La Tabla del siglo XXI

S.Hessel

Lo poco que me queda de fe, lo utilizo en exclusiva para consumo personal; y como me aseguran los indicios que el otro personal vario no tiene por qué creerme, pues no trato de edificar estructuras de convicción. Máxime si aplico la norma que observo en mí, respetando que otros la observen en ellos mismos. (No es lío si se lee despacio, como beben las palomas: un bumbito y mirada al cielo, como enseñó Pablo Neruda)

La primavera la he comenzado con un catarro que me ha hecho faltar por primera vez en mi vida a la escuela -por razones de enfermedad-. Veo la tele y escucho de nuevo la noticia de las treinta páginas de ‘Indignez-vous!, ( Hay que ver qué bien habla francés el señor Stéphane Hessel). Hablan sobre el pantano de ETA y las distintas ciénagas con sus mismos pescadores y furtivos. Sigue doliendo Japón lejos y Arabia africana cerca. Recuerdo entonces de dónde habré yo aprendido las cosas que creo que sé y porqué he dejado de creer en cosas que otras gentes aseguran seguir sabiendo. Un grueso de la causa primera se lo debo a la pléyade de profesores que he tenido, tod@s buen@s porque siempre fui ávido en atención. Luego tengo muchas deudas/dudas sin cancelar de los libros de Filosofía y de mi envidiado Bertrand Russell; también acumulo un montón de sabiduría descontaminada procedente de los cientos de alumnos con los que he trabajado y, en menor cuantía, de las imprecisiones publicadas a medias por los denominados «medios». Soy todo un feo revoltijo de madejas derrotadas por el uso.

De todas formas, pese al barullo informe, siguen siendo siendo válidos axiomas sociales si quieres que no te fusilen pronto:

1.- En esta sociedad libre, la riqueza la genera la actividad fabril, la industrial y la comercial.
2.- La iniciativa social, en otra época arrojo» y ahora también «desarrollo», se edifica gracias a la empresa.
3.- El trabajo y la riqueza se crea en la empresa, que acepta convenir el intercambio de esfuerzo por dinero.
4.- El estado -no comunista- ya no tiene el exclusivo control sobre la riqueza, sobre el comercio o sobre el trabajo.
5.- El estado dicho socialdemocrático, trata de administrar un mínimo bienestar social para disfrute común.
6.- Los sindicatos y el complejo obrero es un elemento de diálogo desvencijado.
7.- Los gobiernos se declaran inútiles para controlar el buen funcionamiento de los puntos 1, 2 y 3.
8.- La cúpula empresarial pide ayuda a los gobiernos aún creyéndose que sigue en la empresa la facultad de iniciativa.
9.- Obreros y empresarios «sacuden» con alegría a empresarios y gobernantes, con la ayuda de los aspirantes a gobernantes.
10.- A nadie se le ocurre revelarse, protestar o manifestarse ante entidades financieras o bancarias.

Estos diez axiomas se resumen el dos: amarás al dinero sobre todas las cosas y no se te ocurrirá juzgar en vano al oficio financiero.

Asentada de esta forma la tabla del siglo XXI, la primera de las enseñanzas que debemos publicitar los nuevos apóstoles de la «Buena Nueva», es que con solo tres años canutos de experiencia, se aprenden juicios proposicionales que pasarán bien pronto a dogmas benditos para repartir entre los fieles: «Todo os será dado», «Tenéis que decidir entre Barrabás y lo que convenga al caso» , «Alegraos, vuestro reino está en otro sitio», » Si no encontráis trabajo, el culpable es el alcalde». ( No preocuparse que nuevas corrientes provocarán nuevos dogmas, incluso cismas)

En esta nuestra sociedad -dicha occidental- parece asentado el principio de que el poder ya no lo ostenta la clase política -dentro de la que me apetece incluir a la judicial-. Cada vez más, al colectivo obrero, a la masa trabajadora, se la percibe abotargada en consumo y huidiza del sindicalilsmo. A los empresarios nos los encontramos defendiendo las bondades de las iniciativas de las obras públicas, que sin ellas no saben dónde quedó su preciada iniciativa. Ya ni siquiera se apunta al sable para indicar que el poder está en la asonada.

