Sigo en espera

Son de importancia tan cruel, que quizá no merezca el registro cotidiano de volver a exponer lo que nos acontece por culpa ajena. Nosotros no merecemos este castigo de verdades inútiles y de mentiras lúcidas.

La prensa ni siquiera tiene garganta somera y permanece sumida a la etérea astucia del dinero.

Cada vez se muestra más depravado el dinero. Aquellos que lo poseen en demasía incalculada aumentan su cuota de avaricia. Lo que lo tienen en cantidad microsuficiente aguantan más que lo que aguanta ese René de Calle13 y lo que sueñan lo imposible, sueñan con disponer lo que este FMI ha ido diseñando.

Es ya suficiente.

 

Goyo

13-ago-14

¿Para cuándo las judiciales?

 

Jueces

 

Yo no estaba allí; pero todos los libros apuntan a que fue un noble barón el que propuso y defendió terciar el poder absoluto del Rey y que fueran los ciudadanos quienes confiasen las tres tareas a los jueces, a los gobernantes y a los diputados tras un ejercicio electoral libre. (Bueno, esta teoría seguirá siendo válida hasta que Pío Moa escriba un libro sobre el asunto)

El caso es que la propuesta del francés Charles Louis de Secondat, se sigue explicando en las escuelas, en los institutos y en las universidades; en las cadenas de la tele pública no aparece porque el tema no lleva ligazón con la entrepierna o con la cocina.

La teoría clásica de la “trias política” dista mucho de la moderna. Nosotros elegimos a los diputados que han de componer el Parlamento que discute y define las Leyes; pero antes de hacer ninguna, se reúnen los parlamentarios para decidir quién va a ser el jefe de todo lo Ejecutivo y se deja para muy luego la decisión de cuáles serán las personas que ostenten y arbitren el Poder Judicial para interpretar las leyes. Por lo que se ve, la vigilancia anglosajona del “checs and balances”, también está en desuso.

Según yo lo percibo, nuestro voto parece cifrado para señalar quién va a ser el jefe del Ejecutivo, sirve para componer en algo el Corpus Legislador y apenas pensamos que en esa voluntad de la papeleta, también se incluye el poder para componer la Mesa Togal que compondrá el régimen judicial. Con nuestro voto se unifican los tres poderes. Los poderes no se muestran separados sino malamente encadenados; y si esto no suele decirse, decirlo no significa insolencia.

Cuando comento esto entre gente docta, se asombran de mi violenta ingenuidad y entre muchas cosas discutibles me dicen que los jueces no son “políticos”; que no digo yo que lo sean, pero que si hubiesen elecciones al Poder Judicial yo votaría a los militantes de Jueces por la Democracia porque no me gusta un pelo el pensamiento rector del colectivo Francisco de Vitoria.

Pero estas dudas, como no son del género, ni aparecen ni se discuten en nuestros denostados partidos políticos, ni en las radios, ni en las teles. Se resuelven “en diferido” como diría aquella notable manchega.

Goyo

02-jun-14 (Día de la abdicación)

Algunas cosas de la edad

 

Rouco_Varela

 

Sin necesidad de haber estudiado con éxito -como Einstein- la esencia relativista del tiempo, podemos observar a nuestro alrededor cómo el personal variado mantiene y defiende la opinión de que para ejercer la Política, además de mostrar apariencia jovial, se asume como ejemplar que la experiencia en cargos notables no debiera superar los ocho años.

Además, se impone también el valor de calificar como vicio de sanguta el que una persona dedique toda o gran parte de su vida a diversas funciones, compromisos o tareas políticas debidamente remuneradas. Para los del extrarradio del raciocinio, puede resultar curioso que para tal criterio reposado no se defienda su aplicación en áreas como la Banca, la Música, la Religión o la Medicina. Son pocos los que se asustan ante la presencia de un viejo profesor, un Papa anciano, un banquero arrugado o un director de orquesta repleto de experiencias temporales.

