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Ante los jóvenes -que es lo que siempre mola- la lideresa angelical acaba de anunciar casi la misma teoría que hicese práctica Adolfo.
Goyo
18-oct-10
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Ante los jóvenes -que es lo que siempre mola- la lideresa angelical acaba de anunciar casi la misma teoría que hicese práctica Adolfo.
Goyo
18-oct-10
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Los científicos sin relumbrón siguen pensando que el gremio de ratas y ratones constituye el mejor ejército experimental para después traspasar las hipótesis al gremio humano, cuanto más en aquellas personas sabias alumbradas por el reconocimiento. Así llevamos como dos siglos tranquilos, muy a pesar de los intentos -cada vez menos- de nuestra dominancia vaticana… ya sabrá usted cómo se las andaba el Santo Oficio.
Muy a pesar de ello, la gente inquieta desafía a la gente quieta y, Robert Edwards, consiguió dominar la técnica para facilitar hijos a las personas con dificultades naturales para tenerlos; no es verdad que tan sólo con un tubo de ensayo se resuelvan las incógnitas, los tubos de ensayo fundamentalmente sirven para detectar errores en el camino. A la santa pater/maternidad no les ha gustado la concesión del honor. Aún no he indagado qué piensa la doctrina sobre las almas de los vitronacidos. La inseminación in vitro no debe confundirse con amar sobre una fría mesa de cristal; pero a algunos inexpertos (?) teólogos les ha parecido que la técnica puesta a punto por Robert Edwards por Robert Edward, no ha gustado a la curia que seguramente optará por criterios quizá más confortables.
Por tanto, -y por tan poco- a veces pienso que los humanos no andamos lejos de los malditos roedores; basta diseñar una buena trampa para reconocernos imbéciles con gran CI. Estas insanas conclusiones las he obtenido en soledad junto al sol tierno de octubre, sentado a la luz del día y limpiando una vieja ratonera que he rescatado de la casa de mi madre.
Si observáis el artilugio y detectáis la eficacia de su mecanismo, obtendréis la conclusión similar al Nobel de Economía.
Los obreros están convencidos de que los gobernantes son los responsables de su penuria contractual y las empresas aseguran que son los gobiernos los responsables de su quebrada salud, que ya no tienen iniciativas porque a los políticos les falta iniciativa. Se precisa entonces una revolución financiera in vitro.
El experimento ha funcionado bien: casi todo el personal reinvindica un Estado facilitador y regulador del sistema productivo; o sea, parece reivindicarse aquello que se propugnaba décadas atrás más allá del muro de Berlín; pero aquella incruenta caída fue tomada con alborozo, porque así se asentaba sin miedos el principio de la libertad de las empresas a decidir sobre su economía. La privatización de las empresas estatales de la Alemania pobre, auguraba el éxito de la socialdemocracia; sin embargo, ahora me parece cada vez más clara la tendencia a exigir de los gobiernos como una especie de estatalización del mundo laboral, no sé si es porque las empresas privadas carecen de iniciativas o porque hay un muro bancario invisible.
Y entonces llegan los premios Nobel de Economía, que explican con claridad lo que ya aprendieron los obreros ibéricos en las plazas de los pueblos allá por los años cincuenta del pasado siglo: no se llega a un equilibro oferta/demanda en el mercado laboral por la existencia de fricciones. A mis entendederas, suele ocurrir que los galardones otorgados a los avances de la Fisiología y Medicina tienen -o tuvieron- repercusiones positivas inmediatas; ¿veis? los niños nacen de otras maneras. No obstante, me sigue pareciendo que en las condiciones crudas del trabajo siguen las viejas prácticas, pero esta buena gente de la cosa económica se las ingenia para explicar cómo duele la pobreza y no acaba de encontrar medicamento. Se conforma con explicar los orgasmos de la riqueza. Es la ratonera.
Como podéis ver en la foto, uno de los soportes ha sido modernizado por mi habilidad reparadora de trastos y puede volver a funcionar. La ratonera sigue dispuesta y el tiempo sigue corriendo en contra de los crédulos.
Claro que si no conocéis cómo funciona este simple artilugio, después no os podéis quejar de cómo los bancos despluman… y os aviso que la mejor oración para el culto a los mercados se inicia y remata con el recorte en gasto social, tema éste que lo mismo es premiado en la próxima convocatoria sueca.
