Viene empujando la solidaridad?

65h

Desatados se presentan los ánimos: «…que haga algo este ZP», «…que hagan algo los políticos!», «…que se tomen medidas»,… y así un rosario de inquietudes todas en el sector de la demanda y pocas en la oferta.

Convendría que alguien se ocupase de recopilar propuestas que al menos sean discutibles porque ya incluso se oye el mórbido ofrecimiento de que si don Francisco resucitase esto lo lo arreglaba en un mes.

Los medios de comunicación rebuscan incluso entre afamados economistas que son invitados a programas estelares, previo aviso de que «cada uno mantendrá su postura». Es decir, la ciencia económica sigue sirviendo para lo que servía antes: para explicar lo que todo el mundo sabe.

Habrá que recopilar propuestas, incluso propuestas de barra.

Yo tengo una, que procede del análisis de cosas pasadas, de aquel tiempo cuando se dijo que lo prudente era no obligar a que el trabajador tuviese una jornada de más de ocho horas diarias. Después se presentó «la coña» que en Europa se promoviesen las «65 horas«, ¿recuerdan?. ¿Los defensores populares de aquella propuesta la siguen viendo viable aún destronada de apoyo parlamentario?.

Hagan cuentas teóricas: hay un número de personas activas y trabajando en este país, que a una media teórica de ocho horas de trabajo dan un potencial horario nacional (PHN); dado que existe otro potencial de demandantes de empleo y queremos facilitar el reparto de lo escaso, dividamos el PHN entre el número de trabajadores, lo mismo esta cuenta nos lleva a las puertas de una jornada máxima de seis o siete horas, con la consiguiente y proporcional rebaja de salarios.

Esto es como lo de los 67, discutible; pero viene empujando el razonamiento.

Si es que nos inclinamos ante planteamientos solidarios.

Goyo
03-feb-09

Muchos ante el peligro

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paro

Y muchas.

Nos recuerda Pepe Blanco (el otro Pepe Blanco fue el cantante de «Cocidito madrileño») que el paro es «el principal desafío al que se enfrenta el gobierno».

El desafiante asunto es elevadamente incómodo. El trabajo dicen que nació cuando el jefe del paraíso se quedó solo expulsando a la pareja de insurrectos: los echó al trabajoso asunto de ganarse el pan sudando, lo que quiere decir que en el octavo día se creó el Mercado,… después de que descansó. Como no aclaró con quién habría de concitarse el acuerdo laboral, rápidamente surgieron las desconocidas leyes de la Oferta y la Demanda, que aún no sé quién las legisló o qué gobierno permitió su inarticulado texto (¿Por qué tienes perras y yo no? Porque yo las tengo y tú no -diría el Roto-)

Las benditas y malditas leyes de la Oferta y la Demanda lo son porque son las más verdaderas para argumentar lo mismo «lo que dice la Ley» que «lo que hace la trampa». Así me parecen de injustas; porque en la bonanza, ni ofertantes ni demandantes se contentan con reglas. Por contra, en periodos de comercio frío, se anhela que sea el gobierno quien resuelva el desaguisado que provocan las falsas libertades. Duro e ingrato cocidito, Pepe.

A mí me gusta que cualquier representante público asuma quebraderos y angustias ajenas: esa es la nobleza de la Política, que no es otra cosa que el desprecio al idiotismo (idiota en griego significaba egoísta, persona tan sólo preocupada por sus asuntos propios).

Ya he prometido dedicarme a pensar sobre este duro panorama; poco o nada seré capaz de ofrecer, pero lo que ofrezca lo hago con la intención de seguir creyendo que todo el mundo -todo- tiene deseo de éxito, de hacer las mejores cosas y de comunicar alternativas sin erosionar voluntades. Lo haré aunque tenga que padecer la incontinencia de los facilongos que siguen adorando a los dioses que nos dejaron la cosa sin resolver.

Deben, entonces, funcionar dos colas: aquella que acoge y trata de medir la atención a quien necesita trabajo y aquella que se dedique a ofrecer ideas y alternativas a la primera. Cambiar de la cola buena a la mala, para hacerse una foto, me parece imperdonablemente burlesco.

Goyo
02-feb-10

A Inés y Fernando

.inés
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Garea

No es que hayáis sido mis relegados, sino que tengo vicio a inclinarme para reconocer a cualquier alcalde que encuentre algo de tiempo para atender al oficio gratis del blog… y como tengo en excelente consideración a los profesionales del periódico «El País», me apetecía volcarme en otros periodistas de medios que siguen ejerciendo con educada libertad el oficio de opinar, de enseñar y de hacer pensar.

