El principio de concomitancia.

 

En mi curriculum figura que soy Licenciado en Filosofía y Letras, lo que entiendo que me da licencia para pensar y escribir lo que pienso. Esta concesión que me otorga el título no la tiene cualquier persona; no obstante, no soy partidario de restringir el pensar libre para los no licenciados ni acortar libertades para quien desee expresarse por escrito,… aunque sea con faltas de Ortografía,…incluso con otras faltas. Pero los tiempos siguen incómodos para la Filosofía como lo prueban los horarios y el prestigio de estas enseñanzas en los estudios de nuestra juventud.

 

Como una especie de mal remedio, los periodistas adultos recogen valoraciones excelsas de los viejos filósofos, sobre todo si estos acaban de fallecer, que es cuando adquieren nombradía y relevancia.

 

Pues una de las cosas que intenta controlar el pensamiento lógico -la Lógica es una parte de la Filosofía- es el cuidado que debemos observar al concluir cuestiones de raciocinio. La Teoría de la Demostración en el razonamiento estoico, trata de establecer las relaciones de concomitancia o de sucesión de acontecimientos. Por ejemplo, se produce un suceso el jueves, tal como la sentencia del conocido Caso Gürtel y salen entonces periodistas que detectan que la caída del Ibex 35 se debe a la sentencia. Al día siguiente, aparece la noticia de la Moción de Censura y otros periodistas afirman que la caída de la bolsa de debe a que Pedro Sánchez quiere tumbar al gobierno. Como ven, la búsqueda de la certeza más bien parece al vulgar episodio de arrimar el ascua a su sardina.

 

Es indiscutible que el segundo acontecimiento -la Moción de Censura- se produce como consecuencia del primero -la sentencia Gürtel- pues son sucesos concomitantes. Ahora bien, la ocurrencia de un tercer suceso -la caída del Ibex- que se produce en la inmediatez de uno o de ambos sucesos, no tiene por qué ser también concomitante. Tanto la sentencia adversa a un partido como la moción de censura a un gobierno son elementos propios de una crisis; pero desconocemos si, de forma separada o conjunta, son mecanismos explicativos de cómo funciona la esencia de la Economía, que nadie la entiende.

 

Comprenderán ahora mi duda permanente por la concesión del Premio Nobel de Economía, que ni lo instituyó Alfred Nobel, ni sirve para paliar los niveles de pobreza.

Goyo

12-jun-18

El tren de Valdeflores

 

 

Desde que se ha instalado la seca y pasada primavera, mi dependencia a la siesta sigue creciendo y, para mejor dormitar, me narcotizo casi todas las tardes con los programas que ofrece Discovery Max presentando las experiencias de la familia esa que dicen que vive en Alaska. La interminable y rudosa serie enseña mucho aunque oculta mucho más. Por ejemplo, no nos dice cual es el salario de cada uno de los miembros, cómo pueden adquirir embarcaciones, motores y herramientas tan nuevas y relucientes, cuerdas tan larga y bonitas,…qué condición de propiedad o uso tienen de esas tierras que habitan, qué permisos obtienen para talar el bosque, ejercer la caza y a qué colegio acuden las dos adolescentes. El caso es que el programa dice que familia vive en el bosque de una isla que tiene medio millón de hectáreas, por lo que las salvajadas de las deforestaciones y huellas de la gente civilizada parecen importar poco.

Para casar estas visiones con las que se me presentan por otros medios, leo que el grupo automovilístico VW quiere que los próximos felices 20 comiencen con la venta de un millón de coches eléctricos. Según apuntan sus programas y estudios, el desafío se conquista si el coche del pueblo (volks/wagen) es agradable como el Golf pero con la habitabilidad del Passat, su motor eléctrico tiene un autonomía de 400 kilómetros y su estructura informática y mecánica podrán definirlo como una tablet con ruedas.

Incluso se aspira a que este inmediato coche eléctrico sea dotado de un sistema de recarga inalámbrica, aunque poco parece apuntar que bien pudiera recargarse -en todo o en parte- a pleno sol.