El señor Hessel termina con esta frase su trabajo: «À ceux et celles qui feront le XXI’ siècle, nous disons avec notre affection: créer c’est résister. Resister, c’est creer

Me voy a quedar en resistir, a ver si veo pasar lo de creer.

Goyo
30-mar-11
Bueno, sigo creyendo en nuestra bandera.
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¿Qué es una zona de exclusión aérea?

caza

Contra todo lo que se da a sospechar, su propio nombre no indica nada claro. El primer impacto significativo se atreve a garantizarnos la simplicidad: son los cielos reservados al vuelo de aparatos; es como una veda para que los cazas no puedan cazar, ni los aviones vigilantes puedan vigilar.

Esta especie de coto etéreo puede definirse y controlarse ya desde tierra, incluso desde los rádares que estén montados en los barcos que navegan por el mar. O sea que incluso nosotros mismos con el Google Earth podemos definir la finca y los cielos que nos apetezcan; lo que pasa es que no nos hacen caso.

Supongamos el caso de Libia, que dicen ahora las naciones unidas por el petróleo que hay que proteger a los revolucionarios, a los rebeldes, a los que manejan armas contra el armado Muammar, -que antes no eran ni buenos ni malos, sino olvidados- … y como están con las de perder los rebeldes, y los unionistas no quieren que pierdan, hacen como los buenos árbitros infantiles:

Quiero parao.
Ha sido falta.
¿Qué falta?.
El árbitro soy yo.
El balón lo tenía yo.
O te callas o no juegas.
Ahora cojo el balón y me lo llevo, que es mío.
Zona de exclusión deportiva.
Íbamos ganando.
Nada.
Trampas y más trampas.

Los niños entienden estas situaciones sin necesidad de periódicos, ni de blogs, ni de tertulianos.

Pues volviendo a las cosas de los adultos, pregunto alrededor y lo único que consigo es que me pregunten sin que obtenga como contrapartida una primera respuesta. Según tanques y otras cosas no voladoras, a Gadafi le sobran fuerzas para derrotar a las tribus rebeldes sin utilizar espacio aéreo, que Gadafi puede seguir jugando a rastras y es entonces cuando ya no sé si debo preguntar qué opinarán las naciones sobre si para impedir la caza también convendría excluir mar y tierra, o si no permitir a las escopetas más de dos tiros, como se hace con los animales.

Goyo
21-mar-11
Primer día de Primavera.

Cosas de viernes

gadafiFranco
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El re-actor libio, Muamar el Gadafi, recibirá refrigeración suficiente durante este fin de semana, como parece que re-soluciona la ONU. El hombre quería que mañana mismo ya fuese el primero de abril.

Otro análisis. El problema de los análisis es que siempre nos aconsejan que no los hagamos «en caliente»; cuando los proponemos en frío, la respuesta correcta es: «ahora no toca».

Dice en el Twitter la revista «MUY INTERESANTE» que «Dormir con la tele encendida puede deprimirte».
Y yo les digo que «Creo que deprime más estar despierto con la tele encendida.»

Terremoto

JAPAN-QUAKE/

Tempranito en mi pueblo y siete horas más tarde -siendo la misma hora- en el norte de Japón, el personal vario, informado e informatizado comienza el rebusco de frases potentes, primeros análisis y contactos urgentes con terremotólogos, que se precisan en cantidad.

Como a las ocho y diez, nuestra hispana televisión comienza a producir imágenes y comentarios del extraordinario fenómeno. Llego al colegio como a las ocho y veinte, saco la e-tablilla y me repaso cómo, minuto a minuto va transcurriendo la mañana, las olas, las comparaciones,… hasta que llegan las 8:51 y con el mismo grado de seriedad y urgencia, avisan que el «yen se desploma«.

Entiendo que me dicen que el yen se desploma a la misma velocidad e intensidad que se desplazan los diversos tsunamis …

Si así es porque así parece, ¿porqué no se dan todos los premios Nobel de las economías flotantes a los vulcanólogos?, por ejemplo.