Goyo
14-oct-10
Quizá por eso sea mi número de la suerte; en la maraña de la numerología científica, el siete muestra el equilibrio en la concentración de iones. Algunas sustancias en el contacto con el agua, se disocian, se rompen eléctricamente en trocitos de materia que adquieren entonces carga negativa (iones hidronio) o carga positiva (cationes). Lo tranquilo suele ser lo neutro, lo relajado, lo exento de tensiones,… no obstante, lo alterado por el ir y el venir de los protones, es lo que facilita la aparición o la facilitación de la corriente eléctrica.
Para obtener aluminio, el procedimiento más caro es el electrolítico; otro de los más baratos no puede evitar el producir residuos altamente contaminantes al ser tratada la bauxita con productos de alta concentración alcalina. Los desechos de la bauxita, debido a su tratamiento con sosa, constituyen una de las armas már mortíferas para cualquier tipo de vida tal como la consiente este planeta. Y este conocimiento -y muchos más profundos y transcendentes- son conocidos por la industria del veneno y por los gobiernos que autorizan industrias venenosas.
De ahí que no sea extraño que también se piense que se obtiene dinero con veneno autorizado.
El valioso y clarivendente infograma del periódico «El País» explica la potencia y el alcance de la tragedia.
Goyo
08-oct-10
En el mes de septiembre de hace diez años, la Cumbre (que es lo opuesto a la base) de la ONU, a la que se subieron 189 países, acordó que se comprometían a solventar los ocho problemas más ásperos de la Humanidad antes de que pasaran quince años.
No sé a qué vino tanta celeridad; acababa de iniciarse la cuenta del tercer milenio y tan solo se concedieron un plazo de tres lustros. ¿Quién dijo miedo?. ¿Quién metió prisa?. ¿Qué países quedaron fuera?. ¿Por qué ocho objetivos y no catorce?. Y así preguntas que los nacionalistas unidos podemos plantearnos.
El infograma que ilustra estas primeras líneas y los símbolos que ayudan al recordatorio, se presentan dispuestos como si de un sudoku se tratase… por decir algo; porque, humanamente, yo no encuentro mucha diferencia entre promover la igualdad y sanar al que padece malaria, ni debe haber mucha distinción entre proteger a la infancia y destruir las rutas del hambre.
Aquella cumbre concluyó con la adopción de un plan de acción mundial para alcanzar los ocho objetivos que deben seguir cayendo en saco roto, corriendo con movimiento uniformemente acelerado: como lo hace la gravedad. (Quizá por eso dicen que es grave la cosa).
Yo no soy capaz de concluir a cual de ellos debería presentarse como primero; quizá la lucha contra la pobreza sea el objetivo mejor alcanzable,… por eso de que los pobres suelen ser indefensos y presentan poca resistencia ante los fragores de la contienda.
Hambre.
Educación.
Igualdad.
Infancia.
Maternidad.
Enfermedades.
Medioambiental.
Fraternidad.
Aún no sabemos cuáles son los presupuestos mundiales para el año próximo, así que raramente me encuentro con personas que me ayuden a contemplar los avances en el logro de los objetivos. También hecho en falta las ganas, que deberá ser el objetivo con el que se completa el sudoku.
Al menos debemos mostrar un cambio de actitudes frente al fracaso; aunque las cosas vayan mal hay que esperar a que vayan mejor.
Goyo
06-oct-10
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(Primeros apuntes para entender el paso de los “Mártires de Chicago” a los esclavos de los paraísos financieros.)
En Chicago, que está en los Estados Unidos, en 1884, hace 126 años; una Convención de trabajadores organizados, inició lo necesario para que la sociedad tuviese al frente una nueva idea de jornada laboral: con ocho horas de trabajo al día debería ser bastante frente a las 10, 12, incluso 16 horas de trabajo que entonces se consideraban “normales”.
No hay que olvidar que los Estados Unidos de América, en su infancia política, se adelantaron formalmente a los principios revolucionarios que triunfarían en Francia en 1789. Aquella “América” fue también campo de experimentación para algunos socialistas utópicos (Owen, Cabet, Fourier), creando colonias comunitarias con inmigrantes ingleses pobres, conocedores profundos de la inhumanidad empresarial británica de la época y profetas de la nueva lucha por la reducción de la jornada de trabajo. Bien es verdad que buena parte de los obreros propiamente norteamericanos, muy influenciados por la diversidad de sectas religiosas (mormones, metodistas,…), se conformaban buscando consuelo dominical en la iglesias para poder soportar anímicamente otra semana de ceguera.
Desde la década de los 60 (1860) es decir, hace ya 150 años, se venía pidiendo una reducción de la jornada laboral. No ya solo porque las condiciones de seguridad y descanso lo mereciesen; sino porque ¿para qué nos han de servir los descubrimientos sobre la Mecánica, los avances en la perfomance de las herramientas, si no se convierten en ventajas para las empresas y los obreros ?. No solo para las empresas. No solo para los obreros.