Otro de los factores que exige el nuevo desafío es dotar al futuro vehículo de la estructura que albergue la distribución y el peso de las baterías que irán bajo los asientos de los pasajeros.

Todo ello, y algún que otro gadget secreto, invitan a nuevos y radicales cambios. Por ejemplo, si se aplica el potencial solar al sistema de recarga, la lucha por un aparcamiento al sol será terrible.

Desde que el malogrado Nicola Tesla fue pirateado por Edison y su industria de patentes y royalties, la motorización de todo el siglo XX ha fomentado un complejo financiero, político y científico que ha servido para seguir sometiendo a gran parte de la población a disfruta de las mieles del coche bajo condiciones estrictamente capitalistas y financieras. Quizá no sea bueno que toda persona tenga su coche; pero sí puede ser bueno un mundo donde la movilidad sea un derecho universal. Pienso que el blablacar es un primer balbuceo en este andar.

Y es aquí donde entramos los extremeños y podemos dejar de ser catovis.

Al parecer, ya se han realizado una primeras prospecciones, catas o pruebas en el valle de Valdeflores, a espaldas de la Virgen de la Montaña, y se apunta a que hay litio, que es el elemento hasta ahora hipervalorado para que sus locos iones produzcan energía. Así que teniendo el litio tan a mano, aunque en realidad esté en manos de otros mineros, bien que podríamos montar la universal industria de las baterías sin necesidad de implantar cualquier otra industria tradicional. Que ya puestos, podrían los residuos líticos utilizarse para mover ese tren eléctrico y digno que dicen que también estrenaremos con el inicio de tan prometedores años veinte.

Goyo

07-sep-17

Especular

 

socrates

 

Sobre cómo cambian las cosas es necesario seguir escribiendo; se nos aparece con frecuencia una convicción poderosa que nos hace negar o afirmar con vehemencia la idea que hemos sido capaz de fabricar con la ayuda de lo que viene de fuera y que, hábilmente mezclamos con lo que tenemos dentro. Por ejemplo, en nuestra sociedad se ha enclavado con éxito una versión moral del quehacer político: todo el mundo parece entender que en eso de “la casta” radica toda la ignominia.

Sin mucho escudriñar dentro de los partidos políticos, aparecen muestras inequívocas de comportamientos faltos de ejemplaridad; aparecen en los amantes, en los clubs de fútbol, entre los trajeados banqueros, alrededor de los malpagados periodistas,…si ya también el escándalo aparece en el seno eclesiástico, ni los adultos ni los adolescentes tenemos asideros donde agarrarse para no caer. Creo que estamos pasando del valor humanístico del “to er mundo ej güeno” a considerar que la maldad es la cosa más y mejor repartida.

Se dice que los jóvenes han de tener referentes éticos por donde debe circular su compostura social; pero lo que observan con inusitada frecuencia es que el mundo adulto premia y prefiere la mentira ingeniosa a la simpleza de la verdad. Quedó atrás aquello de la “Educación para la Ciudadanía”, cuanto más dedicarse ahora a indagar entre la sana diferencia entre Ética y Moral. El bueno de Sócrates definió el término “virtud” como aquello que era común para toda la raza humana y en todas las circunstancias; si estuviese de acuerdo con el segundo párrafo de este escrito, volvería a tener motivos para beberse la cicuta.

Muchas veces el obrar va detrás del meditar, que se hace así porque –según Sócrates- realizar el bien da felicidad. Así que conviene “especular”, que significa mirarse en un espéculo, en un espejo, para así tener mejor consideración de lo que podemos hacer en la práctica, para hacer suposiciones sobre algo que no conocemos con certeza pero que deseamos ejecutar con plena justicia y equidad. Mas si atendemos a que los modelos de la nueva casta pueden tener un pisito a los veinte años, siendo estudiantes sin ingresos, y “especular” con el significado financiero del que obtiene ganancia sin trabajo ni esfuerzo ni preocupación lícita, el cambiazo se ha consolidado.

