Agrícolas

Aceitunas

Me he venido al campo a escribir, por si así mejor contemplo la duda agrícola. Los racimos ya han decidido que uvas serán y qué florecillas han de caer aunque sea encima del teclado. Hay dos gorjeos distintivos de los gorriones; los de la nueva generación y los otros. Los dos olivos de ahí al lado parecen primos de la parra: tienen la muestra abundante y mezclada en flores. Las lechugas, cuconas. Los pínzoles, para simiente. El abeto dejando agujas,…

La primera duda que puede tener un agricultor es conspiscúcea. Los periódicos afirman que la UE seguirá dando fuertes ayudas al campo más allá del 2013 y la señora ministra nuestra reconoce que aún no se sabe el presupuesto de la Política Agraria Comunitaria. Como ahora toca dar donde sea, ya ha habido expertos en exigir la dimisión de doña Elena por tal grado de ignorancia, que para quedar new progre, hay que calificarla de “supina”, aunque el catedrático -o catedrática- de crítica haya olvidado de dónde coño viene eso de “supina”.

Bruselas -que debe ser muy estudiosa- dicen que estudia crear un seguro que garantice una renta mínima al agricultor. Quizá pensando en otras cosas, los agricultores han protestado derramando “aceitunas y vino” los dos frutos más cultos de nuestros campos. Protestan para que haya precios justos, que a la fama que pasean hoy las señoras Economía y Justicia, dudo yo que se avengan; ya me dirán ustedes lo que entre ellas podrá haber.

Y luego percibo que están paseando al nuevo patrón, que se llama Dacian Ciolos, que debe haber producido ya algún milagro porque había pancartas que rezaban casi la misma adoración que decora a cualquier billete norteamericano. El señor Ciolos es rumano; su historial académico y político sirve muy bien para colocarlo en cualquier altar chiquito, quizá no tan adorado como los miles de rumanos que cultivan en silencio muchos de nuestros campos con salarios callados.

Y esa es mi duda, si no cambiaremos al pensamiento de la cabra, la trompeta y la escalera.

La tarde es calurosa, el aire no está acondicionado y las hormigas no conocen descanso.

Goyo
07-jun-10
Una banderita para los campesinos.
Bande

Receta para el mes de junio.

DanielCohnBendit2005

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O entre todas y todos nos abrimos a la confianza incómoda de escuchar razones distintas, o conoceremos bien pronto que el partido político más poderoso y peligroso es el de la abstención. Ya no tenemos tanta «identificación con el Estado«, y se aprecia una clara tendencia en eso de»cada uno a lo suyo«.

Mientras seguimos pensando en mejorar, ahora que está lejos aquel mayo del 68, escuchad al rojo Daniel.

Goyo.
31-may-10

Montesquieu c'est déjà demodé.

Salon de Madame Geoffrin.

SalonGeoffrin

El Estado parece cosa indiscutible para garantizar la defensa del hombre de otros hombres; salvo para los anarquistas, que opinan lo contrario gracias a que hay Estado.

Al parecer de los pensamientos recogidos por las personas que no tenían blog, hubo de esperar siglos para que un noble barón que hacía pasillos y salas con la gente poderosa, propusiese la conveniencia de asentar el poder en tres patas, quizá partiendo de la observación sólida de que las mesas no cojean cuando tienen tres patas; digamos que sería como una reflexión profunda y “popular” en el sentido perdido del término.
O, tal vez, esta famosa terna estatal provenga de aquella “trias politica”. O quizá que la monarquía no funcionó, tampoco la diarquía e intentaron la triarquía.

Don Carlos Luis ofreció a la época de finales del XVII la idea de que muy bien los pueblos podrían gobernarse mejor, si se diversificaban las tareas poderosas; si unos cuantos hombres se ocupaban del asunto de hacer las leyes, otros distintos se dedicasen a observar y cumplir su ejecución y otros desempeñasen la tarea de valorar su cumplimiento.