Hubo un tiempo en el que muchos españoles dijeron llorar la desaparición del octogenario líder; si a mitad de siglo pasado a alguien se le hubiese ocurrido defender públicamente su sustitución o recambio –incluso por otro aguerrido general de treinta y pocos años– ese alguien, en cualquier manicomio hubiese sido bien recibido. Eran los años en los que la experiencia era la cuñada de la Ciencia.

En estos nuestros años, me resulta preclaro que experiencia y ciencia parece que conviven sin necesidad de constituir un matrimonio para toda la vida; se dice que los experimentos han de hacerse con gaseosa y se espera de los científicos que repitan muestra de aquel sabio que tan triste y mísero estaba, que sólo se alimentaba…

Ahora tenemos fresca la experiencia del remozar de la cruzada católica liderada por el señor Rouco, al que nunca le han exigido jovialidad o empatía. Dice la poca prensa que he leído que teólogos y cristianos de base se contentan por el sucesor electo, que está más en consonante con Francisco, sin que ello signifique que el monseñor Rouco estuviese más en vocal con el Santo Padre. Total, que no he escuchado a nadie promoviendo la candidatura de algún joven seminarista. Supongo que beatas y católicos de altura estarán compungidos.

Aquellos romanos estaban locos: sus senadores eran los viejos. Nuestra cordura quizá prefiera lo innombrable.

Goyo

20-mar-14

Último día de este invierno maldito que se inició en noviembre del 12

 

 

Austeridad: el nuevo timo

 

Hasta ahora, el uso de términos y palabras estaba regidos por una atosigante mayoría de hablantes; lo que hacía la Real Academia de la Lengua Española–y esperamos que lo siga haciendo- es corroborar la abundancia de uso de un término, su caída en desgracia o su cambio de ruta.

 

Hasta ahora y atendiendo a la última edición del Diccionario de la Lengua Española -la vigésimo segunda- la palabra “austeridad” sigue siendo femenina y se le asigna significado doble:

 

1.- f. Cualidad de austero

2.- f. Mortificación de los sentidos y pasiones.

 

Evidentemente, luego uno va a buscar el significado del término “austero”, que es un adjetivo que alcanza cuatro versiones.

 

1.- Severo, rigurosamente ajustado a las normas de la Moral.

2.- Sobrio, morigerado, sencillo, sin ninguna clase de alardes.

3.- Agrio, astringente y áspero al gusto.

4.- Retirado, mortificado y penitente.

 

Observarán nuestras señorías que para nada hace alusión a reforma laboral, déficit, duchas frías, tijeras sanitarias, muerte de empresas, parados y paradas jóvenes, desatención de ancianos, niños y dependientes, yogures caducados, recortina presupuestaria educativa desde los parvulitos hasta los doctores que investigan,… un sin fin de significantes que nada tienen que ver con el significado.

 

Pero ha calado, señores académicos, en menos de dos años nos han torticerado el idioma y lo que antes parecía propio del monacato y el recatamiento pasa a ser de siervos de la gleba; no es otra cosa el intento del neofeudalismo.

 

Han cambiado el palabrerío, que es la primera piedra para edificar una sociedad derrumbada.

 

Goyo

04-jun-13

Huelga

 

 

 

A mí me dicen la palabra “huelga” y quiebro el resto de las obligaciones y oficios. Al menos así respondía de cuerpo y alma en los tiempos pasados cuando ir a la huelga era mucho más que la alegre gamberrada de no presentarse al trabajo y así detener seriamente la actividad energética, comercial, industrial, de comunicaciones y de servicios del país. De tal modo que, tan sólo las actividades políticas y sindicales parecían tener brillo mientras los días anteriores, en la fecha del evento y durante los días posteriores.