Goyo

07-nov-16

 

Lunes

 

Lunes

 

Los lunes son ya otra cosa; cada vez los lunes son más quebradizos, puedes fácilmente partirlos en trozos como cuando sacas chocolate de la nevera, y así adivinas el futuro curso de la semana. Por ejemplo, el pasado lunes abrió las puertas a la primavera. Si pareciese poco, ese lunes también sirvió para recordarnos que al menos una vez al año debemos seguir protegiendo los bosques, conservar los bosques, incluso creerse que aún es posible aumentar la extensión de nuestros bosques.

El pasado lunes nos revolvió de nuevo palabras y emociones para que las poetisas y los poetas hicieran fiesta de lectura y de escritura de los escritos bellos. Y además, la Organización de la Naciones Unidas nos recuerda que desde 1966, el 21 de marzo es el Día Internacional dedicado a la eliminación de la discriminación racial. La gentileza de ese lunes radica en que también tiene fuerza social suficiente para dedicarlo a las personas con Síndrome de Down, que no es una enfermedad, sino una especial forma de ser, pensar y hacer, causada por la triplicación del vigésimo primer cromosoma de nuestra dotación genética, por eso también se llama trisomía 21, numerología que nos vuelve a fijar la fecha del día 21 del tercer mes del año.

Hoy también es lunes y se seguirán encendiendo hogueras en Idomeni, que no creo que sirvan ya para calentar; seguiremos vertiendo a los arroyos claros las aguas sucias que con tanta abundancia nuestra sociedad produce y seguiremos sembrando los campos de ripios de chuscas caseras, de muebles derrumbados y de coloridos plásticos desusados. También seguiremos sembrando casas en los parajes silvestres con la misma intensidad que aumentamos la población de casas abandonadas en los parajes urbanos.

Leo que Extremadura necesita 18.600 viviendas nuevas antes de que llegue 2029, con lo que es muy posible que el censo de viviendas viejas aumente en la misma cantidad: menos bosques, más aguas sucias. Ya nos avisan que el pantano del Arroyo de las Lobas -Guadiloba- anuncia déficit inmediato para antes del verano.

Hoy es otro lunes hermoso; que nacido tras una semana de recogimiento procesional, se presenta dispuesto para ser declarado “lunes del entendimiento” y se inauguren así las obras dialogadas para un nuevo y luminoso gobierno. Bueno, esa es mi duda.

Publicado en Avuelapluma

Lunes de Pascua de 2016

Anomia

TRISTEZA

 

Las necesidades de comunicación que aparecen por el uso del lenguaje, provocan la creación de palabras nuevas. Los estudiosos del funcionamiento de las sociedades y de las personas, cuando perciben que impera una desorganización colectiva, detectan que es usual el aislamiento del individuo del resto del grupo de pertenencia. Ese “no querer saber” es consecuencia del descontrol de las normas sociales muy a pesar de la abundancia de leyes. Yo creo que experimentamos esta sensación en nuestro país y en nuestros tiempos. Hay anomia.

Sobre cuáles son las causas que originan esta situación, aunque no sea fácil establecer las prioridades y las relaciones que existen entre ellos, estas cuantas pueden darnos servicio explicativo:

Desconfianza generalizada en las instituciones públicas y en sus gobernantes. Elevado porcentaje de ciudadanos abstencionistas; más de la tercera parte de los electores. Desequilibrio entre la necesidad de protección laboral y el descrédito de los sindicatos. Exagerada distorsión entre las preparaciones académicas y la obtención de un trabajo. Huída de jóvenes formados a otros países. Reducción drástica de atención en todos los servicios sanitarios y educativos. Amplia desprotección social de los sectores de la infancia y de la vejez. Aumento de la pobreza en los pobres y de la riqueza en los potentados. Desconfianza en los cuadros de la Justicia y en los cuerpos de seguridad ciudadana. Concepción democrática cada vez más centrada en lo numérico y no en los acuerdos.

La relación admite más añadidos, y el orden de aparición no implica ninguna jerarquía; una intrincada red de relaciones e influencias entre ellos es lo que fabrica en sentimiento generalizado de “la crisis”. Y lo que percibo en mis alrededores es la sensación de que el año que comienza debe trastocar todo este engranaje perverso, es como si necesitásemos el cambio de un año para darnos cuenta de ello.

