La cuneta

Viajando se encuentran cosas. Incluso cosas que parecían olvidadas por el trajín impuesto de lo que traen las cosas nuevas; ni el veneno de la Alakrana, ni los dolores del campo, ni las hambrunas, ni los malos humos,…

Vas por una carretera con tu fragoneta y observas que la gente aprovecha los taludes para que la verticalidad ayude a imponer la raya en los pantalones. El perchero de intemperie seduce porque su sencillez resalta la hechura de las hombreras. Los trajes quieren como recordar el decoro del gris y la elegancia del blue. Hasta la lámpara ilumina el paso.

Una mullida cama de juegos y ropas azuladas descansa boca arriba; incluso el gran desnivel puede que admita una hornacina y empotre una teleplasma. No es una cuneta al uso corto, pues hasta un árbol fecundo se dispone a dar sombra.

cuneta copia

Goyo
03-dic-09
Que la memoria no nos discapacite.

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