 

Una huelga duraba más que una novena y los frutos lentos aparecían nada más surgir la convocatoria; la cosecha -no siempre abundante- apenas necesitaba de la lluvia. Para mejor recompensa, hubo incluso un tiempo en el que las administraciones ni tan siquiera se atrevían a aplicar la retención de haberes correspondientes al libre ejercicio; pues el ímpetu del mundo obrero podía volver a rechinar los engranajes.

 

Decidido el muermo obrero y sindical a suavizar los paños para que ningún cristal se rompiese, no tuvimos mejor ocurrencia que seguir convocando paros, jornadas de lucha y huelgas debidamente educadas, ordenadas,… incluso respetuosas; y además, sentirnos orgullosos de cobrar la nómina de ese mes con el descuento pertinente. Había hasta grupos adoratrices de la llamada “huelga a la japonesa” que ya saben ustedes que es una especie de inmolación laboral que cultiva tanto la riqueza de los ricos como la pobreza de los pobres. Así que lo que conviene hacer es lo que dice una manceba de mi pueblo: “Trabajad, coño! Que así es como se levanta a España, trabajando!”. ¿Comprenden por qué y cómo funciona esto?. Se dijo en la víspera: esto funciona.

 

Esta no será la última huelga de la primavera ibérica que reivindica unos servicios educativos propios de una tribu organizada, lejos de una amañada “competitividad corrompida” donde se podrá decir a los infantes que deben bien fijarse en las condiciones del trabajo infantil de Bangladesh, que los chinitos y los negritos trabajan a su decir y corren como gacelas.

 

Vale, eso fue el pasado jueves. Hoy es martes, más de un millón de licenciados y masterizados siguen descansando en la rutina de no presentar ninguna duda,… ni sus padres, ni sus hermanos, ni sus vecinos. Sólo algunos tontos seguimos dudando.

 

Goyo

14-may-13

Pablo, el 9 de mayo

 

Participo de eventos en los que ocurren otros sub-eventos que, en ocasiones, superan la misma esencia del acontecimiento.

Estábamos en los finales de los reiterativos y poco mordaces discursos del 1 de Mayo, en lo que llamamos en Cáceres «El Bombo», y muy contentos porque después de veinte años de abuso de concentraciones emeritenses, por fin los cacereños y pueblos del norte de Extremadura tuvimos el encuentro cercano.

Encarna, repetía por segunda vez que nos invitaba y esperaba al personal bravío para el 9 de mayo, en la Plaza Grande de la ciudad, a reivindicar de nuevo, que a eso es a lo que nos enseña este gobierno. Y, como de improviso, un tal Pablo se colocó frente al micrófono que tradujo en voz potente e incitadora el siguiente escrache  discursivo:

» Aquí tienen abierto el sitio y el micrófono para que alguno de los parlamentarios de Izquierda Unida nos explique cómo se puede venir a esta manifestación y, a la vez, seguir apoyando al gobierno de Monago«.

Casi seguro que fueron esas las palabras y ninguna más. De inmediato, las fuerzas organizativas acudieron al recurrido «compañeros hoy es un día para la unión y no para las diferencias» y otras cositas educadas y de rectitud procesional.

Yo, que sería lento en caso de estar en los berenjenales de la ortodoxia manifestiva, seguro que no hubiera tenido la ocurrencia que allí mismo y al instante se me presentó; yo hubiera capoteado la lidia con otra sencilla y correcta invitación;

» No te preocupes, Pablo; eso lo dejamos para el día 9 de mayo. En la Plaza. Aunque llueva.»

Pero yo no estaba arriba.

 

Goyo

día dos mayo de este año trece.

