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Era un anochecido cualquiera del mes de febrero entre el abigarrado Madrid de obras; paseaba mientras buscaba algún rótulo luminoso que indicase que allà se podrÃa comer en consonancia con lo que imaginaba que me apetecÃa comer y… un gran panel infomativo del Ayuntamiento de Madrid, anuncia que, su ConcejalÃa de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras, en 18 meses, debe terminar una obra de remodelación valorada en 5.156.065,31 â¬. Era allÃ, en la Plaza de Santo Domingo. Y apunto la cifra en mi cuadernito azul. Con cuidado de no confundirme.
Llego a mi pueblo con el dato oculto y reservado, porque a los de mi pueblo nos asustan Madrid y sus datos, y mi hijo me comenta alborozado que su empresa -la empresa donde él trabaja- afrontará el cambio de toda la red de regadÃos del Valle del Alagón por un montante superior a los 40 millones de Euros. Ocho plazas de Santo Domingo. Veinte pueblos y sus trabajos. Millones de litros de agua para ahorrar. Tiempo futuro de una agricultura que proteja al obrero del campo… campesinos,…
Luego mapeo mi mente y comparo. Las conclusiones también me asustan y me las reservo.
Pasan los dÃas y conocemos que el señor alcalde de Madrid, se felicita el 27 de abril, en la plaza madrileña de Santo Domingo, de que aquello será plaza Wi-fi (Wireless Fidelity: fidelidad sin necesidad de cables, -eso que le gustarÃa tener a muchos cónyuges-)
Muy pronto, en las plazas de los pueblos extremeños, en su calles, en sus colegios, en sus parques,… tendremos acceso inalámbrico a Internet. Lo mismo, toda esa gran obra extremeña cuesta menos que la remodelación de la plaza madrileña de Santo Domingo: me seguiré reservando dudas y conclusiones.
Goyo
10-may-07