Ah de los impuestos ! ( Ah!… ¿de los impuestos?)

Portazgo

En la foto, Portazgo de Aguilar de Campoo.

Portazgo era el impuesto que las ciudades notables y comerciales exigían a los forasteros que iban a vender sus productos a los diferentes mercados. Para mantener al clero, la décima parte de las cosechas debían entregarse a la iglesia, ese gravamen se llamaba diezmo. Alcabalas, tercias reales, primicias, excusados, sisas, millones, … y otros términos en desuso, eran los diversos nombres de impuestos que se aplicaban a las clases modestas para que la Corona, la Nobleza y el Clero ejecutasen sus poderes.Yantar y martiniega eran los utilizados para soporar los gastos locales y el funcionamiento concejil.

Llega la Revolución Francesa de hace doscientos años y todos estos impuestos indirectos desaparecen. El cambio más notable es que los nobles son obligados a pagar por primera vez a la Hacienda Pública; pero las clases menos acomodadas siguieron viendo el sistema fiscal injusto; pues a su criterio los poderosos pagaban poco de lo mucho que tenían, y los asalariados y pecheros seguían pagando mucho de lo poco que acumulaban. En la Iglesia no se establecen grandes cambios, salvo el decoro de la encíclica de la Doctrina Social, que nace justo cincuenta años después de las ideas de aquel barbudo Carlos Marx.

Ahora, lo moderno es pensar que la protección sanitaria, el cuidado de las personas dependientes o los servicios englobados en la oferta educativa parecen más atractivos que conservar a los duques o a los obispos y vicarios. Pensamos también que el alumbrado público, el agua potable tratada y servida a presión a domicilio, los accesos a pueblos y ciudades, las refrescantes piscinas en verano, las instalaciones deportivas, … requieren una ingente suma de dinero público -proveniente del público- destinado a mantener instalaciones y pagar salarios a los responsables que las gestionan y a los trabajadores que las mantienen.

Esta moderna idea de disfrutar socialmente lo que soportan los impuestos, está honestamente arraigada en los ciudadanos de los países de Europa central, la duda que tengo se solventaría si alguien me apuntase cuál es la pócima preventiva que nos impide el contagio.

Goyo
12-12-11

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