¿ Qué motivos pueden utilizarse hoy para reivindicar una reducción del tiempo de la jornada laboral ? Contemplo las obras del AVE, que están junto a mi viña; lo que se anunció como tremenda oportunidad de refrescar empleos, se presencia como un pequeño hormiguero de camiones y máquinas que apenas dejan ver al hombre. Muchos de los trabajos que ayer requieren menos personas hoy; por suerte, nacen trabajos nuevos donde la máquina no puede sustituir a la persona: son los campos de atención social, de dependencia, de infancia, de educación,…es indudable, y atosigante, el conjunto de factores que han modificado el complejo mundo laboral.
Contemplando esta problemática a nuestro alrededor, un apunte ligero y breve nos dice que la población española que se encuentra en condiciones legales de contratar su trabajo por dinero, es de unos 23 millones de personas; de ellas, como una quinta parte, no encuentra oportunidad de hacerlo. Las otras cuatro quintas partes, unos 18,5 millones, conoceremos nuevas condiciones procedentes de la nueva Ley de Reforma Laboral. Esta nueva regulación se dice que está pensada para fomentar una mayor ocupación de la población en condiciones de trabajar.
Los últimos datos de la encuesta sobre la población activa, nos informa que cuatro millones y medio de parados, más dieciocho y medio de ocupados componen los 23 millones de personas de la población activa. Repitamos: 4,5 millones de activos sin trabajo junto a 18,5 millones con trabajo. Esta circunstancia, en números gordos, nos indica que todo lo trabajable en este país es bastante con las cuatro quintas partes de la población en condiciones de hacerlo; todo lo que es necesario hacer a través del trabajo, se hace realmente con las cuatro quintas partes de los trabajadores disponibles. Esta situación parece no agradar a nadie. Si lo ideal es el pleno empleo, hagamos cuentas:
El potencial horario de 18,5 millones de personas trabajando una media de 40 horas semanales asciende a 740 millones de horas; si ahora repartimos todo el capital horario necesario entre todo el potencial laboral disponible, obtendríamos que la teoría distributiva nos empuja a considerar que habrá que repartir el pastel laboral entre los 23 millones de trabajadores, lo que resulta una media de 31 horas semanales; o sea, unas seis horas diarias. Nótese que el número seis, como el ocho, es múltiplo de 24, lo que también posibilita la atención laboral permanente pasando de tres turnos a cuatro para los servicios que requieran una oferta repleta durante todo el día.
Una de las “arriesgadas” conclusiones es que tendríamos que conformarnos con trabajar una quinta parte menos, lo que supondría ganar -evidentemente- una quinta parte menos de nuestro actual salario; y así entonces, toda la población podría soportar mejores condiciones de seguridad en el trabajo aunque -por ahora- se verían alterados los salarios en beneficio de un pleno empleo.
¿ Qué dificultades tendría ejecutar un propuesta de tal índole? … pues ya verán ustedes qué diversidad de opiniones se presentan y qué nivel de fraternidad nos invade y alimenta. También podremos percibir las ganas de aportar con nuestro apoyo personal ese “derecho al trabajo” tan finamente jaleado para que sean los gobernantes quienes lo consigan y nos sigamos sacudiendo las manos. También es necesario desmontar lo inviable para mejor dedicar esfuerzos a lo posible.
Un ejemplo barato de los cientos que deben estudiarse, proponer y modificar: con un horario de seis horas, cuatro turnos en lugar de tres, en una fábrica. Supongamos que se pagase la hora de trabajo a diez euros.
Tres turnos x 10 obreros x 8 horas = 240 horas = 2400 euros
Cuatro turnos x 10 obreros x 6 horas = 240 horas = 2400 euros
En el estado actual de cosas, un obrero ganaría 80 euros/día y en el nuevo supuesto, obtendría 60 euros/día. En el primer supuesto la población laboral sería de 30 personas; en el segundo caso serían necesarias 40 personas.
Hemos de suponer que el potencial laboral que se encuentra ahora demandando un empleo, estaría dispuesto a aceptar la propuesta compartida. Esta propuesta, tiene además la particularidad de poder ser modificada en función de las necesidades globales de horas de trabajo y enriquecida con multitud de variables que no es este el momento de tecnificar con la montaña de datos, posibilidades y repercusiones que pueden derivarse.
Tú, como ciudadano, ¿te comprometerías a ganar menos, porque vas a trabajar menos tiempo y así podrían trabajar las personas que ahora no encuentran trabajo teniendo entonces su correspondiente salario?. Esa puede ser una primera pregunta. Yo sí.