Goyo
11-mar-11

Estoy cambiando

Bellotas23

Parece que cada especie de ser vivo de este planeta requiere compañía; hasta ese ejemplo autodenominado «humano» está entrando en el hábito: es ya muy frecuente dotarse de un «animal de compañía» para sentirse como más realizado. Dicen. También percibo que no es tanta la moda de hacerse de «vegetales de compañía»; eso es muy antiguo y ocurría siempre a nuestros abuelos. Mira, ese limonero lo sembró tu abuelo,… y también aquel algarrobo, que lo trajo chiquininino de la Sierra de San Pedro, y también las parras del lagar del señorito…

Yo no sé por qué cambié en el año 1992, quizá cambié antes pero no me di cuenta del número, y recuerdo la cifra porque ese año de fastos descubrimientos envié a la Casa Real un sobre con dos bellotas, y algunas explicaciones, para que se sembraran allá donde la realeza dispusiese su tino; supongo que entre tanta atención a la diversidad de eventos, aquella apuesta quedaría perfectamente clasificada en el cajón de cosas inclasificables. En fin, fue ese año; que también fue el primero en soñar que si los extremeños nos dedicásemos a regalar bellotas como símbolo eco-navideño, llenaríamos el futuro de jamones de invierno. Ya saben que los jamones hay que ganárselos. Quizá por eso, los otros reyes, los Magos, regalan en mi pueblo -desde aquel año- plantones de alcornoques, de encinas o de pinos piñoneros, al público que presencia la cabalgata de la Noche Mágica del 5 de enero. Los hay incluso que se acercan a recoger sus vegetales de compañía sin haber hecho atención a la Magia o a la Realeza.

Así, son miles las apuestas a lo largo de estos últimos 18 años, tiempo como para pensar en mayorías y aprovechar aprendizajes.

Tenemos encinas -nacidas de bellotas extremeñas- en Navarra, en Italia, en los páramos de Cuenca, el Tucumán, en Rosario, en las Isla Canarias, en Buenos Aires, en Chile, en Nicaragua,… las más recientes viajaron este año a Egipto, para un salmantino que me encontró en la red y me preguntó que a cuánto vendía las bellotas. Le envié las últimas de la campaña junto con plantones de alcornoques y de encinas, (todo gratis gracias a MRW-Cáceres) ya casi en tiempo aquilatado y de las que no conozco nada de su nacimiento o de su arraigo. Ya saben cómo de revueltas bajan las aguas del Nilo; y el castellano que me las pidió no me ha vuelto a dar novedades.

El caso es que nuestras gloriosas dehesas sirven de agostadero de estudios románticos; al igual que romántico me parece ya sembrar un árbol. Se nos escapó el bosque mediterráneo, se nos escapan los últimos encinares y alcornocales: la ecología magrebí sigue ampliándose al norte del charco mediterráneo, sigilosamente, con la complicidad silenciosa de godos y visigodos.

No obstante, sigo sembrando árboles pese a mi mayoría experimentada; pero ya lo que estoy por aprender es a «sembrar bosques«. Como ustedes saben eso supone recolectar un ejército de bichos vivientes, arbustos, arbustinos, hierbajos, hongos, florilegio, lombrices varias, líquenes, semillas invisibles, semillas que se ven, pájaros varios, lagartitos, rumiantes, depredadores, bacterias, setas, espárragos,… y «minicrobios», como decía aquella maestra para demostrar con ejemplaridad lingüística el tamaño de la vívida pequeñez.

Y es que de mayores nos hacemos más difíciles y perdemos la bruta simplicidad que nos regala la infancia.

Goyo
02-mar-11
Bande

Banderita para los bosques desaparecidos y para los futuros.

La flor del almendro

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Cada vez va tomando más enjundia la primera flor de la travesía invernal, no llegamos a decir que es el anuncio de la primavera sino el aviso de que pronto se anunciará la primavera. Así aquellos personajes de trama del 81, tuvieron la marca de este signo en sus confabulaciones.

