Hoy es también

Hoy es el día del cernícalo primilla que helicoptera sobre la presa, del pastor que conoce y soporta el viento ingrato, de la mujer que ríe con su mandil repleto de granos para las ocas, de la huloaga que perdió su amarillo de abril, de las carpas que quedan por frezar, de los perdigones que corren con el cascarón pegado, de los candilillos que hozan los jabatos, de la abrejaca preñada para el próximo invierno, de las nubes que crecen en la siesta para la feroz tormenta de la tarde de junio, de las aguas escasas de las fuentes del ribero, de los nidos con cuatro cigüeñas, de las chumberas en flor, del agigantado crecer de las pitas, de la muerte cierta de las hierbas, del cambio al pajizo, de las sombras que nacen de las hojas, de las noches sin olor de azufre, de la lombriz escondida en lo más hondo, de los olores de los pozos de huerta y charrúa, de humedecer la enea, del chirreante de las chicharras escasas, de los saltos de los langostos con ojos saltones, de recoger grana de lechuga, de arrancar cenizos, de enristrar ajos, de secarse el sudor con el antebrazo, de lavarse en la palangana, de dormir asaltado por el silencio oscuro.

Hoy es el día del medio ambiente; o sea, el día de mis aprendizajes de infancia.

Goyo

05-jun-09

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