¿Cuanto vale una milésima?

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Venimos de Madrid y entramos en Cáceres por el este. Le digo a mi acompañante que el edificio primero es el Centro de Cirugía de Mínima Invasión, joya radiante de la nueva Extremadura tecnohumanológica. Después está el futuro hospital en construcción. A la izquierda se presenta la cárcel moderna. Después y a la derecha, se siembran edificios novedosos a lo ancho del campus universitario,… y así quería yo ir introduciendo a mi compadre en la ciudad cuando, al terminar la zona universitaria, justo a la izquierda, me interrumpe: “no me lo expliques, eso de allí arriba es un pelotazo”.

Cáceres por el este se presenta grandiosa y me pide que atravesemos la ciudad de este a oeste, como para saciar la gozosa impresión. Naturalmente, utilizo las vías céntricas y, otra vez a la izquierda, en la calle que tiene nombre de patrona de Extremadura le digo que ahí mismo están jugando con otra pelota, de caridad vedruna, un partido arbitrado por un inglés. No se entera ni me pide aclaración.

Llegando a la carretera que va a Mérida, nos desviamos a la derecha para terminar en Aldea Moret. Paramos en un campo donde se ven los mulos, los caminos de tierra, las edificaciones desangeladas, los tapiales y las huellas del aire que huelen a olvido. Justo ante el muro de un cerramiento que anuncia que allí hay un colegio, paramos.

¿ Y esto? Podría decirte que es el Centro de Máxima Exclusión; pero no me atrevo. El colegio atiende a unos 90 alumnos que, para definirlos, se avergüenzan los vocablos; respiran diferencia nada más verlos pero no acaban de despertar los sentimientos de las instituciones. La ciudad alberga a unos 90000 ciudadanos, aquí tenemos la milésima.

¿Por qué me has traído aquí? Este es el oeste, una aldea minera con apellido catalán, un conflicto urbanístico, educativo y social. La sensibilidad global y personal está herida, eso de “a flor de piel” es un poema comparado con lo que aquí han sabido resistir… y comenzó a sonar esta canción.

Goyo
03-nov-09

Lo mismo el miércoles

euroflag

¡ Cómo corre el tiempo ! Yo estaba atento a qué podría moverse el martes con la paciencia y ya me impacienta el miércoles.

Al parecer, por lo que se dice ahorita mismo, el fin de semana, reunidos santos y difuntos, han resuelto que el lunes se solucione lo que debería proponerse que se debatiese y solventase el martes.

Pues nada, que imitando este ágil proceder, hasta los que no merodeamos Génova, estamos rogando a otros santos y a otros difuntos para que los eurodiputados sigan defendiendo que se obedezca el principio que ellos mismos aprobaron con un 88% de apoyo: antes decían arre y ahora han puesto a unos cuantos a pensar en el miedo a Internet. Las aguas se pueden enturbiar si sale adelante el cambio: dejarán libertad a los estados miembros para que en sus manos tengan – o no- la tutela judicial efectiva del derecho a la libertad de Expresión a través de Internet.

Aquella encomienda, ampliamente aceptada que decía que han de ser los jueces quienes tutelen; pretenden cambiarla por otra nueva que dicen que sería bueno imponer el miedo de tal forma que si no gusta lo que escribo, una administración -y no necesariamente un juez- me corta la conexión a Internet al tercer aviso y así ustedes quedarán tranquilos y desprovistos de curiosidad de qué es lo que iba a decir el día después.

Esto es lo que se puede comenzar a trabajar el miércoles, y estos son los parlamentarios que han de darnos pasado mañana la alegría o el disgusto.

Hay que decirle que así, recortando, no hacemos más Europa; que así nos acercamos a China por oriente y a Cuba por occidente.

Tenemos todo el martes libre para seguir.

Goyo
03-nov-09

Con el personaje

Estrellita

Pues resultan tan distantes los personajes mayores del panorama social de este país, que hoy me he recluido entre los grandes personajes de ocho años; de esos y esas con los que esta mañana nos hemos evadido intentando mejorar el habla, la lectura y la escritura.

Entonces, ha venido bien utilizar el buen ánimo para componer pequeños poemitas. Uno de ellos, el que hemos hecho Noelia y yo, es éste:

Tengo una gatita coja
y un loro tuerto de un ojo;
cuando la gata lo coja,
el loro quedará cojo.

Y ya está. Esa es una de las cosas sencillas y radiantes que se pueden hacer en la escuela con los grandes personajes. ¿Comprenden?

(Me admiro del alcance que a veces tienen los juegos simples)

Goyo
29-oct-09

Ave! Madrid-Valencia-Madrid-Valencia-…

Alta velocidad se diseña de nuevo entre el este y el centro ibérico. Tanto vértigo, tanta velocidad de transmisión de datos, impone el no enterarse de tanto para seguir sabiendo que la lujuria se confunde con el lujerío.

AVE

Viene el tren de Valencia y dice que Costa es el número par; llega a Madrid y el altavoz proclama que ya ha perdido la vez. Sale de Madrid y se reparten por toda España los empujones de todos y cada uno de los vagones (perdón, quise escribir barones).

Ya han llegado huestes desafiantes de Madrid a la vez que huyen de Valencia muertos montados en caballo como para ganar una batalla. Ya hay partes de victoria «Ric ya no es secretario general del PPCV» y nuevos partes de nuevos frentes: «Aguirre convoca al partido tras las declaraciones de Cobo a El País».