Pero para todo esto, también sería necesario que cuando yo vuelva a buscar en Google “Organización Internacional del Trabajo” o “Internacional Socialista”(http://www.lainternacionalsocialista.org/ ) me debería encontrar con algo más de seis y cuatro millones de entradas, respectivamente.
Presentado el infierno laboral, otro día nos ocuparemos del paraíso fiscal.
Goyo
24-sep-10
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No nos lo acabamos de creer, eh?… y se nos ha pasado el cumpleaños sin entonar le «japiberdei». Los preparativos de aquel 15 de septiembre responden a una insondable estrategia paradisiaca, quizá concebida y parida en los llamados «paraísos fiscales», proyectada y aplicada por bien pagados ingenieros de finanzas, haciendas y contabilidades. El sobresalto bursátil del 15 de septiembre de 2008, paradójicamente, fue sin embargo una caída: los dineros no tenían a quién escribir, que es lo mismo que decir que los dineros escritos estaban trampeados. Descubierta la trampa, la labor quedaba pronta y dispuesta: había que rescatar a la presa, curarla de sus heridas y además, reparar de nuevo la trampa para que los tramperos siguieran su oficio. Tod un acto histórico.
Todo acto histórico tiene un broche titular para los libros y para los periódicos. La caída del Banco de los Hermanos Lehman, sigue empantanando todos nuestros números (los números de los ministros, de las Cajas de Ahorro y Consumo, de las empresas, de los prestamistas y las de las jefaturas de todos los gobiernos; incluso las de los gobiernos que se creían gobernantes de trampas varias).
Así, la alemana Ángela sufre los embates de las piezas heridas en Alemania, el botswanés Ian Khama se rehúnde en la pobreza africana, ese afamado americano del sur o del norte, no sabe dónde agarrarse para salir,… por tanto y por tan variado, el personal castrado de ilusiones y de certidumbres parece confortarse con atacar a quien intentar salvar los pocos trastos que han dejado los cazadores como rastro de su arrasamiento.
Mientras, los tramperos siguen engrasando sus cepos y las piezas, lamiéndonos las heridas.
Goyo
16-sep-10
A mucha Cuba y muchos cubanos les venía viejo y cansino el son castrista; claro que habrá que entender que hay gente que gusta envejecerse con la terquedad como última compañera. Fidel acaba de sacudírsela a través de una entrevista con periodista Jeffrey Goldberg, que es americano y que fue solicitada su presencia por el propio interés del Comandante. Al menos eso he oído. No he escuchado si la pregunta es de la cosecha del periodista o de los ahorros del viejo mandatario: «¿Cree usted que el modelo cubano es exportable a otros países?». Fidel Castro responde que «El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros«.
Otra vez revolucionario, lamento que haya sido de nuevo utilizado el púlpito de la toda poderosa prensa yanqui, antes de haber utilizado cualquier plaza pequeña de La Habana. Dicen que por decir «casi» lo mismo algunos cubanos conocen la persecución, el destierro forzado o la prisión. Se preparará por tanto una huida hacia las aspiraciones y, previsiblemente, los mejores presos políticos se convertirán en los mejores dirigentes futuros.
Un poquito más cerca, un francés de aquella que fue también revolucionaria Francia, acaba de hacer vergüenza a la triada más social de los últimos siglos «Liberté, Egalité, Fraternité», a cambio de firmar el decreto de expulsión de los gitanos. El Parlamento Europeo ha dado su primera censura: el texto de rechazo ha sido apoyado por 337 diputados, mientras que 245 se opusieron. Estos últimos, se autodenominan «populares europeos«.
Y sin querer buscar mucho, ese adelantado sistema de Google me apunta y asegura que la ascendencia de Nicolás es húngara. O sea,…
Por eso vendo modelo: cubano, francés, afgano,…
Hay que construir un país que se llame Filosofía.
Goyo
10-sep-10
Los comentarios enriquecen, aunque este blog siga siendo escaso en ellos si lo comparamos con cualquiera de mi cuadrilla de Las Ideas. Algunos comentarios superan con agilidad la simple coincidencia, el llano agasajo o la peligrosa admiración. Tal es el caso de Aída, una mexicana que, como muchos otros ciudadanos de Ciudad Juárez (México), se juegan la vida tan sólo por opinar.
Aída me plasma este comentario que reproduzco a continuación:
En primer lugar te envío un cordial saludo desde Chihuahua, Chih. México.
