El principio de concomitancia.

 

En mi curriculum figura que soy Licenciado en Filosofía y Letras, lo que entiendo que me da licencia para pensar y escribir lo que pienso. Esta concesión que me otorga el título no la tiene cualquier persona; no obstante, no soy partidario de restringir el pensar libre para los no licenciados ni acortar libertades para quien desee expresarse por escrito,… aunque sea con faltas de Ortografía,…incluso con otras faltas. Pero los tiempos siguen incómodos para la Filosofía como lo prueban los horarios y el prestigio de estas enseñanzas en los estudios de nuestra juventud.

 

Como una especie de mal remedio, los periodistas adultos recogen valoraciones excelsas de los viejos filósofos, sobre todo si estos acaban de fallecer, que es cuando adquieren nombradía y relevancia.

 

Pues una de las cosas que intenta controlar el pensamiento lógico -la Lógica es una parte de la Filosofía- es el cuidado que debemos observar al concluir cuestiones de raciocinio. La Teoría de la Demostración en el razonamiento estoico, trata de establecer las relaciones de concomitancia o de sucesión de acontecimientos. Por ejemplo, se produce un suceso el jueves, tal como la sentencia del conocido Caso Gürtel y salen entonces periodistas que detectan que la caída del Ibex 35 se debe a la sentencia. Al día siguiente, aparece la noticia de la Moción de Censura y otros periodistas afirman que la caída de la bolsa de debe a que Pedro Sánchez quiere tumbar al gobierno. Como ven, la búsqueda de la certeza más bien parece al vulgar episodio de arrimar el ascua a su sardina.

 

Es indiscutible que el segundo acontecimiento -la Moción de Censura- se produce como consecuencia del primero -la sentencia Gürtel- pues son sucesos concomitantes. Ahora bien, la ocurrencia de un tercer suceso -la caída del Ibex- que se produce en la inmediatez de uno o de ambos sucesos, no tiene por qué ser también concomitante. Tanto la sentencia adversa a un partido como la moción de censura a un gobierno son elementos propios de una crisis; pero desconocemos si, de forma separada o conjunta, son mecanismos explicativos de cómo funciona la esencia de la Economía, que nadie la entiende.

 

Comprenderán ahora mi duda permanente por la concesión del Premio Nobel de Economía, que ni lo instituyó Alfred Nobel, ni sirve para paliar los niveles de pobreza.

Goyo

12-jun-18