Improvisando

Brothermartx

El fenómeno financiero construido sobre el etéreo valor de las cosas, condujo a sus creadores a una maquinaria de amasar fortunas. El método -para nada improvisado- creó también derivaciones empobrecedoras al descubrirse que las cosas realmente valían poco. Este fenómeno se llama sencillamente «engaño«; pero quizá por vergüenza, hemos convenido llamarlo crisis.

El engaño pertrechado durante la primera década del siglo 21 procede en realidad de todo un bagaje de rutinas financieras anteriores, puestas en juicio por un tal Carlos que tenía mucha barba. La gente simple se sigue preguntando por qué las sandías cuestan diez veces más en el mercado que en el campo, o por qué los campesinos extremeños venden este año la uva sin saber qué precio va a pagarse por ella. Estos dos últimos ejemplos serán las penúltimas ramificaciones derivadas de la «improvisación sub-prime»; el caso es que la contagiosa globalidad ha contaminado de crisis a todo lo viviente, incluido el lenguaje. Lo financiero permutó en mercantil, en social, en político, en cultural, en vacacional, … y así seguirá porque la improvisación ya no sólo es «hacer algo de pronto, sin estudio ni preparación» como nos recuerda el DRAE.

También tenemos otras fuentes de contrastación; en esta máquina, con la que escribo, pulsando el botón derecho sobre el término «improvisar», me aparecen como sinónimos: crear, innovar, reparar, componer, organizar, arreglar, reformar e inventar. Términos que serán sin duda elegidos por los que prefieren el uso metodológico para el tratamiento de los problemas. Y este nos ocasiona otra nueva crisis, la lingüística.

Lo creativo, lo novedoso es siempre fruto de la improvisación, porque lo metodológico determina el camino para llegar a algo previamente definido, predicho, previsto; siguiendo un método no se crea, sino que se produce. Bernard Laurent Madoff improvisó un diseño que posteriormente, tras los debidos experimentos de «ensayo/acierto», transformó en método de enriquecimiento exitoso y no solo para él, que aún dando con sus huesos en la cárcel no ha impedido que miles de banqueros se hayan «convertido» -«convertir» ya tiene más acepciones que las que usted pueda localizar-.

Es verdad que no siempre que se improvisa se crea, pero es imposible crear sin ejecutar juegos improvisados.

Claro que “jugar” con las cosas de la crisis es un ejercicio «funesto» -diría por ejemplo un señor serio-.
Con la crisis no se juega, ni se improvisa, ni se la maneja como pelotita de circunloquios; los efectos de la crisis hay que frenarlos y destruirlos con medidas concretas, que pueden ser:
Medidas de longitud: siete centímetros y dos kilómetros.
Medidas de capacidad: las de ese estadio balear.
Medidas de peso: dos kilitos y medio.
Medidas de entrepierna: depende del tipo de traje.

Y así de inmensa se turba y a todo infecta.

Hasta que nos decidamos improvisar; porque seguir con los mismos ritos, impide ver las cosas desde otras crudezas.

Además, confundirnos no va a provocar ninguna calamidad mayor.

Goyo
20-sep-09

El refugio no protege lo suficiente

Niñospalestinos

Ahí está el refugio,… es como la gran cabaña en la que la tribu deposita sus hijos y sus esperanzas. Las escuelas gobiernan buena parte de lo que ligeramente llamamos “educación”, ya que tanta prisa ambiental no nos capacita para volver a flexionar (re-flexionar) los argumentos e introducimos en ese saco educativo cualquier cosa a la que deseamos remediar. Aprender a leer parece que es labor que se consigue con cierto éxito, el aprendizaje de la escritura me parece mucho más complicado, aprender a pensar suele producirse nunca o bastante tarde.