El tiempo siempre es relativo Inés, encontramos parte de ese inasible a base de apartarnos en otras ocupaciones. Y en la ocupación que la gente de izquierdas dedica a la Política, la tarea parlamentaria -para mí- se cubre de elegancia y de discurso armado; pero una alcaldesa, un alcalde, suele encontrarse desarmado de ritos ante la angustia vívida de un vecino que le acosa con «su» problema. Si además encuentra tiempo para escribir algunas líneas,…

De los muchos congresos en que he participado, Fernando, en un principio creía que la piedra clave estaba en el atril y en el discurso; pero no. Supe bien pronto que estaba en los pasillos, en la cafetería, en el restaurante o en el bar de copas. Has elegido -figuradamente- el patio, como mirador y observatorio de lo que sucede en la vecindad sin que la contracrónica suene a chismorreo.

Que sirva para felicidad Fernando, Inés. Que este merecimiento nos haga crecer a todos, a todas, en la buena memoria que debemos a Enrique Padrós.

Goyo
02-feb-10

Empezamos febrero

Habréis observado cómo este año, enero, se ha deslizado cuesta abajo. Si le dais tarea al buscón, la prensa apenas ha recordado lo de la tradicional cuesta arriba.

La clausura del mes ha coincidido cuando hemos cerrado su cuarta semana con estos broches:

1.- La Presidencia vuelve a ser más del Mercado Común que de la Unión Europea.
2.- Las cuentas jubilatorias de Corbachov pertenecen a la indiscutible tesis de «esto es lo que hay». Tarde,… pero muy bien.
3.- Los pueblos no serán muy energéticos; pero tienen ganas de seguir siendo residuales -sino activos- radioactivos. Tal es el valor del €.
4.- «El futuro está en campo» ha dicho Rajoy en Badajoz; ya me jodió la tranquilidad.
5.- Davos sospecha lo que confirma: Los bancos, a lo nuestro.
6.- Dividiendo las horas de trabajo entre lo que tienen ganas de trabajar, lo mismo nos sale un número mágico.

Esta sexta tesis, será expuesta a lo largo del mes entrante: «Febrerillo el loco, sacó su madre al sol y la apedreó.»

Goyo
Primer día de febrero de 2010.

Mil quinientas palabras para un cuerdo

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locate
Entre los que me aprecian, algunos no llegan a comprenderme debido a los problemas mentales que en muchas ocasiones surgen de las palabras.

Donde hay palabras está cerca el manantial de la locura.

Por eso es tan beneficioso escribir; beneficio que puede trasladarse si le lee bebiendo, como hacen las palomas: un sorbito y después, levantar la cara al cielo (Esto es copiado de Pablo Neruda).

Pues este verano, un amigo y familiar que tiene como trabajo y desafío atender a la salud mental y a los enfermos mentales, me invitó para que escribiese «como unas mil quinientas palabras sobre la Salud Mental» que, si gustaba al equipo redactor de la revista, se publicaría como un artículo.

El caso es que han considerado que estas mil quinientas palabras constituyan el editorial del número 10 de su revista.

Ea, ya tenéis oficio y comida para este fin de semana.

Goyo
29-ene-10
(Día Escolar de la Paz y la no Violencia)

Dolores

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Hoy me duele, así que ni siquiera es necesaria la imagen que acompañe a la palabra que se levanta libre.

Dos de mis amigos viven temporalmente en el hospital. Para un americano de Iowa o de Masachuses (creo que se escribe Massachusetts) ello supondría una cantidad de dólares de seguro antes pagado, o de pago seguro al instante, que los pocos listos de aquí no acaban de comprender. (No os preocupéis, hay más de doscientos millones de americanos torpes que tampoco no lo entienden.)

Sin embargo, mis dos buenos amigos son dos trabajadores sencillos, amedrentados ahora por el infortunio de la puta enfermedad.

Siempre que aprovecho, puedo y me defiendo entre los pasilllos de los hospitales para otear la desgracia numerada -habitación tras habitación- y cuando salgo, respiro vivo y hondo el aire limpio que la salud deja; así me engaño y me creo sano y bueno.

Lo vuelvo a repetir: hay que visitar a los hospitales… siempre hay alguien que espera un engaño tierno, un sonrisa, una caricia entera.

No importa, cualquier cosa es mucha medicina. Además, las multinacionales farmacéuticas no obtienen comisión alguna por tanto. Por ello. Por tan poco.

Goyo
28-ene-10

La pizarra y los padres de la patria

3maestros

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Ya escribí hace tiempo que siendo bien verdad que un complejo de ideas puede hacerse más digestivo sometiéndolo a un power-point, no me explicaba cómo aún en los sacros parlamentos se sigue utilizando tan sólo la voz y la tribuna. Sabemos que además, la cosa parlamentaria se facilita con un micro y con un vaso de agua; también suele modelarse con aplausos, con patadas, con bullerío … incluso con cositas escatológicas referidas a la madres de los padres de la patria. En fin, las herramientas clásicas, los usos clásicos, los mensajes clásicos.

Los esquemas de acoso parlamentario, de diatriba de escaño, de refriega y varapalo,… y de las pocas veces que el argumento se sirve para humanizar las leyes,… esos esquemas expositivos siguen siendo reiteradamente cansinos y aparecen anodinos por exceso de rutina. Creo que el insustituible interés ciudadano por los asuntos se destruye a gran velocidad es estos últimos años.

