Informe Brundtland (1987, hace 30 añitos, oiga)

¿Cuántas veces hay que decir que la expresión «desarrollo sostenible» arrastra una falacia interna?

¿Cuánto rural está dispuesto a tragarse este urbano?

No importa demasiado,… sólo uno de cada tres españoles lee en blogs y éste lo lee poquita gente.

 seraunaciudad.JPG

Goyo

21-nov-08 

 

 

 

Ya no hace falta que me castiguen

 

 bande.jpg

 

 

 

 

 

 

 

 

Me he resistido bastante por la sencilla o complicada razón que se asienta sobre mi principio de que es bueno no querer molestar a nadie; pero la gente de la proximidad me venía insistiendo para que incluyera mi RSS, para que se sindicasen, para que las amiguetas y amiguetes recibieran de manera autománica las variaciones a que someto este blog.

Yo sigo pensando que esa orden libre puede ir cargada de empacho. Allá ustedes, vosotras, vosotros,… Ya he colgado mi nueva oferta.

Cuando os apetezca, me borráis de la lista.

 

Goyo

20-nov-08

 

Bellotas de Buenos Aires.

 bellotas.jpg

 

Al principio no quería, pero no ha tenido más remedio que obedecer: César ha tenido que ir a Argentina a llevarle unas bellotas a Sebastián Lorenzo. Las bellotas son de encina y de alcornoque, ambos árboles de la familia “quercus” y con fruto-semilla tan semejantes que a simple vista no existen diferencias. Yo, cuidadosamente, introduje unas en una bolsita y las otras en otra bolsita, las cerré y las diferencié con una pegatina que decía “encina” y con otra pegatina que decía “alcornoque”. Dentro iba un folleto explicativo y una cartita “para cualquier persona sensible”.

Y me twitea Sebastián demandando el proceder para que germinen las bellotas; y eso es lo que viene a continuación: 

 

  1. Se puede optar por sembrarla primero en maceta para después trasplantarla definitivamente al suelo o -mejor aún- procurar suelo donde crecerá definitivamente.

  2. El principal problema argentino de estas fechas es la proximidad de la estación del verano austral. Procúrese que la plantita, si germina, no sea expuesta a los rigores del verano. No requiere cuantiosa humedad, ni tampoco tierra selectivamente fértil.

  3. Para acelerar la germinación, podemos rociar con unas gotitas de agua el interior de una bolsita de plástico, cerrarla con una bellota dentro, sin sellarla herméticamente (debemos asegurar cierta transpiración) y esperar a que aparezca la raíz (cuatro o cinco días). Cuando aparezca la raíz y tenga más de un centímetro, es el momento para pasarla a la maceta provisional o al suelo definitivo. Repito, no enterrarla excesivamente. En su estado natural, la bellota cae sobre el suelo, enraiza y crece sin necesidad de taparla.

  4. En cualquier caso, tapar la bellota con no más de dos centímetros de tierra, es suficiente profundidad, regar para que la tierra se compacte y no abusar del riego sobre la maceta o sobre la tierra donde crece.

  5. Si brota en maceta, (de unos cinco litros de capacidad) podemos guardar la planta durante dos años. Al paso de ese tiempo deberemos proceder al trasplante definitivo o sobre otra maceta de mayor capacidad. Por eso es importante elegir una maceta tronconónica, que permita el cambio con la menor agresión radicular posible. Los “quercus” son especies arbóreas extremadamente sensibles al trasplante. Ha de hacerse el ambiente muy húmedo, (si es posible, cuando esté lloviendo) en invierno (es decir, en los meses argentinos de julio o agosto) pero nunca provocar encharcamiento.

  6. El crecimiento es excesivamente lento; algo más rápido en el caso del alcornoque.

  7. La madera de la encina es extraordinariamente dura, sirvió de siempre para acompañar al trabajo y a la herramienta rústica. Su combustión es muy energética y los manjares del horno de madera de encina es uno de los sellos de prestigio de la comida mediterránea.

  8. La corteza del alcornoque es el corcho, esencia de la preservación del vino. Una botella cerrada con tapón de origen plástico, es como una hamburguesa que se cuela en un churrasco pampero.

  9. Son los árboles “pobres” de nuestra tierra; bueno “pobres” para la gente pobre de espíritu y cultura, de esa gente que rebosa ignorancia.

  10. O sea, Sebastián, que si la Naturaleza nos ayuda, tus nietos tendrán y disfrutarán de un árbol histórico.

  11. Que sea por ell@s.

 Goyo

18-nov-08