Una vez dije la verdad al
Presidente y no me
dieron el caballo más veloz.
(Dadme el caballo más veloz, acabo de decirle la verdad al rey. Marco Denevi, de su libro «Ficciones»)
Goyo
14-ene-08
Una vez dije la verdad al
Presidente y no me
dieron el caballo más veloz.
(Dadme el caballo más veloz, acabo de decirle la verdad al rey. Marco Denevi, de su libro «Ficciones»)
Goyo
14-ene-08
Los últimos avances matemáticos no se depositan en los recónditos clubs de apasionados al Álgebra, a
Nunca antes -que yo conozca-se había intentado fundir triángulo, cuadrado y esfera en todo lo alto. Sea la propuesta feligresa, episcopal o telecomunicativa, el caso es que veo que le faltan las campanas … no vale traicionar al aire.
La foto pertenece a una hermosa galería de fotos-denuncia del diario Hoy.
Para algunos, el invento muestra el mismo nivel de ingenio que de chabacanería; otro ejemplo más de que no siempre lo híbrido funciona.
Goyo
11-ene-08
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El post anterior, registra las impresiones que me creo que transmite la música y canto de Dulce Pontes. Los once poemas nacen de los once primeros versos -Traigo un alma (I)-; y asÃ, después, cada poemita se desarrolla siendo su tÃtulo cada uno de los versos del primer poema, para constituir la docena. No obstante, como debe haber un contrapeso, compongo otro poema «paralelo» de otros once versos -Traigo un alma (II)-.
Como en muchas ocasiones la poesÃa debe ser ayudada por la imagen, a la hora de «enfrentar» ambos poemas primigenios, la técnica del Word-Press no me dejó una presentación como yo quisiera. Asà que hoy los presento tal cual hubiera querido que hubiesen salido, pero uno debajo de otro, no enfrentados, como era mi deseo. Si los copiáis y los pegáis uno a la derecha y el otro a su izquierda podréis tener mejor referencia de contraste.
Traigo un alma (I)
Traigo un alma.
El agua que fluye
Tras os Montes
riega los cuerpos,
baja en desorden,
salta en espuma,…
y al llegar al prado
lava sudores.
Lenta, …Â
adormece a los gorrionesÂ
Â
Traigo un alma (II)
Â
Traigo agua.
El alma que fluye
Tras os Montes
besa los valles,
limpia las hierbas
y engorda el campo.
Agua en el alma,
sed en el cuerpo,…
Duermo
sobre lo muertoÂ
Â
Â
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Goyo
09-ene-08
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Hoy inicio una nueva categorÃa en mi blog. Algunas veces me atraca la tentación de juguetear con ritmos y palabras. La poesÃa me cultiva más que yo a ella.
Estos poemas surgieron tras disfrutar, hace pocas semanas,  de una actuación musical de la cantante portuguesa Dulce Pontes en el Gran Teatro de Cáceres; con estos versos quiero hacer un homenaje al agua, a Portugal y a la voz de Dulce.
Once poemas para una docena.( A Dulce Pontes)Â Â Â
Traigo un alma.                                                                      Traigo agua.
El agua que fluye                                                                      El alma que fluye
riega los cuerpos,                                                                          besa los valles,
baja en desorden,                                                                       limpia las hierbas
salta en espuma,…Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â
y engorda el campo.
y al llegar al prado                                                                      Â
Agua en el alma,
lava sudores.                                                                             Â
sed en el cuerpo,…
Lenta,…Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â
adormece a los gorriones.                                                     Â
     Â
Traigo un alma. Â
Las notas se despiertan
y acuden al pentagrama:
después de Re, siempre Mi;
primero tú, luego yo.Â
Traigo un alma en danza solemne;l
os brazos empujan el aire
y las piernas soportan lo erguido.
Me rÃo
y respiro entrañas de amadas.
 La noche viene despacio,
una rutina repite el estar;
y el ser,
se vuelve meditabundo.Â
Asà se traen las almas:
con música orquestada,
con voces sueltas,
con aguas cristalinas.Â
El agua que fluye. Â
Llueve sobre el monte verde y ocre.
Llueve encima de las hojas dulces.
Llueve sobre los cuerpos cansados.
Sobre las encinas llueve. Â
Llueve y moja el aire limpio.
Llueve para que el agua salpique.
Llueve y hay agua por los charcos,
sobre el agua turbia llueve. Â
Llueve sobre aquellos sueños,
sobre los largos silencios,
llueve allá de los cristales…
Sobre los cristales llueve. Â
Llueve encima de las hojas,
llueve dulcemente el agua.
Se me mojan las palabras:
sobre los papeles llueve
Llueve mientras moja el cielo,
el suelo dice que llueve,
llueve mojando la ropa…
Sobre mi conciencia llueve. Â
Llueve:plomo gris oscuro pintado sobre el azul.
         Â
  Â
Tras os Montes.  Â
Mujer de faldas negras,
pañuelo vigoroso,
estatua portuguesa,…
que llevas en cuadril
el cántaro repleto
de esencias de la fuente.