Modernamente esta teoría sobre el poder se denomina, en sentido estricto, separación de funciones o separación de facultades, a pesar de que considera al poder como único e indivisible y perteneciente original y esencialmente al titular de la soberanía nación/pueblo, resultando imposible concebir que aquél pueda ser dividido para su ejercicio. La teoría apareció en 1758 gracias al citado Barón de Montesquieu, y las primeras líneas maestras se escribieron cuando, en 1787, James Madison convenció al grupo de redactores de la Constitución de los Estados Unidos de América.

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JamesMadison

Claro, si esta separación se obedece en extremo por cualquiera de los tres poderes, el estado corre el riesgo de quedar inutilizado de soberanía por mera incomunicación; la dificultad estriba en que cada uno de los poderes sepa ser independiente sin dejar a un lado cualquiera de los otros dos. Para tratar del corregir esta posible desviación, el parlamentarismo inglés añadió el concepto “checks and balances” con el fin de mejorar algunos evidentes distanciamientos; la aportación inglesa se refiere a varias reglas de procedimiento que permiten a uno de los poderes limitar a otro; por ejemplo, mediante el veto que el presidente de los Estados Unidos tiene sobre la legislación aprobada por el Congreso, o el poder del Congreso de alterar la composición y jurisdicción de los tribunales federales. Cada país que emplee la separación de poderes tiene que tener, debe tener, su propio mecanismo de checks and balances.

Estamos entonces frente al eterno peligro que edificamos cada vez que hacemos partes teóricas de un problema que en la práctica sólo es uno; cuando analizamos para distinguir, corremos el peligro de hacer creer que las partes son reales, independientes, con existencia propia y autónoma y no fruto de la imaginación.

Nótese que nunca se propuso que el personal cumplidor recibiese parabienes, consideraciones, premios o regalías; antes bien, aquellos que transgredisen las normas, todo el mundo entendía que era merecedor de un castigo. Para ello era necesario que fuesen descubiertos, obligados después a declarar, detenidos si el suceso revestía gravedad, contrastada su falta con los preceptos y escuchadas las diferentes partes afectadas en el proceso; con todo ello, la figura del juez emitía un edicto naciente de su juicio, del ejercicio de comparación contrastada y del su raciocinio: construía una sentencia ya prevista por las leyes, luego no era tan independiente. De la misma forma, las personas dedicadas a confeccionar nuevas leyes debía de depender de la estructura jurídica global que las permitiese; como si fuese cierto y conveniente gobernar con el rabillo del ojo, legislar con miedo y juzgar con prudencia.

Como tengo muchas cosas que hacer, ahora no me quiero ocupar en preguntarme por qué los teóricos del Derecho Positivo no han sabido influir en componer sanciones positivas destinadas a las personas obedientes y buenas; como si pareciese más acertado dar un palo al malo que un beso al bueno, por ejemplo.

Tampoco conozco a pensadores que se hayan atrevido a disgregar aún más el poder. Para este caso, reflexionar si han de ser tres las partes separadas o han de ser cuatro o siete. ¿ Por qué tres y no más ?

Todo esto que parece sencillote y asumible, sigue fuera del criterio de los gobiernos de más de tres mil millones de seres humanos: más de la mitad de la Humanidad no vive conforme a la creencia de Don Carlos Luis; de la otra mitad, apenas se valoran sus gobiernos con el calificativo de “demócrata”, y del escasito resto humanitario, son tan lánguidas las credenciales, que aún después de 200 años seguimos pisoteando, puenteando, burlando y retorciendo la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Los franceses y los paisanos ingleses de las colonias en América del Norte fueron los primeros aventureros en adquirir ración completa de Democracia para asegurar la condición fraterna, libre e igualitaria del pueblo a la hora de gobernarse; a eso llamamos Democracia; sustantivo que también se usa para cosas parecidas que pecan de alguna escasez de Libertad, algún desdén de Fraternidad o alguna torpeza de Igualdad. Naturalmente, también existen mezclas diversas de deficiencias; para que ustedes lo gusten mejor, es como si comparamos un jamón de bellota de dos años de curación, con la diversidad pernil (existe aquí tanta diversidad, que la verdadera especie corre peligro).

