La letra chica

Esta es una pequeña experiencia que ustedes pueden repetir y ejercitar -incluso con estudiantes de primaria- y que a lo mejor nos ayuda a comprender las dificultades y facilidades con las que a veces hablamos, leemos y escribimos. Usted se pone interesante y anuncia que va a realizar una breve, pero substancial, encuesta sobre la importancia de la lectoescritura; le diga que el ejemplo trata de que le hemos escrito una carta a una empresa para ver si nos realiza determinado trabajo, y en ella le expresamos las condiciones con las que nos gustaría que se realizase dicho trabajo; al final de la carta nos despedimos con el siguiente párrafo: “Como comprenderás, por las fechas en las que estamos, necesitamos saber con urgencia si podemos contar con la aceptación por parte de la empresa de estas condiciones para empezar a trabajar, por ello le pido una respuesta lo antes posible.” Se insiste después en que se vuelva a leer con detenimiento el párrafo anterior y se solicita al lector que se pronuncie sobre si lo que quiere el autor de la carta es: a.- aceptar las condiciones de la empresa.b.- que la empresa acepte las condiciones de la carta.c.- que se inicien conversaciones para llegar a un acuerdo.d.- otra, escríbela por favor. De la muestra que he realizado, con 14 profesor@s y 14 alumn@s, 24 personas entienden que la respuesta que conviene al mejor entendimiento es la “b”; las otras cuatro entienden que puede esperarse de ello una respuesta afirmativa o negativa de la empresa, que quizá también se pueda entender que debe negociarse, que quizás sea la opción “c” pero que no está clara,… en fin, dudas en el papel. Como las mías. Muchos consejos seguirán dándose dirigidos a escudriñar la letra chica de los escritos. Y es que este es el caso de la letra chica, cuando días atrás, en plena efervescencia de la polémica Womad, el periódico Extremadura reprodujo, con “letra chica” las dos cartas que a lo mejor son lo primigenio del conflicto: la que dirigió el Consorcio a Womad el día 10 y la respuesta de Womad el día 11. Pues bien, el párrafo escogido para esta encuesta es idéntico al párrafo final de la carta que el Consorcio envía a Womad; solo he cambiando la palabra “Womad” por las palabras “la empresa”. Siguiendo la observación de la letra chica, la empresa responde con la prontitud demandada -al día siguiente- y con la respuesta lógica de una interpretación que parece generalizada: si usted me pone a la vez condiciones y prisa, me está obligando a decirle educadamente “tururú”.Â

Mis dudas siguen:¿a qué tanta urgencia?, ¿no hubo tiempo antes?, ¿qué se estaba preparando hasta entonces?, ¿Betty Lavette es poca figura?, ¿esta es la cultura del 2008?,…

Goyo

05-feb-08

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