Hojas

Hojamelojo

Mis alumnos ya se divierten cuando juegan con las palabras; lo hacen si se presentan las reglas bífidas y hoy se nos ha presentado una a la hora de decidir en qué clase de hoja se podría escribir el mensaje para una especie de anuncio publicitario. Tenemos varios formatos en el aula, varios tamaños de hojas. Uno lo llamamos “acuatro”, que con la luz de la RAE no sé ya cómo escribirlo. Otra hoja es exactamente el doble de grande pero no se llama “aocho”, será por las cosas inexactas de nuestra lengua. El tercer tipo son las cientos y cientos de papeletas que sobraron del último proceso electoral europeo, utilizamos su dorso blanco para asuntos menores y de borrador -perdón por la posible sutileza- .

Y es otoño; venido a empujones de aire desagradable que ha hecho almacenar miles de hojas en los rincones del suelo del patio. Las hojas, cuando dejan de ser verdes toman marrones espectrales y cuando les he dicho, estando en clase, que vamos a bajar al patio a recoger hojas grandes para escribir mensajes, revientan de alegría contenida. Aunque nadie me recuerda que esa idea mágica de la polisemia se había vuelto a presentar.

Vale, ya os contaré el repertorio de imaginaciones y cosechas que puede dar un otoño fértil.

Goyo
09-nov-10