Propuesta de expulsión, petición de garantías, suspensión espacial, te quiero un huevo, darle la pistola, cargarse al muerto,… trayectos cortos para alcance de cualquiera.

Es la guerra entre hermanos; incluso se está poniendo de moda el uso de las cunetas. La crisis ya no es lo que era.

Goyo
26-oct-09

Sobre el perfil

Joder con la crisis

Ya sabemos que no nos basta una foto para perfilar el perfil que nos exige cada nudo de cada red social. Una foto es un instante; a no ser que se describa sobre ella una historia compartida.

Me comenta otro nudo de la red Facebook, que si el cráneo que se presenta en mi perfil, mordiente el billete de veinte euros, es el de un perro. Así es, es la foto del cráneo de un perro al que le tuve el cariño que desprenden los perros que son capaces de soportarte.

Está mordiendo la crisis; cuando comience a desvanecerse, cambiaré la imagen.

Goyo
26-oct-09

Sésamo

sésamo.jog

Creo que uno tiene conciencia debido a un juicio repetido que te impone la memoria; de mi propia consideración, soy consciente de La Música, debido al martirio que todas las «semanas santas» del franquismo desarrollado repartía a través de la radio, de todas las radios. Fue entonces cuando comencé a convencerme que aquellas «saetas» deberían ser muy parecidas a las del Santo Cristóbal, que los aceros, y los lamentos, y los tambores, y las trompetas, se unificaban para castigarnos los oídos y los pareceres. Todo el mundo era pecado, era la carne pecado y el demonio debió componerse entre nosotros porque también era pesado.

Y era pecado la alegría de las bulerías o de las canciones ye-yés. Sólo la saeta; pero no la de Antonio Machado. Así crecí convencido que la primavera tenía su espíritu mortífero y el invierno, un indescriptible desprecio por las campanitas, las panderetas y las sonajas pese a que intentaron revestirlas con el humilde villancico. Por tanto abuso, el invierno también sonaba a esa flauta de pitos que amenaza taladrarte el sentido de la armonía y del gozo de los sonidos.

Para que mejor se me quede grabado el asunto, hoy publica el «Público» la protesta de músicos que fueron seleccionados por la estructura del anterior presidente de USA para utilizar sus canciones, a todo volumen y en estudiada repetición, como berbiquí cerebral que lo mismo así habrán confesado toditos los pecados que hubo de tener San Cristóbal. Y eso lo hacían sin necesidad de ser pascual el tiempo.

Yo me sumo a la protesta; lo hago por puro recuerdo de sentirme pecador sin haber pringado tentación, ni tocado materia ajena. Tardé años en volver a comprender la hondura de la saeta y la desnudez del villancico. Y sigo pensando que pensar no es pecado.

Creo que voy a tardar más años en comprender la retorcida maldad de george walker bush.

Permitió, alentó, consintió, sugirió, … que se torturase a los presos de Guantánamo con la infantilidad de la música de Barrio Sésamo.

Goyo
23-oct-09

Los niños de Badajoz

Cigueñaycharca

Aquellas risas sordas provenían del juguete tonto que acabábamos de descubrir los dos que nos sentábamos en el pupitre: cuando al tiritar de frío, hacíamos vibrar las piernas para que viniese algo de calor, las rodillas daban en el pupitre y algunas gotitas de tinta amenazaban salir del tintero casi lleno. El desafío era -sin necesidad de acuerdo previo- hacer saltar una gota gigante que abandonase el refugio; pero no muy gigante no fuese a vernos el maestro. La torpe conciencia nos hizo ignorar que, aunque ocultásemos las risas, los golpecitos rítmicos y redoblados sobre aquel pupitre dieron la señal de alarma. Justo a la llegada del vigilante maestro, un goterón azul oscuro surgió, saltó y se asentó sobre el inclinado tablero del pupitre. Lo esférico primero se circuló y después provocó una especie de lengua que comenzó a resbalar; en ese momento, tuve la intención de frenar el minúsculo alud con la manga de aquel jersey verde claro; pero el anticipo sabio de Don Juan cayó en forma de capón preciso y atemperado a la vez que nos aclaró: «Déjala!…, si tratas de limpiarla, ensucias todo el pupitre. Déjala ahí secarse y así os servirá de aviso y recuerdo de lo que no se debe hacer con las cosas de la Escuela«.

La madera embebió la tinta a cambio de dejar marca indeleble (indeleble fue la palabra que también nos enseñó) y aquella lengüita azulada significó el mensaje permanente, reiterativo, cotidiano, tozudo, eterno,… de que hay que dejar los tinteros en reposo: lección aprendida.

Leo con cariño que más de doscientos escolares de la ciudad de Badajoz se han empleado para limpiar la margen derecha del Guadiana. (La margen, el margen). Habrán percibido cómo de guarrotes somos y con la riqueza y variedad que decoramos los espacios públicos, los entornos comunes. No es comparable la experiencia a la del tintero; quedará el recorte de prensa, la foto después del trabajo generoso, el recuerdo de lo limpio,… pero quizá no sepan reponerse cuando contemplen otro día las mismas orillas del Guadiana revueltas de restos sin decoro. No importa, los niños y Adenex deben seguir dando lecciones con capones cariñosos.

Lo peor dicen que queda al frente: la orilla izquierda es la de la taberna abierta, la del bar libre, lo zona utilizada por su generación inmediata superior para el fomento del «suelo plastificado». Lo mismo les llega algún hilillo de responsabilidad en forma de capón ejemplarizante.

Goyo
21-oct-09

Una banderita para los niños, y para las maestras, y los maestros, y Adenex.
Bande