El doctorado

 

Adquirir la condición de doctor, hablando de los estudios académicos más elevados, requiere superar escenarios y condiciones que suelen ser desconocidas por el mundanal ruido. En el caso de la Medicina se adquiere la condición de doctor con la cierta superación de asignaturas y prácticas; pero a la persona que alcanza tal condición no se le exige una aportación explícita y ex-novo a la ciencia de la Fisiología.

En la mayoría de los ámbitos académicos, para la adquisición del grado de doctor, el tribunal que examina y discute la tesis, debe asegurarse que el doctorando haya descubierto, trabajado y demostrado una nueva página científica, un añadido severo a tal rama del conocimiento, un avance cimentado en otras tesis, una perfección contrastada, una nueva vía de indagación,… (Eso del máster, lo dejo para otro día.)

El Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata, que está en Extremadura, tras un acto tan singular como institucional, reconoció la valía del Premio Extraordinario de Doctorado a su paisano geógrafo que se llama Víctor Jiménez Barrado. La tesis que ha defendido frente al tribunal se titula «Urbanizaciones ilegales en Extremadura». A lo gordo -que en fino se dice «grosso modo»- las viviendas han crecido como setas en otoño lluvioso en los campos que antes se tenían y mantenían con labranza y ganados.

Iniciar una urbanización ilegal es muy sencillo; primero diseño y publicito trozos indivisos que vendo a los amantes de los animales y las plantas, que hacen un huertecito, un gallinero y una caseta para el perro. Con las necesidades del desarrollo rústico, se requiere la construcción de una caseta de aperos. Después, desalojo los aperos, las gallinas y el perro y a cambio hago un pozo de sondeo para la piscina, que así puedo pedir al Ayuntamiento -en Justicia- que ponga nombre a las calles porque el servicio de correos no llega. Luego, alumbrado público. Más tarde, vigilancia policial.

La valía del doctor Jiménez es que aporta una serie de soluciones a este tipo de poblamiento del nuevo campesinado para paliar la extensa y rica problemática: inseguridad constructiva, descontrol de aguas residuales, evasión de cargas fiscales,… en fin: acumulación de ilegalidades.

Mi pesada y seria duda crece si pienso que la investigación científica servirá de algo,… a los agentes.

 

Goyo

23-feb-19

Arroyos y tormentas

Una riada histórica sufrió la ciudad de Badajoz en 1997, más de veinte personas murieron o desaparecieron con las aguas locas de los arroyos Rivilla y Calamón. El violento fenómeno inundó casas y arrastró seres y enseres con violencia jamás conocida. Era de noche y jugaba el Real Madrid lo que supuso que aquella ciclogénesis atlántica no cumpliese con toda su maldad. La zona más afectada fue la barriada de Cerro de Reyes, y no es que la riada escalase contra gravedad y ascendiese a los cerros, es que toma la barriada su nombre del cerro que separa ambos arroyos. No existen datos más trágicos, ocasionados por anomalías naturales, para nuestra región. Lo que dudo es si habremos aprendido.

Recientemente, el pueblo toledano de Cebolla ha conocido los efectos de una lluvia torrencial que arrastró coches y llenó de lodos muchas de las casas que se han construido a lo largo del arroyo Sangüesa. Afortunadamente no hubo víctimas, que llamamos víctimas a los que fallecen. Como sucede en muchas partes del mundo, los arroyos siempre llevan la escritura bajo el brazo

Las ordenanzas urbanísticas debieran contemplar los riesgos que la estudiada experiencia nos recuerda incesantemente: se inundan las partes más bajas, las que están en la influencia del cauce de policía según nuestra Ley de Aguas, que seguramente es la ley mejor incumplida de todas. No existe Ayuntamiento en este país que no contenga nítidos ejemplos urbanísticos de desprecio a la seguridad contra las riadas e inundaciones; todo se explica por la potente falacia de la mala libertad de construir allí donde pueden nuestros santos poderes.

Dado un arroyo, está prohibido construir perreras, gallineros, casetas de aperos,… a menos de cinco metros del nivel máximo conocido de su avenida, de la mayor crecida de su historia; pero en nuestras arrogancias y debilidades en la vigilancia, somos hasta capaces de construir casas, habitarlas y creer que nunca el arroyo nos va a recordar su propiedad y uso.

La nueva Ley del Suelo para Extremadura, según declaraciones de gente conocedora, parece rebajar limitaciones constructivas para facilitar asentamientos industriales en suelo rústico, incluso para abrir la puerta a nuevas construcciones destinadas a segundas residencias. Mientras llegue, mi duda es si se van a dejar tal cual los abusos constructivos de los cauces.

 

Goyo, lo escribí el 24 de septiembre.

10-oct-18