Pues lo mismo pienso ya de la Democracia en estos tiempos; reflexionando sobre las aventuras italianas, sobre la ética de la derecha española, sobre el desamparo de la ciudadanía en los países árabes, las persecuciones chinas o el abandono sociopolítico de la sanidad de los pobres en la nación más rica y poderosa del mundo, me parece que son muy pocos los que degustan bocatas de jamón ibérico extremeño.

Una de las cosas que me siguen haciendo torpe en este embrujo social es cuando contemplo que se puede caricaturizar, criticar, burlar, insultar,… a cualquier miembro del poder ejecutivo.¿ Por qué está permitido y alentado el desprestigio de la personalidad política y decimos que a los jueces hay que respetarlos aunque no compartamos sus pronunciamientos?. A una señora diputada al Congreso se le puede decir una colección de antojos, a un ministro, colección y media; pero a un juez solo le viene bien el lacerante “no compartir su criterio”. Claro percibimos que hay una pata de la mesa como intocable, y que no nos atrevemos a cuajar el mismo respeto a las gentes que componen el poder legislativo y el poder ejecutivo. ¿Por qué no está penado con la ley decir que el jefe del ejecutivo es un bobo solemne y te puede costar más de un disgusto decir que tal jueza es una boba solemne?

Además de la incongruencia ética anterior, padecemos falta de rigorismo democrático: ¿Por qué al pueblo soberano se le ha declarado torpe para elegir al estamento judicial?.¿Por qué se autoriza al poder legislativo para elegir a los miembros del Judicial y no al revés? ¿Porqué el Consejo del Poder Judicial no puede elegir al Consejo de Ministros?. ¿ Qué produce más daño democrático, burlarse de un juez o burlarse de un Diputado en Cortes?

El Consejo General del Poder Judicial se crea como para garantizar la independencia de los magistrados frente a los otros dos poderes del Estado; sin embargo, son elegidos por el Poder Legislativo. Si a esto añadimos el modo cómo se eligen los magistrados de los más altos tribunales, su independencia judicial se hace en nuestro país tropezando continuamente con el «Espíritu de las Leyes«. Esto último tiene la ventaja de parecer lógico porque aún no conozco a personas que reivindique que sea la soberanía popular la que elija a los magistrados. (Exactamente: que podamos elegir a quienes creamos que van a ser los mejores magistrados).

No entiendo bien por qué piensan los entendidos, que el pueblo sencillo no sabría distinguir bien a la hora de elegir a los jueces democráticamente, como democráticamente se eligen a los representantes legislativos.
Las señoras y señores diputados a Cortes, para ser elegidos, no requieren pasar obstáculos académicos o administrativos; sino aquellos que presenta el partido político al que pertenecen; por lo tanto, el poder legislativo, el que hace las leyes, puede muy bien componerse de personas que jamás antes haya tenido experiencia de cómo se hace una ley, y al parecer eso lo vemos “normal”. Y de este grupo de personas electas, es, -de entre ellas- quienes deciden quien será el responsable del poder ejecutivo, que seguirá jugando en el terreno de lo legislativo, por lo que podemos afirmar que esos dos poderes no están separados, y mucho menos separados por la voluntad del pueblo.

El pueblo no ejerce su capacidad soberana para elegir al poder ejecutivo, como tampoco se le pide opinión sobre el judicial, que es -inexplicablemente- inopinable y debe ser respetado como cuando se respetaba el poder absoluto del rey en aquellos tiempos absolutos.