 

 

 

 

Trabajo, quiero trabajo

 

 

 

 

Ya habrán leído más de tres veces que tal Ayuntamiento “crea una mesa de trabajo para fomentar el empleo”, que las concejalías de Fomento, Bienestar Social, Igualdad y Nosequé coordinarán la nueva tarea, que en ella participarán todas las áreas del Gobierno Municipal y otros agentes sociales, sindicales y económicos, según concretaron los dirigentes, quienes además presentaron iniciativas para tan novedosa ocasión, como las siguientes: “juventud y divino empleo”, «empleo para mujeres víctimas de malos tratos», «el diseño de puestos de trabajo para personas en situación de riesgo de exclusión social». Y que los organismos con presencia en la primera reunión, con fecha anunciada, participan en conjunto de una gran preocupación por el tema y chimpampún que si no vienen las cacerolas. Otras tantas veces, como le pasó al santo Pedro, se negará la cosa antes de que el calendario cante el amanecer.

 

Es muy difícil hacer creer algo nuevo a un creyente porque sabemos que sus creencias están basadas en su necesidad de creer y no en sus evidencias. El condicionamiento sociolaboral del trabajo tiene tanta ponzoña, que lo normal de un parado es creer que la administración pública le va a proporcionar un empleo. Así que lo habitual y esperable es encontrarse con parados que se presentan ante el Alcalde suplicando unas migajas de contratación.

 

A veces, hasta el ministro dice verdades, tan absolutas, que pasan desapercibidas; en Sevilla el año pasado, el de Hacienda, advirtió de que los ayuntamientos y la administración pública «no son oficinas de colocación«; todo esto dicho al abrigo de la conferencia impartida por Don Cristóbal que tenía como título “Las reformas que impulsan el cambio”.

 

Pero como estamos rodeados de creyentes firmes que afirman que los gobernantes públicos tienen la mano y la clave de la colocación, ahora entenderán el éxito credencial de aquellas afirmaciones del señor Monago, allá en Mayo del año 11 en que nos invitaba a atender unos segundos en su convencedor spot publicitario dirigido a hacer creer que él podía rebajar los cinco millones de parados e inaugurar la nueva creencia de que en el PP se encontraba la pócima del empleo, la salud y la salvación.

 

El hoyo se hace más profundo. La ciudadanía cada vez se siente, además, más frustrada a la hora de participar porque constata que no es escuchada ni atendida. A veces, incluso, es despreciada e insultada. A veces incluso sigue creyendo que lo que le conviene son mentiras dulcemente azucaradas. La fosa es profunda y la duda es gorda.

uno de mayo

Goyo

Honestos

 

 

Ya saben que, cuando no conviene, a las encuestas no se le hace puto caso en espera de la encuesta verdadera y definitiva del día electoral, de cuyo resultado suele hacerse caso puto.

Ahora que vamos despacio, podemos fijarnos con quietud en lo que alumbran las últimas encuestas acerca de la preferencia o intención de voto y de cómo se distribuye entre los diversos sectores del campo político; para no cansarles en datos ni apuntarles enlaces del Gran Hermano que todo lo sabe, les resumo el asunto a mi modo de discurrir, que con eso de tanta duda que me abunda, lo propio es que tampoco saquemos mucho en claro.

En extracto, la brecha distintiva se reduce cada vez más, en lugar de un bipartidismo se ilumina un tetrapartidismo, el partido que más apoyos tenía es el partido que más apoyos pierde y los dos partidos que recibieron relativo y escaso apoyo están creciendo significativamente. Pero la sinopsis más valiosa de nuestra situación política se plasma con fidelidad en una sola palabra: hartazgo.

La hartura incluso comienza a causar efecto en la casa de la mayoría absoluta; dos concejales han abandonado lo que fue su partido porque sentían vergüenza de la situación externa e interna del PP, y lo hicieron porque ellos habían apostado por la honestidad. Una primera lectura parece decirnos que estas dos personas han encontrado la honestidad escapándose de la estructura partidista; una segunda lectura nos diría que ellos podrán pensar que los que permanecen están alejados de la honestidad. Una tercera lectura apunta a que los que quedan pueden ganar la honestidad cambiando las cosas desde dentro. Y una cuarta lectura señala que los que se quedan podrán acusar a los huidizos de deshonestos. Más lecturas no apunto pero sepan que las hay.