Sin embargo, aprender a comportarse al modo idílico que pensamos los adultos que puede y debe comportarse la gente menuda, es otro de los aprendizajes más discutidos, luego es un terreno abundante de dudas. El trato con los iguales se rompe de forma natural desde la más dura infancia: “yo soy mayor”, “yo soy más grande”, “yo soy mejor”,… son los resultados inequívocos del fomento de la distinción en función a la edad, al tamaño, a las habilidades. También naturalmente, en esa dura y tierna infancia, se aprecia el nacimiento de la diferencia de trato por sexo; lo que todavía no sé es cuándo se ha sembrado esa semilla.

Claro, si hacemos caso a los ambientalistas (todo se debe y lo explica el ambiente) se nos derrumba la ilusión de educar a los pequeñines en el terreno de la no discriminación por sexo. Si hacemos caso a los adenistas (todo viene determinado por el ADN, todo es hereditario) el derrumbe es aún más desastroso. En el medio parece que nos encontramos aquellos que nos arrimamos al mundo educativo, confiados en que allí, en la educación, está el paliativo.

Si es por educación, nuestra cultura depositó hace mucho tiempo la responsabilidad de los primeros pasos sociales a la madre; incluso en los lacerantes casos de huérfanos y hospicianos de primera infancia, es en la mujer en quien depositamos la complicada tarea. En el cada vez más amplio servicio de las guarderías infantiles, el personal adulto masculino apenas tiene relación directa con el cuidado y educación de los bebés. En el perfeccionado y regulado mundo de la educación infantil, el porcentaje de personal femenino supera en mucho al 90%. Cuando las niñas y los niños llegan a los seis años, siguen educándose bajo protección y guía mayoritariamente femenina; y, durante todo este tiempo, seguimos responsabilizando a las madres que sean ellas, fuera de la escuela, -o las abuelas- quienes atienda y dirijan los complementos educativos.

Muy a pesar de este predominio, ya están marcados, troquelados, integrados,… los valores que hacen a los varonitos más violentos. Si este defecto educativo no proviene de la educación, ¿de dónde proviene?.

Goyo
08-sep-09

Sostenerla sin enmendarla

Un extenso reportaje sobre los pensamientos, los proyectos y las pocas acciones que nuestro gobierno transparenta una especie de orientación desordenada, confusa, incluso indecisa.

Todos sabemos que se acerca la plaga, todos conocemos que el conflicto ético lo estamos fabricando para nuestros descendientes, todos alcanzamos la comprensión de que tanta vivienda no cabe en un campo de futuro, todos asienten del alejamiento inmoral al que castigamos a los otros seres vivos,… y ni siquiera se perciben los primeros pasos para una revolución verde, para una sociedad del bienestar ambiental, para muchos más escándalos que se acumulan en la lista de espera.

Yo ya lo expresé suficientemente contrastado con el grandioso ejercicio de credulidad que puede fabricar un mitin; el pronunciador, así lo dije, no se presentaba con las ideas lúcidas y relucientes; diríase que álguienes, algunos, algunas y mucho? de su entorno no acaban de creérselo. Me siento más convencido, más obligado y más convincente para seguir exponiendo mis ideas; sobre todo porque me creo el sitio que fabricamos a diario.

Pues la economía ya no puede sostenerse. Ya hemos acusado la sangría. No se aplaudan con tanto clamor «las renovables», que lo mismo estamos sosteniendo la antigua economía con nuevas burbujas. ¿ Nadie se pregunta cómo una clásica empresa de la vieja escuela, Iberdrola, se dibuje tan campesina y tan verde? ¿ De verdad que la empresa que propaga que echemos una mano al medioambiente está traicionando sus queridos pasados y desea cambiarlos por otros menos agresivos?

¿Qué más plaga hay que sufrir para dejar de sostener a astuta y vieja economía?. No me vale solo un nuevo nombre.

Goyo
A punto de ser de nuevo Día de Extremadura.

06-sep-09
bandemita

Guindillas

Perros y sombra

Hace un calor que ya lo quisiera diciembre norte. La sombra no llega a la vertical celeste. La pared que me sirve de reloj -es también un reloj de pared- me dice que el sol no ha llegado al zénit. Tengo al menos tres cuartos de hora de sombra aireada y no sé cual de ellas elegir. Llamo a los perros, y aparecen. Sigo el rastro de dónde han venido. Les pregunto para saber dónde estaban y no contestan. Me inclino por deducir que estaban en la pared oeste del edificio. Les invito a que se vengan conmigo. Caminan alegres y nada más ven sentarme,… se reposan sobre el suelo sombreado. He acertado.