Goyo
27-abr-10

Pacto, pact, agreement, accord, deal, covenant,…

trabajo

Nos dice el DRAE que es «Concierto o tratado entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo estipulado«. O bien, la segunda acepción: «Cosa estudiada por tal concierto«. Parece rotundo que no está el tiempo ahora para el segundo significado ya que ni existe el concierto, ni hay cosa que estudiar.

Volvamos a la primera: muchas partes están dispuestas a celebrar un glorioso acuerdo que incluso sancionaría felizmente la sociedad. Tal acuerdo sería como una especie de llave maestra que nos abriría la puerta hacia el nuevo esplendor, acabándose pronto -tras la ceremonia bendecida- la época de brumas tenebrosas. Debería entonces haber sucedido que las partes que deben acordarlo se hayan reconocido autoras responsables del desconcierto que hace nacer la necesidad del concierto, confesión que ninguna ha mostrado. ¿Qué ha de pactarse si no hay cosa rota?. ¿Cabe entonces preguntarse ahora de qué rotura proviene la crisis?. O sea: la crisis aparece cuando se rompe ¿qué?

De los ingentes números de catedráticos y doctores de economía -que son los que saben pero recetan al mal tuntún- sale el conocimiento de que fueron las burbujas alegres y los abusos de los galimatías financieros; esos mismos que hicieron ver que España no era y que después de dos días: España era, porque lo habían escrito, en pérfido inglés, en un papel de un país que ni siquiera da muestras de admirar el proyecto social europeo y que hace horror a la moneda común.

Con toda esta sopa de inconsistencia, los sindicatos dicen organizar una huelga que, naturalmente, pasará de largo ante las fachadas de las entidades bancarias porque el panorama se presenta irremediablemente memo¿Las trescientas mil pequeñas empresas desaparecidas por falta de crédito, irán también a la huelga?

Mientras tanto, Oriente sigue en moto con combustibles financieros sólidos y líquidos; y nosotros,… con estos pelos tan occidentales.

Goyo
17-feb-10

¿Para cuándo la Ley de Fraternidad?

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Fraternité

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Presumiblemente, la foto que vi ayer en la prensa, mostraba una mujer de cultura árabe. Ocultaba su rostro con una especie de burka facial, hecho con cartulina azul, a modo de antifaz carnavalero, que en la frente tenía escrito «Oú sont ?» y bajo las dos ventanas para que los ojos vieran:

« La égalité?
La fraternité?
La liberté?
»

Me atreví a pensar sobre nuestra humana habilidad de concebir ideas y de la dificultad del parto convertido en obras. Volví a repasar los datos históricos: el 4 de julio de 1776 un tal Jefferson y otros 55 congresistas de las trece colonias inglesas en América del Norte se declaran independientes; fue un parto limpio de ideas preclaras e ilustradas de la filosofía francesa de la época. Tres años y diez días más tarde, el 14 de julio, el terrorífico estandarte de la prisión parisina de la Bastilla (una especie de Guantánamo a lo lóbrego) abre sus puertas a la Revolución Francesa que se data en el año 1789. Hace 221 años.

Durante estos dos siglos y pico, cientos de países han plasmado en su realidad legal y jurídica los principios de la Libertad, algo menos los de la Igualdad y apenas han rozado el diseño de Fraternidad como norma de obligado cumplimiento. No me recordéis los abusos interpretativos de la bondad en el campo de la Libertad, no traigáis a colación los exagerados márgenes igualitarios que reducen el cuadro a mínimos vergonzosos, abramos nuestro análisis para contemplar qué códigos, normas o leyes regulan los límites de la Fraternidad. Salvo la normativa que castiga la omisión del deber de socorro, no conozco legislación perteneciente que nos obligue a ser como hermanos.

Hemos de fijarnos en otras instituciones voluntariosas, tan dignas como desconocidas y tan voluntarias como olvidadas. Ser fraternos ni siquiera tiene éxito en los partidos que se proclaman fraternos; dices cosas próximas y lucen cachicuernas.