Si en lugar de contar la cosa por años, lo hiciésemos por lunas, -como aquellos indios- lo mismo nos encontrábamos con mejor predisposición para mudar el ánimo. Y una vez que nuestro espíritu se haya recompuesto y se aclare como la luna llena, ¿qué término conviene crear para definir la compleja “salida de la crisis”. Que saldremos, no preocuparse; la duda la tengo en el cuarto.

 

Goyo

20-ene-16 Día del Miércoles Triste

El senado giratorio

 

 

 

senadores

 

Como herencia apreciada de aquella cultura clásica de la civilización romana, muchos países actuales siguen depositando tareas de gobierno a la institución llamada Senado. A pesar de las muchas variaciones que a lo largo de la Monarquía y de la República romanas tuvo este organismo político, parece que una de sus esencias sigue descansando en la creencia de que la persona dedicada a la Política puede tener menos pasión y más aciertos si su edad es avanzada y su oficio repleto de experiencias; es decir a un senador se le prefiere senex, anciano. Aunque una cosa es ser anciano y otra ser caduco.

Acuérdense de aquella etapa en la que nuestro monarca tenía como prerrogativa nombrar a un elenco de 41 viejas personalidades que compuso el grupo de senadores por “designación real”; hasta llegar a los 208, los demás senadores eran elegidos por la ciudadanía. Viendo ahora quiénes formaron tan exquisito equipo de distinguidos por el Rey, se puede decir que lo de las puertas giratorias no es invención moderna.

Para la buena teoría, ser senador requiere una edad en la que los destellos luminosos de la experiencia sirvan para paliar los posibles achaques de la edad abundante. Por eso es bueno que un senador haya sido alcalde; pero no lo es tanto que un senador también se ocupe ya, y a la vez, de una alcaldía.

Si triunfa en nuestros días el imperioso y general criterio de que un político sólo ha de ostentar un cargo -y sólo un sueldo- se sigue poniendo en evidencia que los aparatos de los partidos permanezcan anclados en principios de decisión tan anticuados como alejados de una militancia activa y crítica. Quizá sea éste el factor clave que defina el pobrerío democrático que nos nubla y el que impide el acercamiento a los partidos de mucha gente ilusionada con la participación política.

No debe ser cómodo el caso en el que los dirigentes propongan una lista y las quejas de militantes de base desquicien la puerta giratoria. O es la militancia la que no funciona por desobediencia, o es que sus dirigentes están cortos de autoridad.

Teniendo nuestra sociedad necesidad indiscutible de numerosos y buenos políticos, la duda de esta semana radica en si debemos añadir a la tarea del senador el oficio de repartir su experiencia para que la militancia ejercite la crítica.

 

Goyo

13-oct-15

El herrador

 

 

 

Cascoca

 

Herrar es proteger con hierro. Ajustar una herradura al casco de un caballo requiere primero observar detenidamente su forma, detectar zonas de desgaste de la muralla -o de crecimiento excesivo- acomodar la curva de la herradura al casco y clavar con esmerado tino los seis clavos. Marcelino decía que es un oficio que nunca se acaba de aprender, que aunque por edad te fallen las fuerzas para usar el pujavante y la tenaza, te encuentras desafíos que fomentan el éxito de otra experiencia que de nuevo se almacena. Las personas amantes del mundo del caballo reconocen la trascendencia de un herraje correcto; incluso ahora que las bestias no están sometidas al trajín diario ni a los rigores del trabajo campesino. Ahora un caballo es más una mascota a la que se cuida con elaborada técnica.

 

Un cirujano gana en prestigio conforme avanza su edad y se actualiza con las nuevas técnicas quirúrgicas. Un músico amplifica su fama con el paso de los años si no para de ejecutar lo clásico y de atreverse con las nuevas tendencias. Supongo que cosa parecida le ocurre a un inspector de policía, casi lo mismo debe pasarle a un buen albañil, a una excelente peluquera o a una extraordinaria comadrona. Y a un juez, y a un cocinero, y a una economista, y a una taxista.

