Visión europea y tsunami

100_2632

De mi madre y su cultura de la España deshilachada, aprendí la acepción del término «visión». Una «visión» era el mejor calificativo al uso semántico para bautizar, con el mayor de los desprecios, el atrevimiento de ropaje, peinado o afeite en una persona; una visión era un abrigo por encima de las rodillas si el hábito social había dicho que el abrigo tenía que también abrigar las rodillas. También era una visión un pelo cortito al modo francés de «garçon terrible». Un hombre con los labios pintados era una «visión» perseguible,… y así dos o tres montones de criterios para asegurar el «bienestar social» que provocaba la lucha contra la moda de fuera y contra los cambios allendes de la reserva espiritual de occidente.

¿Saben ustedes que nuestro país es durante estos seis meses presidente de la Reserva? Entre otras cosas, la Reserva organiza un festival de la cultura de la canción que se llama «Eurovisión», que a medida que pasan los años se va pareciendo más a las ideas con las que mis padres se educaron y así, sus hijos y nietos sufren la vergüenza anual.

Este año, amenazaba una señora -y la opinión anónima- con elevar a categoría de primera preocupación estatal un verdadero tsunami de cutrerío. No sé que habrá pasado, pero me alegro de lo que no va a pasar.

Bueno, ya estoy más tranquilo. Les dejo toda una pared en blanco, con su cuadro correspondiente en vacío para que ustedes mismos lo decoren con la mejor visión.

De nada.

22-ene-10