Y al segundo día, … bellotas.

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Vuelve a ser hoy Badajoz territorio de ideas; las hay que ya han atravesado el atlántico, como si fuese una compensación obligada porque otras han venido con ganas de instalarse aquí. Veo a tanta gente con la que hablar y vincular que hoy sería ocasión de hacer un poderoso vínculo para todas y cada una de las palabras que escribo.
Acabo de presenciar y escuchar atento al panel de conocedores de la administración electrónica y me ha surgido un atrevimiento que lo escribo para el consorcio blogoesférico y que dice así: de ordinario, suele ocurrir que la gestión administrativa se dirime entre una persona que es la administradora, otra persona que es la administrada y una máquina que se coloca al medio de tal forma, que la pantalla sólo la ve aquella que administra; y la persona administrada sólo percibe las espaldas de la máquina. Parecería, buscando en algo la igualdad, que la persona administrada debiera tener también la posibilidad de tener acceso a la información que maneja la pantalla. Eso requiere diseñar ya un ordenador que tenga doble pantalla: una para la administración y otra para el administrado.

Esa sería la primera fase; la segunda vendría cuando dotásemos a tal máquina de un segundo teclado para que fuese manejado por el ciudadano. ¿Es muy atrevido esto?

Mientras tanto se quiera responder a este atrevimiento, he dejado medio saco de bellotas, mil folletos explicativos y una bolsita de plástico transparente para que las personas asistentes siembren bellotas a su regreso.

Para que veáis lo importante que siguen siendo las viejas tecnologías.

Goyo

30-nov-06

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