 

Parece entonces que esta sociedad no desprecia el principio de valor que permite acumular buena profesionalidad con el mero ejercicio de las faenas rutinarias; cuanto más si a ello se le añade iniciativas novedosas, respuestas nuevas y cúmulo de experiencias exitosas. Todo esto ocurre incluso a medida que pasan los años.

 

No obstante en la ocupación destinada a organizar la vida compleja de la sociedad, en las tareas que conducen al gobierno de las gentes, impera la idea de que una persona no puede/no debe seguir más de ocho años; que tras ese periodo debe abandonar la actividad política muy a pesar que haya podido acumular experiencia de gestión; que debe dedicarse a otro oficio, a su oficio,…porque se corre el riesgo de entender que la Política no requiere de oficiales. Con meros aprendices nos valemos, ah!… y que sean jóvenes.

 

Los romanos, que en sus buenos tiempos funcionaron bien, preferían a los viejos para el Senado; los iberos, que ahora no tienen buenos tiempos, desdeñan la Política. ¿Estaban locos los romanos?

Goyo

21-04-15

 

Urbanismo

 

 

Urbanismo

 

Cambian las cosas sin que se nos dé a conocer cuáles son los motores del cambio o qué tipo de combustible se utiliza para alterar lo conocido y transformarlo en lo nuevo. Pensemos en los trabajadores; no hace mucho tiempo, cualquier grupo humano provisto de gorra con visera y pantalones amplios transmitía la información inequívoca de pertenecer al sufrido mundo obrero. Ya sé que alguno me dirá que con tanto paro no se percibe ni gorra ni pantalones. Si acaso este par significativo tan sólo es aplicable en nuestros días a determinada tribu urbana enclavada en la adolescencia. Los obreros de nuestra actualidad lo mismo muestran corbata que mono con manchas. Todo está confuso e indistinguible.

 

Ahora me fijo en la idea que arrastra la palabra urbanismo. Cuando yo era adolescente, con ese término se aludía a los principios que guiaban la educada compostura social, el cúmulo de comportamientos necesarios ante las diversas situaciones que la vida en sociedad exige. Tener urbanismo suponía mucho más que tener educación; pues toda la urbanidad era observable mientras que no toda la educación se traducía en modales visibles. Así, ir corriendo a besar la mano al cura podía servir para ocultar la educación más rancia con la urbanidad más aplaudida.

 

Después llegaron los tiempos donde se instauró sin discusión, que la Concejalía de Urbanismo era mucho más importante que la Concejalía de Educación, que las tareas del gobierno relacionadas con la construcción tenía mucha mayor transcendencia que las de la escuela. De alguna manera, permanecía la valoración clásica de principios del siglo pasado: se prefiere el urbanismo a la educación.

 

Así fue que nos dejamos emborrachar por tecnicismos arquitectónicos y fundamentalismos financieros; tantos y tan bien armonizados que no encontramos hoy forma de recomponer la cordura. No todo ladrillo cabe en el campo. No toda vivienda puede edificarse donde antes hubo arroyo. No todo cemento se respeta por las olas del mar,…

 

Ya habrán oído el asunto del concejal de Estepona, pueblo que está en la costa, a la intemperie de las recalificaciones y las oleadas capitalistas. Tengo clavada la duda de si este paso es intento serio para que la Educación en Política valga mucho más que el Urbanismo en Política.

Goyo

11-nov-15

Cámara oculta

 

La_cámara

Una grandiosa entidad bancaria fue gobernada por una persona que tuvo como mérito mayor el ser compañero de oposición del señor Aznar; ambos amigos obtuvieron plaza y oficio como inspectores de hacienda. No obstante, éste último se ocupó por unos años del gobierno de España y el otro amigo, un tal Blesa, dirigió la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, que para mayor recorte y menor entendimiento la conocíamos como “Caja Madrid”, que parió un monstruo al que llamaron Bankya.