En este país,… que con tan inequívoco desprecio rechazó la Filosofía de la Ilustración, tras los muchos años, pasó a ser preclaro baluarte de libertades, arrasado por el autonombrado nacionalcatolicismo y condenados los espíritus libres a mazmorras físicas y sociales, en este país -digo- por un compungido y receloso proceso de Transición volvimos a recuperar las primeras pautas de las diferentes libertades: 1978, en papel escrito.

Hasta que no llega marzo de 2007, y gracias a la obediencia marcada por una directiva europea, nuestra España no regula como norma el Principio de Igualdad entre las mujeres y los hombres: más de doscientos años para que el segundo principio revolucionario pase a ley preclara.

¿ Dónde está la Fraternidad ? (Y no lo pregunto como la confundida y obtusa mujer -presuntamente- árabe, tan obediente de su dios y de sus imanes).

¿Dónde está la Fraternidad, profesores de Filosofía del Derecho?
¿Dónde está la Fraternidad, jueces interpretativos de lo oscuro?
¿Dónde está la Fraternidad, parlamentarias de recién estrenado derecho igualitario?
¿Dónde está la Fraternidad, sindicalistas vigilantes del trabajo digno?
¿Dónde está la Fraternidad, periodistas expertos en comunicación e información?
¿Dónde está la Fraternidad, políticos abrigados por la democracia?
¿Dónde está la Fraternidad, blogueros?

Goyo
04-feb-10

Cáceres en Copenhagen

Una duda seria que me acompaña esta semana proviene porque ignoro cúanta gente de Cáceres habrá ido a la capital danesa a exponer, a recoger o a escuchar a algunos de los miles de interesados que allí naufragan entre gases, protestas, propuestas y cabreos.

La ignorancia de tal posibilidad realmente no me produce duda; pues la ignorancia verdadera lo que produce es certeza de no conocer, ausencia de saber; lo que quiero dudar es que si habrá habido alguna institución pública o privada que haya enviado a alguna observadora, periodista o curiosón: ¿la Universidad?, ¿la Junta?, ¿la CNA?, ¿la Caja?, ¿Cáceres 2016?, ¿el refino?, ¿los ecolos?,… Lo mismo haya podido ser una de esas compañías que cuidan con tanta energía nuestro ambiente, quizá ese gran banco que tanto se distingue por apoyar acciones verdes,… tal vez ese partido político,… quizá aquel sindicato, …

Pensemos y admitamos que -a lo peor / a lo mejor- esta ciudad no es lo suficientemente grande como para que una persona, al menos una persona, haya sido destinada a tan apetitosa misión. No pasa nada que así sea o sucediese, no tiene porqué ser la ciudad de Cáceres la elegida; pues para una extensa representación extremeña -por ejemplo- lo mismo puede valer Trujillo que Cheles. Sé que de Extremadura hay gente allí; pero a mí me interesa que cualquiera ocasión se aproveche para lucir la universalidad de Cáceres (se nos adjudicó la condición de Ciudad Patrimonio de la Humanidad).

Y es que ahora estamos estamos embriagados por acceder a la condición de que nuestra ciudad sea declarada capitalidad cultural europea para el 2016. ¿ Se le habrá ocurrido a alguien que este encuentro danés es uno de los condicionantes más profundos de la actual preocupación cultural europea ?.

Ya. Me dirán que allí son cosas de humos y gases que se vierten a los cielos, que lo nuestro es distinto. Y esta vez también estaré de acuerdo; lo nuestro es bien distinto, es más visible, ostensible y oloroso: toda la cuenca oeste de nuestra patrimónica o moderna ciudad vierte agua sucia, sin depurar, -no busco más adjetivos- libremente a los campos. ¿ Eso es de Cáceres de toda la vida?.