Mientras me sosiega la tarea, los perros intentan juguetear con mi trabajo. La tarea es pura improductividad, nula competitividad, cero patatero subvencionable, desanimosa en el pantano mercantil, ajena a la PAC europea,… solo para ser digna de una hojita de bitácora, de una vacación mental, de un disfrute intransferible. Sobre todo, porque -mientras- escucho el programa “siglo21” de RN3.

Sombrayperros

Anudar guindillas de las que he sembrado, para regalar algún colgaero a los cercanos, para disponer de reservas de futuros guisos, para extasiarme con la sabiduría práctica del nudo ballestrinque,… para domesticar a los perros y celebrar que el sol -otra vez- ha llegado a lo más alto gracias a mi ayuda,…

Y estando allí -en lo más alto-, primero me anuncian los perros que el sitio ya no les gusta, después el sol alumbra repleto lo que antes era sombra y por fin cuelgo mis trofeos sobre la blanca pared.

Guindillas

Ahí están, eso es algo de lo que he hecho hoy.

Goyo
28-ago-09

Consuelo tiene un brote verde

Alricopan

Cuando la generosidad se embadurna de algunos conocimientos técnicos adquiridos en la Universidad, una persona puede volver a reconducir la salud del infecto «mercado». Consuelo de Miguel, ha abierto un supermercado social en Plasencia; dotado de los productos básicos que remedian esa angustia que aparece al menos tres veces al día.

De la apuesta de Consuelo -ya veis cómo acertaron desde la primera nominación- a mí lo que más me mola es eso de «súper». «Súper«, porque aquí el palabro no tiene el significado de grande por extenso, sino de grande por atenciones, por iniciativa, por compromiso humanista. Y además, atendido por personal discapacitado.

Comprobarán entonces que así no hay forma de salir de ésta; esto es mucho peor que subir los impuestos porque ¿a qué se dedicarán los mayoristas?, ¿cómo sobrevivirán los distribuidores?, ¿dónde se lamentarán ahora los tramposos?…

La recesión quizá signifique eso: «volver a ceder», «humillarse», «mostrar el cerviz»,… aunque así fuera, siempre hay alguien que es capaz de levantar la cara con orgullo.

Goyo
28-ago-09

Mis oscuras dudas sobre la materia clara.

Yo sé muy poco de ustedes,… quizá porque también sepa muy poco de mí. Para buscar remedio a esta ignorancia incalculable, leo periódicamente periódicos porque dicen que así es posible remediar en algo la opacidad.

Desde hace no mucho tiempo me observo aprendiz feliz cada vez que me siento frente a «Público». Se deberá esta agradable y cotidiana experiencia a que está el periódico poblado de periodistas que conozco de algunos ratitos; eso me hace sentirme obligado a no despistarme de su trabajo. No siempre me da tiempo de pagarle en agradecimiento y hoy conviene a la amistad el hacerlo. (También a la justicia, aunque no siempre haya de valer la amistad para la justicia).

El caso es que a mi juicio, la noticia de más enjundia la protagoniza la duda sobre la existencia de lo que se creía era la cosa más abundante (el 74%) del Universo: la energía oscura. La energía oscura es asunto sobre el que no tenemos aún capacidad de observación directa; la sospecha de su existencia proviene de deducciones matemáticas sobre mediciones gravitatorias. Otros estudios «oscuros» para nuestras escasas mentes, deducen que otro 22% lo forma lo que los científicos han denominado materia oscura. Así, lo que nos es dado observar con nuestros ojitos y los otros cuatro sentidos, se reduce a un pobrecito 4%.

La duda científica nacida recientemente por los trabajos de Blake Temple y Joel Smoller vuelven a poner de manifiesto lo poquito que sabemos de ese exagerado 96% universal.