Acércate a los Montes
y enséñales los pasos
al hilillo de agua
que rompe en manantiales.Â
Mujer de faldas negras,
pañuelo vigoroso,
rómpete en sonrisas,……
que se alegre el campo !…
que se alegre el campo !Â
  Riega los cuerpos.Â
(Nana al niño enfermo)Â
Por la boquita, mi niño,
que apague la calentura. Â
Ardiente tengo un tesoro
parece un hierro de fragua
la fiebre arropa con fuerza
haciendo sudar al frÃo.
No tiembles, cariño mÃo;
que no se tuerza
la medicina del agua
para el ser que más adoro. Â
Por la boquita, mi niño,
que apague la calentura.Â
 Parece un hierro de fragua;
la fiebre arropa con fuerza
haciendo sudar al frÃo.
No tirites niño mÃo.
Que no se tuerzal
a medicina del agua.
 Baja en desorden.  Â
Huye finamente,
bailando se cuela,
se esconde en la tierra
buscando la roca;
agua que equivoca
viejos manantiales
donde hunden raÃces
los alcornocales.Â
Baja cuesta abajo
campestre y torcida
restaña la herida
de un viejo cantar:
agua de la sierra
que lava las piedras
antes de ir al mar.   Â
 Salta en espuma.   Â
Jubilosa, limpia y dulce
el agua traza la orilla.
Sombra vÃvida de peces
asusta a la mariposa;
para parecer hermosa
las alas bate dos veces,
luego vuela: maravilla. Â
A borbotones padece. Â
La brisa contorna al junco,Â
 ladran los perros al viento,
el arroyo muerde el cuarzo
y el agua moja mi frente.
Baja el agua de la fuente
hasta finales de marzo
y hasta octubre no la siento.Â
 A borbotones padece. Â
Revoltosa juega en ella
el chorro, llanto de piedra.
Los sonidos se acompañan
de burbujas que navegan.
Medias esferas cabalgan,
al son del agua de sierra
por no durar en el tiempo
con magia desaparecen.Â
 A borbotones padece.
  Â
Y al llegar al campo. (Fado)Â Â
Después de mover la noria,
cansada, se despereza;
a espaldas deja maleza
y al frente cuenta otra historia.Â
Se abren los campos al viento,
el valle se hace llanura,
el monte pierde en altura
y el agua baja en silencio.Â
Agua mansa de rivera,
cinta azul entre lo verde,
color que en otoño pierde
y renace en primavera.Â
Agua que atraviesa el puente
que a las huertas alimenta,
a todo el mundo contenta
y hace manar a la fuente.Â
Agua en remanso,
 agua en pozo,
agua abundante alimento,
agua,… vigor y sustento
de la esperanza y del gozo.   Â
Lava sudores. Â
Huele a hombre la camisa,
huele a sudor polvoriento,
huele a mujer,
huele a niño,…Â
y el agua huele a remedio.Â
La espuma arrastra lo negro
el agua no es ya cristal verde,
se tiñe prestando el blanco
a las sábanas que tiende.Â
Ropa limpia.
Ropa al aire,
ropa que hace de bandera;
colada que viste al campo
las tardes de primavera  Â
 Â
 Lenta. Â
El agua de la laguna
suena a tambor flojo
con las gotas de la lluvia.Â
Cuando escampa,
honda y ancha,
sabe a pienso de bestia de establo
de vaca grande con ubres
de yegua sudorosa,
de gallina inquieta
y perro guardián.Â
El agua de la laguna.
Agua remansada de vapores limpios
que vuelan y se posan de nuevo.Â
Es lenta y se riza al viento.
Y se arruga con la brisa.Â
 Adormece a los gorriones Â
Pinturero y pajarillo,                                           Â
 bola de plumas saltando,
ni tiene colores vivos,
ni tiene cante afinado. Â
En la pequeña chabarca,
a la orilla del regato
que hace el hoyo del camino,
se bañan los gorriatos.
Baten vibrantes las alas,
sacudiendo el agua al aire
dudan y juegan en el charco
alborotando el plumaje.Â
Escondido, bajo teja
vigila inquieto el paisaje
canta al agua de los cielos
y al primer ruido se aleja.Â
Canta al agua, pajarillo
sin procura ni temor
no es tu canto ruiseñor
ni tu color amarillo.     Â
                                                                                        Â
Y todo ello ha sido revuelto y animado cuando he sabido que nuestro crack Jacinto también se enternece con versos. Asà pues, espero que ambos -Dulce y Jacinto- disfruten.
Goyo
06-ene-08
Â
Os deseo salud y buenas ideas para mantenerla; eso es la riqueza.
El dinero es un sucedáneo.