 

En lo que se va descubriendo, parece ser que la formación profesional del señor Blesa se utilizó al menos para diseñar y ejecutar tres programas autodestructores; no sabemos si con el conocimiento del amigo. El primero consistió en invertir en ladrillos invendibles, el segundo en recoger ahorros preferentes de confiados jubilados y el tercero de repartir tarjetas entre los gerifaltes; los dineros de estas tarjetas escapaban del control de la Agencia Tributaria, quizá por aquello de que su primer responsable conociese con cierta perfección cómo funciona esa cosa que “somos todos”. Total, los jefes se han fundido 15 millones de euros en gastos de representación durante el periodo destructivo. No conviene olvidar que para evitar la bancarrota de tan acertado aniquilamiento, se han dado 24 MM€ de dineros públicos, “de todos”.

 

Los que entendemos nada de Economía seguimos sin comprender cómo se otorgan premios Nobel a gentes que no saben remediar que los ricos sean cada vez menos pobres y que los pobres sean cada vez menos ricos. Tampoco entendemos los inveterados consejos de la francesa pija y de la austera alemana para remontar la desgarrada ilusión de jóvenes y viejos trabajadores. Y en esta especie de película de fantasía liberal, se me agranda la confusión cuando los papeles anuncian que los dineros públicos para Extremadura se presupuestan crecidos un 6% a la vez que se asegura una baja de impuestos para el mismo año.

 

Ahora nos están diciendo que el barril de petróleo está casi a mitad de precio que el año pasado.

 

Dudo si todo esto es la pesada broma que graba la cámara oculta mientras el cabreo alcanza proporciones inaguantables y en ese momento nos dice el “gracioso” que todo ha sido una broma,… y miramos a la cámara con sonrisa imbecilona, y lo saludamos amistosamente.

 

Goyo

28-oct-14

 

Entre monos y murciélagos

 

Murciélago

 

Ya se han apuntado, en repetidas ocasiones, propuestas dirigidas a cuidar las fuentes originales para que no se desborden los acontecimientos; y este consejo es válido para todas las épocas y para todos los imperios. Por ejemplo, si se sostuviese el grueso ambiental de las selvas tropicales, es muy posible que allí mismo se encuentren los principios farmacológicos que curan las enfermedades de la zona y los males de los alrededores; si se mantuviesen en sus témpanos glaciales la diversidad de fauna marina y plancton, las reservas pesqueras podrán seguir asegurando alimentos y negocios honestos.

 

Mas cuando uno mira el mapa del continente africano, ese mapa en el que se dibujan las manchitas donde lleva rebrotando en virus del Ébola desde 1976, uno piensa que todo un continente sigue abandonado a la intemperie fabricada por Europa. Nuestra vieja Europa se repartió la tierra negra; Holanda, Inglaterra, Francia, Alemania y España compusieron otra especie de esclavitud que no exigía traslado de mano de obra a las tierras americanas, sino frutos y riquezas naturales de los países donde la pobreza siguió imperando gracias a las riquezas del poder armado.

 

Todo el intertrópico africano se desbasta, disminuye y debilita de la exuberancia de vida vegetal y animal macroscópica; lo que implica que la variadísima vida microscópica, bacteriana y viral se modifica con la misma intensidad y peor mala leche. Eso es lo que siguen apuntando los estudiosos. Parece que el reservorio natural de las cepas más letales del virus del Ébola se encuentra en murciélagos y monos, y que arrasados los hábitats naturales donde viven, buscan otras especies para subsistir. Así de lógica parece la vida en nuestro planeta, usted podrá concluir.

 

Por eso, otros estudiosos del terreno del humanismo defienden que obtendríamos más beneficios procurando condiciones de vida autosuficiente y no abusiva con las riquezas y culturas africanas; pero usted podrá comprobar el control y el descontrol con estas palabras: movimientos migratorios, diamantes, coltan, compra de tierras, maderas preciosas, safaris,…

 

Es como si el asunto nos hubiese revelado que también nosotros tenemos una tarjeta negra, oscura, y tan torpe que ahora debemos aprender a quitarnos el traje para no envenenarnos.

 

Goyo

15-oct-14