Lo que se me presenta como extraordinario hoy es la oportunidad y la recuperación del olvido primigenio de aquella otra tragedia: la matanza civil a cargo de militares. Según las buenas letras de Josep Fontana, hoy hace un triste montón de años que afloró el mito que pudo recogerse a partir del 18 de julio: la coalición de partidos bajo el binomio «frente Popular» obtuvo el respaldo de la mayoría de los españoles el día 15 de febrero de 1936. Este fenómeno abierto y democrático inició la chispa en cuarteles, reclinatorios y demás tóxicos democráticos de la época. Mejor que lean al señor Fontana.

La flor del almendro tendrá para mí de nuevos alcances; ya la he tomado como anuncio serio de que mis cepas han de estar podadas cuando aparece la primera; ahora añadiré que no sería nada insano dedicar este día a darse una ración de miedo teniendo en cuenta que seguirán, al abrigo democrático, las abyectas aspiraciones que florecen también en los comentarios anónimos de algunos medios periodísticos.

Goyo
16-feb-11
bandera+republicana

Sevilla tuvo que ser

Lorenzo_Ginés_Brandín

¿Qué más nos debe pasar para certificar que estamos obsoletos?. ¿ Qué cosa vieja y podrida debe repetirse para darnos cuenta de que ya no estamos en la postguerra de la IIGM?. Los europeos, ¿necesitamos una IIIGM para avanzar sociolaboralmente?. Nosotr@s, l@s poder@s y bien vividor@s, ¿qué anuncios hacemos llegar a la menospreciada clase trabajadora?. ¿Cuántos años de tropiezos sociales penosos han de vivirse para revitalizar el sindicalismo ilusionante? ¿Qué más rechazo necesita el empresario honesto para ser calificado con simpleza como experto en fraude fiscal?… Y así más de doce cuestiones dañinas que nos incapacitan para reaccionar.

Por lo que sea, por lo que fue, por lo que debe ser,… nos han empujado las fuerzas ocultas a dar brillo a la simplicidad. Frente a un mundo social desprovisto de trabajo para todos, la gente que se cree responsable y copartícipe, debe presentar posibles soluciones.

¿Podemos seguir defendiendo una jornada laboral de ocho horas como se aplaudió y celebró hace ochenta años? ¿ Es arriesgado aspirar a una tarea diaria más liviana en horas? ¿ No debemos compartir las inteligentes ventajas de las nuevas máquinas que ahorran tiempo y multiplican efectividad? ¿ No pueden algunos servicios sociales y/o privados definirse en doce horas de atención con dos turnos de personas distintas de seis horas cada uno?

¿No pueden articularse momentos de reflexión entre sindicatos, empresas, emprendedores, administradores públicos, sociólogos y demás diversidad política, momentos de una reflexión sobre los cambios que nos está demandando la cordura? ¿ Es que aún no nos estamos dando cuenta que no cabe otra salida que repartir lo que cada vez se presenta más escaso?.

En este fin de semana se agolpan en Sevilla cientos de cabezas «municipalizadas», angustiadas esencialmente por su incapacidad de dar salida clara a la intensidad de la demanda de sus vecinos por un trabajo que comporte dinero «pa seguÍ», aunque sólo sea «pa seguí menos malamente». ¿ Se sabrá responder a la dormida ilusión?. ¿Pronunciarán al menos la mala trampa que nos hemos fabricado en este país? ¿Qué ley obliga a los ayuntamientos a garantizar el derecho de las personas a un puesto de trabajo?

La ley de las Haciendas Locales Españolas y todos sus textos fundidos, refundidos y aleados, no hacen otra cosa que mejorar la administración de los servicios esenciales que garantizan el agua potable, el alumbrado público, la seguridad sanitaria, de la escasez dedicatoria a la educación,… pero nunca se establece, o se ha establecido que los fondos públicos de los ayuntamientos puedan dirigirse, derivarse, emplearse. utilizarse,… como fundamentos financieros para facilitar o garantizar la condición laboral. Nuestro país y los países de nuestro entorno dejan esta función al libre juego del mercado y de la iniciativa empresarial. Es en el «mercado» y en la «empresa» donde se ubica la gestación y el parto laboral.