Goyo
04-ene-08
Â
Navidad de los años tristes; era poco más de los cuarenta y el Ayuntamiento celebraba una de sus pompas anuales anunciando que en la Plaza Mayor se darÃa la cena a los pobres, que para eso la caridad cristiana se diferenciaba de aquella âjudÃaâ que dejó a la intemperie del portal al Divino Redentor. Las campanas tañÃan rotundas como para compulsar que aquello era cierto y reconocido conforme, una vez contrastada la equivalencia de la ideologÃa triunfante con los principios eclesiásticos. Y viceversa.Â
Y el sujeto de esta historia padecÃa frÃo que quiso remediarlo una vecina con ternura navideña: que te damos esta chaqueta que al señor ya le queda pequeña porque ha engordado y a tà te queda elegante, porque está nueva, vamos que se la ha puesto dos o tres veces, que ya verás como se apetece, porque debes saber que es una prenda abrigona-abrigona, a pesar de ser chaqueta…Â
Era de cuadros y de paño cálido y funcionaba como si en los hombros le hubiesen colocado una bufanda y en los riñones una faja. En aquel caso, la chaqueta ni tan siquiera pesaba, dirÃase que padecÃa ligereza invernal. Hasta la barriga se avecinaba ligera.
 La noche que ahora se llama âbuenaâ llega siempre temprana de hora, por lo que la hambruna todavÃa no habÃa entrado en situación de arrugar al estómago; pero las campanadas funcionan como los timbres de Pavlov y crecÃan las ganas de sopa de gallina a medida que se avanzaba en la larga cola que apunta a la perola humeante.Â
Un conocido falangista y devoto del Nazareno ostenta el cÃngulo gualda y regula el orden; cuando ve al fulano de la chaqueta, se para junto a él para mirarlo con calculado detenimiento… eh, tú, con esa chaqueta tú no puedes coger cena ninguna, que más parece que te tocó antes de ayer la loterÃa…pero ¿qué te has creÃdo?. Esto es para gente pobre no para aprovechaos,… venga, lárgate despacio que la gente no se dé cuenta de la vergüenza que estás pasando; caradura, que no tienes …
Me cuenta que llegó a casa llorando la impotencia, que es la condición que produce las lágrimas más densas, esas que abrigan más que una buena chaqueta y olvidan por un rato el hambre.
Goyo
02-ene-08
           …                           …        Â
                 Â
Monseñor Rouco se ha visto obligado a decir gruesas palabras para intentar tapar las gordas palabras del obispo de Tenerife.
Goyo
31-dic-o7
Â
Cuando las circunstancias externas obligan a uno a la retirada en eso de ser âtraductor de ideologÃasâ, el refugio es tan variado como atractivo. Por ejemplo, rondando mi edad, Carlos V se retiró a pescar tencas a Cuacos de Yuste, JoaquÃn Leguina a descubrir papeles literarios de su padre, Felipe González a diseñar joyas, Ibarra imparte clases de lo que le apetece, Manuel MarÃn que se ha declarado también docente y defensor medioambiental,…a medida que los maestros mejoran con el tiempo, los alumnos parecen desmejorarse; quizá por eso sea oportuno no tocar la legislación educativa -no solo en la próxima legislatura- quizá en el próximo siglo.Â
Felipe González, que se dedica a dar conferencias y al diseño de joyas, desde ahora presidirá el grupo de lanzaderas: le han encargado el diseño de la joya europea; engarzar la seriedad alemana con el cachondeo hispano, el grandiosismo francés con la sencillez danesa, el quebranto polaco con el desafÃo portugués, …y asà hasta incompletar las diferencias de 27 estrellas con sus correspondientes refuljos. A Europa no sabemos si le va una diadema, un brazalete,… o una de esas cosas que el medievo colocaba en la entrepierna para que el búfalo yanqui no la seduzca y la secuestre.Â
¿Qué queremos de común los que nos decimos europeos? Que aún no nos hemos decidido si ha deser la institución más lejana la que nos debe solventar los problemas o la institución más cercana nos debe acercar a las soluciones.
A mà me parece que sólo tendremos Europa cuando las tierras más bellas de España están al norte de Portugal o al oeste de Polonia.
Goyo
26-dic-07Â
Praorrar rgía sdeseo Felí Na.
Go
07
Â
Sigo sin decisión, quizá por falta de estudio, para asignar la culpabilidad esencial del deterioro ambiental al agua o al aire; es decir, al mejor disolvente lÃquido o al mejor difuminador gaseoso. Todo sea por quitarnos nosotros de en medio y echarle la culpa a la FÃsica.Â
Parece que, después del acuerdo de mÃnimos de Bali, todos los esfuerzos van encaminados a reducir la emisión de gases que el aire con tanta bondad disuelve y con tanta malicia devuelve; pero yo creo que la Naturaleza se muestra más quebradiza ante las agresiones acuáticas que ante las poluciones atmosféricas. Asà me parece que cualquier problema relacionado con los rÃos, los mares o los pantanos, los tengo en mayor envergadura que los venenos que nos mandamos respirar. Lo creo tanto, que años atrás anuncié -jugando a las profecÃas inservibles- que antes de la mitad de este siglo, las guerras que se declaren tendrán como motivo básico el control de las fuentes de agua potable más que el control de las fuentes energéticas. El uso del agua potable,… del poco agua que haya o se fabrique con condiciones sanas.Â
Todo esto que antecede es para decir que un obispo brasileño, franciscano, lleva más de quince dÃas en huelga de hambre y quiero apoyarlo y promover que pueda llegar a él el apoyo que nos merece.Â
Está muy lejos, y en la parte pobre de Brasil.
Goyo
19-dic-07