¿Por qué no habrá pacto?

Molotov

Porque no conviene asumir el riesgo de equivocarse en lo que ya se sabe.

Muy a pesar de lo que se explica, todo el mundo toma para sí que el origen de la crisis no está en una determinada actitud, acción o dejación del gobierno; ni siquiera aparecen razones para que una supuesta actitud haya acrecentado el problema crítico, o con otra actitud se haya evitado atajarla en lo atajable. Por la poca Historia que conozco y la que cuentan los libros, ni siquiera los poderosos Austrias españoles supieron escaparse de las crisis maceradas por los banqueros flamencos. Una crisis económica es siempre el fruto de una artimaña financiera, que es la flor con la que se perfuma la avaricia.

A la vez que todo el mundo sabe que el origen de nuestra “pobre situación” está en otros lugares y en otros agentes, se exige ciegamente que sea en nuestras cercanías donde aparezca la solución. Esta exigencia es en verdad tan comprensible como injusta, lo que no debe impedir que cada uno aporte su propuesta de solución, de alivio, de recuperación. Es un ánimo lo que nos falta.

Está bien claro que la causa de la crisis es la incorregible usura bancaria, simulada bajo el burka de las técnicas financieras y aliñado con los análisis macro-micro-económicos que incluso son premiados por el Instituto Karolinska. Pues a pesar de ello, es decir, aguantando incluso el peso de tan horrorosa razón, el sentimiento político de la derecha, no ahogará nuevas posibilidades del revivir de los potentados; aunque se ilumine la triste paradoja del apoyo de miles de destrastados obreros y pequeños empresarios.

Imaginemos que existe el pacto,… que llega,… que se pacta,… que se grava en vídeo y esas cosas,… que se muestran las sonrisas en los telediarios y se mandan teletipos al FT, y se llenan los twitteros de albricias de menos de 140 caracteres, y los FB se repletan de enhorabuenas a compartir, incluso se destinan misas,… y todos tan encantados por la paz social certificada. Bravo: todo atado y bien atado. Bajo luces, bajo micrófonos, bajo cámaras,…

En este momento idílico, arrebatador de otras noticias y descalabros, llega el día siguiente; ¿cuántos obreros encuentran de nuevo contrato?, ¿cuántos autónomos se revisten de nuevo de emprendedores?, ¿cuántas empresas despiertan de nuevo sus inquietudes?, ¿cuántos bancos vuelven a reflotar de nuevo la usura?.Una buena ceremonia facilita un buena empresa pero no la asegura de por sí.

La respuesta financiera, social, laboral, política,… de la crisis no está solo en un imposible pacto; imposible porque el PP sabe que no siendo el gobierno culpable del actual estado de cosas, puede seguir confundiendo al vecindario achacándole al Psoe la esencia de los males.

La respuesta primera de la crisis necesita que los criterios de políticas de ideología «neo-con» asuman que se confundieron. Y eso el PP no lo va a reconocer, ni lo va a pactar.

Por mucho que algunos barones populares -con la boca chica- sugieran a la dirección de su partido que dé explicaciones: nunca los nobles se ocuparon en profundidad de los asuntos de la plebe.

No hay mayor traición a palabra tan de pueblo.

Goyo
11-mar-10

Pacto, pact, agreement, accord, deal, covenant,…

trabajo

Nos dice el DRAE que es «Concierto o tratado entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo estipulado«. O bien, la segunda acepción: «Cosa estudiada por tal concierto«. Parece rotundo que no está el tiempo ahora para el segundo significado ya que ni existe el concierto, ni hay cosa que estudiar.

Volvamos a la primera: muchas partes están dispuestas a celebrar un glorioso acuerdo que incluso sancionaría felizmente la sociedad. Tal acuerdo sería como una especie de llave maestra que nos abriría la puerta hacia el nuevo esplendor, acabándose pronto -tras la ceremonia bendecida- la época de brumas tenebrosas. Debería entonces haber sucedido que las partes que deben acordarlo se hayan reconocido autoras responsables del desconcierto que hace nacer la necesidad del concierto, confesión que ninguna ha mostrado. ¿Qué ha de pactarse si no hay cosa rota?. ¿Cabe entonces preguntarse ahora de qué rotura proviene la crisis?. O sea: la crisis aparece cuando se rompe ¿qué?

De los ingentes números de catedráticos y doctores de economía -que son los que saben pero recetan al mal tuntún- sale el conocimiento de que fueron las burbujas alegres y los abusos de los galimatías financieros; esos mismos que hicieron ver que España no era y que después de dos días: España era, porque lo habían escrito, en pérfido inglés, en un papel de un país que ni siquiera da muestras de admirar el proyecto social europeo y que hace horror a la moneda común.

Con toda esta sopa de inconsistencia, los sindicatos dicen organizar una huelga que, naturalmente, pasará de largo ante las fachadas de las entidades bancarias porque el panorama se presenta irremediablemente memo¿Las trescientas mil pequeñas empresas desaparecidas por falta de crédito, irán también a la huelga?

Mientras tanto, Oriente sigue en moto con combustibles financieros sólidos y líquidos; y nosotros,… con estos pelos tan occidentales.

Goyo
17-feb-10