Sobre qué poderío tienen las empresas dedicadas a la producción y compraventa de energía eléctrica es la duda gorda contra la que he chocado esta semana. Por una parte, he de admitir mi científica admiración por cómo han sido capaces de conseguir tan gorda riqueza a partir de cositas tan pequeñitas como son los electrones, que además no son propiedad suya,… disponibles en este vasto universo y que funcionan según leyes descubiertas por cautelosos e infatigables científicos, ninguno de los cuales son propietarios de compañías ni ostentan mandos en sus Consejos de Administración… quizá castigados por torpes.
Otra de las partes, me vuelve a recordar la descomunal capacidad de influencia -es que no me sale la palabra gorda- que tienen “laseléctricas” durante las noches de Luna escondida -no sé por qué seguimos llamándola nueva-. Nos han hecho creer que somos nosotros los dueños y culpables del frío y de la oscuridad y ellos/ellas los remediantes de la claridad y el calorcito.
La otra tercera parte es la que peor llevo y entiendo; todavía no he dedicado tiempo sosegado a reflexionar sobre tan repentinas y ampulosas ansias medioambientales de las grandes y las pequeñas empresas del mercado energético; pero me asusta -desconfío- que ahora se hayan convertido a la cosa solar, al viento limpio o a la paz verde, (que me parece que en inglés se dice green peace y que ahora mismo no recuerdo a qué me suena,…) pero bueno,… lo que yo quería decir también es que durante la pasada legislatura municipal, me correspondió ser representante de la Federación Extremeña de Municipios y Provincias en un grupo de trabajo que, a nivel nacional, apuntaba las sugerencias sobre cómo participar los ayuntamientos de los gigantescos beneficios que generaban los eurogeneradores… perdón, aerogeneradores; pues me quedé solito defendiendo que el cableado de las nuevas líneas de transporte tenía que estar soterrado; me resultaba curioso cómo llegaban hasta allí las presiones de las modernas empresas de energías renovables. Insisto reiterando que los componentes del grupo eran “representantes de ayuntamientos”. Al final, se acordó elevarlo como sugerencia a la Federación Estatal de Municipios y Provincias y ya no sé en qué punto de propuesta, compromiso o acuerdo se encuentra.
Desde entonces dudo seria, plena y abiertamente de las “compañías” porque dudo a qué acompañan, o qué remedio o cura medioambiental favorecen, o cuántos árboles siembran, o cuántos programas de investigación sobre la automoción eléctrica patrocinan, o qué causas filantrópicas promueven, o cuáles son sus grupos ecologislas preferidos en estos momentos de velidades naturistas, o …¿en ustedes no caben estas dudas?
Goyo
16-mar-09
Una banderita pa las eléctricas?
