Hay que cambiar de semana

Bien pudiera deberse a que las personas que han tenido que trabajar en este puente, como por venganza, hayan querido atizar el mal fario reinante; pero la lectura atenta de los dos periódicos que cayeron en mis manos el domingo por la noche, almacenan un repertorio nada ilusionante:

●         En Inglaterra hay vergüenza por ser diputado laborista.

●         Las elecciones europeas amenazan con convertirse en castigo de lo cercano.

●         Los talibanes están a punto de destruir la ancestral cultura pastún.

●         La pobreza somalí aguza técnicas filibusteras.

●         El PP ganaría hoy las elecciones generales.

●         Osama (con ese) se alimenta de verduras, yogur y sopas de pan.

●         Ya no hay medicina barata; antes los brujos lo eran para todos.

●         Dustin Hofman tiene 71 años de envidia dentro de una mente joven.

●         Los fabricantes de los antivirales ganan 8.800 millones en la bolsa.

●         El coche eléctrico exige los problemas del carbonato de litio.

●         No sé si es la derecha quien tiene a los bancos o es al revés.

●         Milagrosamente, los bancos captan un 21% más de los ahorros.

●         A la izquierda tampoco le gustan ya los poetas.

●         Es posible que el temido Apophis nos descalabre antes que el H1N1.

●         Jesús Centeno escribe sobre el genocidio cultural de Tenochtitlán.

●         Por fin, los metamateriales del John Pendry nos harán invisibles.

Prometo ofrecer, o recopilar, mejores cosas a lo largo de la semana.

Goyo

04-may-09