He estado visitando y conociendo los blogs que participan en los Premios 20 blogs. Sin duda tendrás más lectores, pero te deseo mucha suerte y muchos votos para tu blog; aprovecho para invitarte a visitar mi blog que fue creado con la intención de publicar mis artículos semanales de opinión que frecuentemente son censurados por muchos medios de comunicación que son controlados por el gobierno del Estado.
Tristemente Chihuahua se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo por la ola de violencia generada por el crimen organizado; el periodismo también se ha convertido en uno de los oficios más peligrosos.
Te invito a que conozcas mi blog que participa en la categoría Actualidad.
http://lablogoteca.20minutos.es/laecita-blog-mi-derecho-a-la-libre-expresion-18859/
Esta periodista participa en este juego limpio y diverso de «La Blogoteca«. Pido para ella los mejores ánimos.
Si alguien piensa votarme, le sugiero que derive sus intenciones al oficio de Aída Holguín.
Ciudad Juárez al atardecer (Wikimedia)
Goyo
13-ago-10
Una frase técnica, de superior calidad venenosa, sirvió para que los creyentes del odio aplaudiesen la escena alegrándose porque la mala noticia podría transmutar definitivamente Génova por Moncloa. La escena obscena -obscena significa que está fuera de la escena– acabó el pasado siete de julio tras el chupinazo.
Lo es porque el Banco Alemán, corrige ahora sus cuentas e impresiones hacia la economía española. Hace casi un mes, el Deutsch Bank ayudó otro mucho a colocar a ZP, a su equipo y a su afición al borde del abismo de la rendición para que nuestro país entero cayese en garras del santo Job.
Ahora dice el Banco Alemán que “no ha mantenido ni mantiene ninguna posición corta superior al 0,2% desde la entrada en vigor”; eso mismo he leído en una de la páginas de “Público”. La frase se las trae ella solita, aunque ella misma no causa el alboroto de otro perrito piloto.
Ha sido necesario un cabezazo de Puyol para despertar quizá a toda la europa mercantil: la locomotora ha recibido su castigo. No hay nada como un buen partido de fútbol.
Goyo
08-jun-10
Dicen los libros y las historias – que Alá y San Jerónimo sabían más- que de la Gran Depresión diseñada también por los Señores de la Bolsa, se salió en parte gracias a creer en la apuesta de que era posible funcionar modernamente permitiendo al obrero una jornada de ocho horas y un salario a sus cuentas -a las de ellos–
Bueno,… y así parece que se enderezó todo hasta el punto que, por procesos democráticos o escopetacráticos, algunos países del contexto europeo abrazaron dictaduras tan delirantes, que aún persisten los recuerdos de su histórica memoria. No será verdad que la crisis provocó el sarpullido dictatorial; pero algunos pijos aprovecharon el aire, con la misma fuerza que un montón de imbeciloides creyeron que «Nazi» era la abreviatura de «nacional y socialista».
Que lo quería decir es que si se reparte el pastel laboral, es posible que toquemos a menos trozo pero más apetitoso.
Lo de trabajar menos de ocho horas diarias puede ser apetecible; pero estamos habituados a que los servicios de lo que denominamos «Estado del Bienestar» permanezcan en funcionamiento a cualquier hora del día y en cualquier día del año. No queda entonces otra salida que repartirnos entre servicios y días.
Ignoro qué condición teocrática impuso que la cosa temporal debía ordenarse en periodos del incómodo número siete; que aunque siga siendo mágico, ocasiona tendencias egoístas: todo el mundo se apunta a descansar sábado y domingo; incluso ya hay quien defiende que también el viernes. Y resulta que los niños, las atletas y los neurólogas también se pueden poner malitos el sábado, tienen un accidente deportivo el domingo o requerir los servicios de la policía el viernes. Conclusión: estamos acostumbrados a no dejar descanso a los servicios públicos durante el triduo de cada fin de semana.
Pues quizá sea menos malo acordar que podríamos trabajar, y alternar periodos de trabajo de tal forma que quien decida – o se le imponga- trabajar ocho horas el periodo lunesmartesmiércolejueves, descansará el periodo viernessábadodomingo. Y viceversa. Con posibilidad de intercambio, alternancia y demás ajustes.
Puede que incluso así la gente deje las bajas por enfermedad para los días de descanso y los servicios públicos mejoren en salud.
Pero lo más afortunado serían las condiciones de intercambio comercial y social entre pueblos y ciudades, entre orígenes y destinos, con el consiguiente relax de no saber qué fin de semana es el más apetecible; si el que comienza en lunes o el que acaba en domingo.
Todo esto y mucho más en este rinconcito.
Goyo
02-jun-10