Sabiendo que reiterándose en el clasicismo se llega bien pronto al aburrido desprecio, lo mismo en las comisiones que en los plenos, convendría se iniciasen formas nuevas para emitir mensajes con medios novedosos.

Y es que el otro día instalaron tres pizarras digitales en el colegio donde trabajo y he allí -en la foto- a los maestros curiosos indagando entre los miles de puntos sensibles al tacto y descubriendo efectos llamativos a la hora de tratar líneas, textos, colores, figuras o imágenes. Una oferta incansable de posibilidades que dificultan pensar en otra cosa y aprisiona la atención. Incluso incita a experimentar sobre la información y su agilidad.

La facilidad de muestra, de almacenamiento, de formas diversas de expresión, hacen de la pizarra electróncia uno de los útiles pedagógicos más completo e inabarcable de los que conozco.

Así me atrevo a defender que la pizarra electrónica está llamada a ser más efectiva y útil en la transmisión de ideas y conceptos que el ordenador personal. Es hora y oportunidad de aplaudir los esfuerzos de los gobernantes que favorecen la instalación de pizarras digitales en las aulas de las escuelas y de los institutos (y de la Universidad?); pero si ese instrumento parece tan valioso y efectivo, ¿por qué los padres de la patria no lo utilizan en el Senado o en el Congreso para sus tareas propias?

Porque si el aparatito es tan bueno para maestros y escolares, ¿dejará de ser bueno para la grey parlamentaria?. O, si tan excelso es el poder de convicción que facilita la tribuna, ¿no será bueno dotar de estrado a las aulas, además de tarimas esperanzadas?.

Goyo
26-ene-10

Universidad a tropezones.

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Influenciados y convencidos, los padres quizá pusieron a sus hijas e hijos al abrigo de la sabiduría y en espera de que con ella las profesiones no serían rudas, el prestigio saneado y el dinero fácil. A ellos y ellas dijeron que la Universidad era el trampolín que más alto lanzaría las potencialidades jóvenes.

Hay que asegurar espacio y tiempo, como decía Einstein. En el espacio, el objetivo era facilitar el acceso a los estudiantes a pisos de titularidad pública, en régimen de arrendamiento y a bajo coste; pero las aguas siguen estancadas. La administración espera a que la Universidad ceda el suelo, ustedes se preguntarán si la Universidad tiene suelo. Vaya que si tiene: 22 Hras. cedidas gratuitamente -del patrimonio provincial de toda la provincia- para construir el campus, que seis años más tarde pasaron a un total de 105 Hras. y que el año pasado hubo de devolver unas 50 Hras. por no haberse cumplido con el destino de la cesión dentro del plazo acordado de cinco años.

En medio, algún que otro profesor -escasitos, muy escasitos- nos regala reflexiones sabias en esta prensa extremeña tan poco dada a la ciencia y a la cultura; otros pocos sobresalientes son los únicos que nos deleitan cuando sus estudios se resuelven en descubrientos trascendentes; pero la gruesa masa profesoral parece alejada, ausente, desconocida como elementos que nos debieran seguir de guía de lo que debemos hacer, de lo que convendría pensar y de lo mucho que deben ofrecernos. Me comenta un inmediato ingeniero que bien pronto tendrá un papel que diga que sí lo es; pero que no tiene la sensación de que el tránsito y la estancia universitaria le hayan afilado el ingenio.

Después –o antes- está el tiempo, que se sustancia, en resumen bronco, con algunos cátedros que no superan las diez horas semanales de clase y un universo discente que concentra todo el poderío mental de este trimestre en quince días de asueto porque “hay que prepararse” para los exámenes.

Ya se me ha ido la duda que iba a exponer esta semana.Y encima, sigue habiendo pocos árboles en el campus.

Goyo
25-ene-10

Karmele y el paro.

Lo de Karmele es muy serio: desentraña le «hiproquesía» ibérica media con el mismo rigor que solemos desentrañarnos en los comentarios (puede usted buscar otros, la prensa está repleta) sobre los problemas más crudos que nos atacan.

Creo que ni los años de bonanza se debieron a una dirección económica diseñada por los gobiernos de estos que se dicen estados modernos, ni los años de las crisis obedecen a una falta de dedicación de sus dirigentes políticos. Pero claro, esto es lo que yo creo porque vivo casi feliz.

Ahí tenemos a los líderes orquestados de las alegres hipotecas: ahora proclaman que ya no pueden soportar aquello que edificaron «sobre» (de ahí «hipo»: debajo) aquellas casas del ladrillo abundante. Ahí están flácidos o plácidos sin que nadie se atreva a llamarlos por su nombre: «banqueros«, que sois unos banqueros.

Y ya no podemos decir lo que antes se decía aunque estemos confesados; ya no nos coge ni dios, que sólo atiende a los ricos de espíritu, que de eso sabe bien el episcopado Munilla.

Goyo
25-ene-10