Leyendo en otras cartillas, cabe entonces pensar que si el partido que fue más votado sufre pérdidas hemorrágicas, habrá gente que piense que lo honesto es facilitar la sangría a la vez que otra gente entienda que lo honesto es tapar la puñalá aunque sea con trapos sucios de casa.

Y cuando observamos que hay también mucha gente percibe la honestidad huyendo de la Política; incluso defendiendo y ejerciendo la abstención en las elecciones, la duda gorda surge brillante: ¿dónde se escondió la honestidad?

 

Goyo

15-abr-13

 

Periodismo de pies y cabeza

 

 

 

Con palabras elevadas, las personas decimos que buscamos la verdad porque amamos la Justicia; así, deberíamos entender que cuando fabricamos la mentira practicamos a sabiendas la Tropelía. El periodismo es una técnica de comunicación que funciona con una sabia mezcla destinada recoger, elaborar y hacer pública una información relativa a la actualidad, especialmente sobre hechos novedosos de interés, incluso sobre hechos pasados a los que se les quiere conceder relevancia nueva. Es una técnica depurada y excelsa que proviene y supera al ejercicio de la reyerta de amigotes de barra o al de la trifulca desgañitada de verduleras. Si les parece desafortunada y malediciente la comparación, no me hagan caso y dedíquense a observar tanto algunas afamadas tertulias, como otras algunas alambicadas editoriales de periódicos cercanos y lejanos.

 

Dicen los buenos consejos, que la Ética juega un papel muy importante es esta profesión, cosa que ningún periodista debe olvidar; pero que debiera exigirse con igual fuerza a cualquier persona que lee el periódico, comenta la noticia o traslada lo que ha oído en la radio. No sólo las personas que profesan el periodismo son las selectas para ejercitar la libertad de expresión según proclama el artículo 19 de la DUDH, también a las que no han estudiado la técnica debemos otorgarles el mismo nivel de libertad de opinión: Ambos niveles no deben confundirse con el nivel de libertad de embuste.

 

Nunca he asistido a una mesa de redacción; que es el lugar y el tiempo donde se decide cuál y cómo ha de ser la portada y cuáles son las noticias que van en chiquinino; los platos que se elaboran en esa cocina, tienen como destino alimentar o envenenar a la inocente clientela. Por ejemplo, los llantos de quienes no pueden procesionar se presentan ahora más relevantes e impactantes que los que provocan la falta de atención de necesidades educativas y vitales de los hijos, de los que desean tener trabajo, de las urgencias sanitarias,…. Éstas me parecen verdades más poderosas que las otras.

Algunos periodistas bien pagados, han ejercido recientemente su oficio presentando en gala televisiva lo último en belleza, que no es otra cosa que un tratamiento de desintoxicación para los pies. Por mi afición a las dudas, debo entender que está muy próxima la noticia, presentada también por diestros del periodismo, de un nuevo tratamiento de desintoxicación de cabeza.

 

Goyo

03-abr-13

 

 

Julián

 

 

Ayer murió un poeta,

cosa que debe ocurrir para que las palabras se embellezcan.

 

Ayer, un campesino ilustrado se extinguió en el ataúd.

 

Los andares viejos y pesados

servían -días atrás- para pasear alma y cuerpo

por la plaza ajardinada de naranjos y palmeras.

 

Pudiera haber llorado

por ser esclavo de la parsimonia

y de la valiosa duda

sobre su inválida esperanza;

pero en los finales,

sólo se atrevía a hacer cestecillos

para colmar al vecindario de presentes.

 

Tomó el vivir como trabajo de cautivo;

así que lo mismo fue cautivado

por los ritmos de las labores del campo,

como sujeto y preso a las penurias de la comprensión.

 

El morir llama de manera silenciosamente salvaje,

violentamente educada.

Nadie lo oye;

luego, todos dicen: “era un buen hombre”.

 

El morir es una sementera.

 

 

Goyo

16-mar-13