No más debilidades con los compromisos. Si hemos de cambiar las leyes para que los Ayuntamientos deban afrontar como obligación el facilitar trabajo a sus vecinos, bueno es el momento de debatir, proponer y modificar.

Los buenos y los malos alcaldes se merecen tranquilidad y claridad en sus diseños políticos; porque, si «obligamos» a un Alcalde a responder positivamente acerca de las demandas laborales de los vecinos, a emplear dineros públicos para fines no previstos por las leyes, ¿no lo estamos acercando a la prevaricación?

Ahora, durante este fin de semana, se encuentran en Sevilla los oportunos medios de sabiduría municipal. ¿ Darán paso a una primavera ilusionante?

Goyo
11-feb-11

Cieguita

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Doy paso a mi alumna Indara Núñez Cardona. Muchachina de diez años que, aprovechando lo que dice la escuela de la prosa, la poesía, los signos de puntuación, la rima y el ritmo, ha compuesto este poemita. «Inventada» es la etiqueta que le asigna a la octavilla en la que me lo presenta.

Cieguita

Te veo…
No te veo…
Estoy ciega de amor.

Vivo la vida en blanco y negro
y tú la vives en color.

¡ Ojalá pudiera ver las flores del campo !
¡ Ver tu cara bonita !
Por desgracia, no puedo vida mía:
estoy cieguita.

Sigue valiendo la pena ser niño, trabajar con ellos y dudar de la bondad de otras edades.

Goyo
08-feb-11

Las nuevas cuentas.

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La gente hace cuentas. Recientemente, los contables de los pensionistas han añadido a sus números la tendencia declarada que afirma que la vida se extiende a pesar de las enfermedades. Viviremos más tiempo, con más oferta de comprimidos, ungüentos, jarabes,…. incluso tubos y sondas de plástico transparente por donde circulan libremente la vida y la muerte. Como no hemos sido capaces de sustraernos del hábito de pagar estas dependencias con dinero, los contables aseguran que el reparto futuro para la atención a las últimas edades, no será como en la actualidad. Tardaremos más tiempo en ser viejos, dispondremos de mayor tiempo en el que sin trabajar sigamos percibiendo un sueldo pequeñito y estaremos más tiempo cultivando la enfermedad y retardando el verdadero despido.

Por fin se ha culminado la cuesta de enero y todos los elementos que denominamos «agentes sociales» se felicitan por tanta cordura común, por tanta coincidencia de previsión compartido. El júbilo que debe causar el cobrar sin trabajar se retrasa un poquito y de forma gradual; previsiblemente al mismo ritmo en el que se instalarán dolencias, deficiencias y males.

No importa, las necesidades que tal futuro asegura se han resuelto. Habrá dinero para distribuir, para asegurar la ingente factura de los extremos de nuestras vidas: la infancia y la senectud. Quizá nos importe menos la infancia porque es presumible que no llegaremos a conocerla, el caso es que estamos convencidos de que hay que ahorrar/reservar para atender/repartir.

No obstante, presentándose tan claras las razones que tardarán en observarse, no me explico por qué los mismos «agentes sociales» no hacen una sencilla división de todo el trabajo que tenemos que hacer en este país y dividirlo entre el número de personas dispuestas a trabajar; el cociente debe salir obligatoriamente menor ya que el divisor «debe ser» moralmente mayor. Hay muchos miles de miles esperando su ración de tiempo laboral.

¿Por qué es tan difícil avanzar hacia una jornada laboral de seis horas?
¿No es ahora tiempo de avances sociales aunque sean también austeros?
¿Para qué tanta máquina que no rebaja horario de la persona?
Dos horas más de ocio, ¿no es una nueva posibilidad de negocio?
Los que tenemos ahora la suerte del trabajo, ¿no podremos conformarnos con menos?

Goyo
31-ene-11
Día del final de la cuesta.