Y del otro cuantioso 4%, los únicos que saben algo seguro son los científicos Cospedal y Rajoy, que aunque no puedan presentar pruebas concluyentes, le endiñan a los periódicos la sabiduría y la certeza. Por eso me gusta tanto leer «Público».

Goyo
19-ago-09

Hermosísima foto de una infinitésima parte del 4%. Copiada de «Público».
supernova

Las tres Marías

Hago compost. Rebujito de hojas secas, cáscaras de sandía, posos de café, excrementos del gallinero,… y tierra de nadie. Por las noches, casi todas las noches voy a depositar la ración diaria de residuos putrescibles al montón que no huele tan mal como podría pensarse; huele a comida filoclorofilada. Cuando llega el invierno desprende el aroma cálido del abono paciente. Después de las segundas lluvias, el compost te incita a que tengas envidia a las plantas de las macetas y a las parras.

Vale, pero ahora es verano y es de noche. El cielo de de azul noche como salpicado de agujeritos de luz que serán los que dejan ver las estrellas.

Y me acuerdo de mi tío Teodoro, que era pastor y se fue sin que me transmitiese la sabiduría que da el cielo de la noche. « Tú mira allí, ¿no ves?… esas son las tres Marías, que son las más importantes para saber la hora por si te para el reloj o no te has acordado de darle cuerda. Cuando están en línea con aquella otra, que se llama -ya no me acuerdo qué nombre decía- son como las once y cuarto o las once y veinte… además, eso es así porque al poco pasa el correo de las once y media y pita al pasar por la trinchera de la cerca de Champumpa«.

Así sé que sabía si se había despertado a las cuatro y diez o eran la las seis y cuarto y había que levantarse.

La noche, esta noche inmensa y corta de julio, tiene estrellas como segundos la hora; y no sabemos ya interpretar sus giros aparentes, sus alineaciones y sus caminos reiterados.

Los perros ladran a lo que ven y a lo que oyen. A veces miran el cielo pidiendo ordenación; pero tampoco pudo enseñarme mi tío Teodoro el lenguaje inquieto de los ladridos de los «perros de ganao».

Hemos perdido mucho, tío. Ya sólo sabemos hacer compost, que es una cosa más moderna y más aplaudida que aquella que llamábamos estiércol de la corraleja.

Goyo
11-jul-09
Día de la boda de una nieta de mi tío Teodoro.

Sáhara interminable

solyagua

El próximo trece de julio, que no es martes, parte del afamado club de Roma y una potente aseguradora alemana están en disposición de anunciar una de las decisiones más emblemáticas para sugerir que el futuro no está tan lejos y tiene pinta de verde. Se trata del proyecto energético más agigantado en pro de las energías que denominamos «limpias».

Alemania, tierra rica en cielos nublados, ya tenía hace doce años el triple de producción eléctrica procedente de la captación fotovoltaica que nuestra luminosa España; y a mí me daba enfermedad de incomprensión. Con el paso de la insistencia razonada, nuestra sociedad admite poco a poco una nueva cultura energética que huya del abuso y se acerque al sol que más caliente o al aire que mejor sople. Pues Alemania -digo- está dispuesta a los inhóspitos suelos del desierto del Sáhara como local energético europeo. Sus cálculos y presupuestos no asustan, sino que ya han producido las primeras dudas derivadas; pues desde el valle del Rif hasta el valle del Nilo se pretende conformar una red de actuaciones energéticas conjuntamente con plantas desalinizadoras y parques eólicos; todo ello después articulado para que se conduzca la producción hacia la Europa Nordsahariana.

Las voces silentes ya comienzan a intranquilizarse y a volver a recordar historias coloniales que comenzaron con esclavos, siguen con esclavos y apuntan a perdurar la esclavitud energética, humana, cultural,…

¿Por qué no se piensa de antemano en extender la energía hacia el sur de forma que se nos note que hemos estudiado?

De todas formas, creo que los alemanes se merecen hoy una banderita.
Bande

Goyo
08-jul-09