Goyo
14-dic-09

Bande

China, Usa y el calor ambiental

euroflag

Siempre nos han cogido en medio a los europeos; antes nos estrujaba la tensión yankee-soviet por mucho muro de Berlín que se hormigonase; ahora se presenta -adornada con sonrisas y reverencias- la elasticidad chinoamericana pese a la rígida y larga muralla amarilla. Allí se dice de la sagrada estatua libre y allá se desarrollan los estrechos controles de Internet. Los otros intoxican con denuedo el aire limpio y los unos lo siguen haciendo con bizarría: todo está en manos de la Economía, incluida la desnuclearización y el respeto a los Derechos Humanos.

Si por todo lo anterior no nos debe extrañar -por tanta puta economía- el pisoteo de lo humano, figúrense lo que les importa a los gigantes el sainete de Copenhagen: ya han avanzado que ninguno de los dos se comprometen a firmar ningún acuerdo que vincule compromisos sobre control y disminución de cuotas de gases problemáticos. Pero al encuentro danés asistirán muchos países convencidos de que el tiempo de duda ya se acabó y que hay que impedir el arrojo y la bravura juguetona contra el clima.

Que la cuestión del clima no es el producto de exquisitos chiflados de bata blanca, ni de aventureros que se arropan tras una bola de cristal. Y nuestro país, tiene a mano la presidencia de un conglomerado harto de llenarse de paciencia frente a lo chulesco, o a lo gigantesco, a lo simpaticote,…

Que el clima es más retorcido que la crisis y más prolífico que los almacenes de ojivas nucleares.

Y mientras bien nos debiéramos recomponer en una Internacional Humanista -ya que la Socialista fue debidamente abandonada- demos el primer paso para avergonzarnos o para avergonzarlos.

Goyo
18-nov-09

Sáhara interminable

solyagua

El próximo trece de julio, que no es martes, parte del afamado club de Roma y una potente aseguradora alemana están en disposición de anunciar una de las decisiones más emblemáticas para sugerir que el futuro no está tan lejos y tiene pinta de verde. Se trata del proyecto energético más agigantado en pro de las energías que denominamos «limpias».

Alemania, tierra rica en cielos nublados, ya tenía hace doce años el triple de producción eléctrica procedente de la captación fotovoltaica que nuestra luminosa España; y a mí me daba enfermedad de incomprensión. Con el paso de la insistencia razonada, nuestra sociedad admite poco a poco una nueva cultura energética que huya del abuso y se acerque al sol que más caliente o al aire que mejor sople. Pues Alemania -digo- está dispuesta a los inhóspitos suelos del desierto del Sáhara como local energético europeo. Sus cálculos y presupuestos no asustan, sino que ya han producido las primeras dudas derivadas; pues desde el valle del Rif hasta el valle del Nilo se pretende conformar una red de actuaciones energéticas conjuntamente con plantas desalinizadoras y parques eólicos; todo ello después articulado para que se conduzca la producción hacia la Europa Nordsahariana.

Las voces silentes ya comienzan a intranquilizarse y a volver a recordar historias coloniales que comenzaron con esclavos, siguen con esclavos y apuntan a perdurar la esclavitud energética, humana, cultural,…

¿Por qué no se piensa de antemano en extender la energía hacia el sur de forma que se nos note que hemos estudiado?

De todas formas, creo que los alemanes se merecen hoy una banderita.
Bande

Goyo
08-jul-09

Los idiotas y la polis del XXI (II): El quinquenio.

Deberán estar ilusionadas las setecientas treinta y seis personas; también deseosas de tomar posesión de su encomienda europea. Para esta tarea de parlamentarismo europeo, quizá existan casos animados a coger al toro que secuestró a la dama (¿sería de Cerdeña?) y la disponga limpia de estados críticos. Seguro que algunas personalidades estarán dispuestas a empezar cuanto antes a verdear la esperanza que se ha depositado en este Parlamento Europeo que tiene el largo plazo de cinco años para remendar, o para atender el surgir de los brotes. También habrá otros electos -y otras- que respiren sin dificultad y entiendan que estas cosas -sin ser de palacio- también van para despacio. (Las cosas del Parlamento, …¿van para lento?. -Esta es mía-)

El caso es que existen opiniones que interpretan globalmente lo que la suma de individualidades dispone en un voto: salta a la vista que el electorado ha depositado en las urnas un correctivo dirigido a la izquierda, que lo mismo para otros pudiera ser una demostrada confianza ciega en la derecha. Tal vez, la mezcla de «saltar a la vista/confiar ciegamente» nos dé una Europa tuerta.

Para el discurrir de algunos analistas, como la socialdemocracia no ha sabido solventar la crisis provocada por las perversidades del capitalismo, el electorado entiende que la recesión consiguiente tendrá una gestión más efectiva si el problema lo toma en sus manos el centro-derecha. Ante tal argumentario no deben extrañarse, es otro ejemplo más de la perversidad capitalista.

Así, ahora la derecha tiene no solo la oportunidad de decir las cosas claras sobre cómo corregir tan atrevida crisis, sino que tiene la oportunidad de diseñar, legislar y practicar las curas para que de nuevo la Economía sane, se revitalice y dé otro estirón. Evidentemente, siguiendo sus aireados principios de recuperación, la recesión deberá no estar tan disponible a las veleidades climáticas, a las 65 horas, a la protección de las edades extremas y otros tantos temillas de monta socialistoide, … y tiene como claro objetivo volver al feliz 2006 claro está, sin necesidad de burbuja ladrillera que ya se encargaron de explotar. Como suena.

Para este menester reflexivo, a lo mejor viene bien acudir a cómo la Medicina ha tratado de resolver los problemas patológicos mediante su ingeniería metodológica. En la Medicina clásica existen dos principios básicos, dos dualidades que aún perviven contradictoriamente: la regla homeopática que defiende que las cosas semejantes se curan con las cosas que se les parece; así que hay tratar los síntomas morbosos del enfermo con productos que en el sujeto sano producen síntomas semejantes “Similia similibus curantur” es su bandera. La homeopatía se asienta en dos principios: el de las dosis mínimas y el de la similitud . Puede aplicarse las dosis a través de tinturas, disoluciones, trituraciones, pomadas,… Si la quina cura las fiebres es porque ella misma produce fiebre en el hombre sano –defendía Hahnemann-.

Según lo que en ello se proclama, la crisis desaparecería aplicando a la sociedad enferma trocitos pequeñísimos de crisis, como paros individuales o despidos modositos; incluso “eres” pactados una vez hallado el peso molecular según la regla 7.

A mi parecer que se están pasando de dosis.

Alopatía es el término utilizado desde las posiciones homeópatas para referirse a la medicina convencional, que además de este método practica otros. El principio alópata se defiende bajo el lema “contraria contrariis curantur”, por el que se resume que curar exige la administración de sustancias que provocan síntomas opuestos a los que sufre el paciente, o sea, que la crisis se curaría medicando a Europa con aquello que provoque trabajo, dinero y servicios públicos abundantes y gratuitos.

Parece como si le están haciendo pruebas.

También está el principio isopático, que trata de curar la enfermedad utilizando los mismos productos que la produjeron, lo que, según Hahnemann, solo puede agravar la enfermedad; “aequalia aequalibus curantur“ es su rezo sagrado. Estas últimas son prácticas médicas no validadas. Muy a pesar de ello, hay profesionales que siguen defendiendo que la crisis se soluciona cuando impere de nuevo el ladrillo.

Existen otras metodologías que usted mismo podrá consultar en cualquiera de las páginas que la red nos ofrece. Además, queda como último recurso la cirugía.

Quedan aún otros métodos menos conocidos, otros más escondidos y exotéricos, chamánicos, santeros, … incluso los de caña y barra.

Para los pobrecitos que no llegamos a las alturas intelectivas de Paracelso o de Hipócrates, nos agarramos con mayor fuerza a los refranes de pueblo: parece que han puesto la zorra a cuidar gallinas.

Goyo

12-jun-09