Desarrollo ruralita y Declaración de Mérida

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 Al desarrollo denominado urbano, que ustedes mismos habrán podido observar a qué destinos sociales conduce, parece que le sigue el desarrollo rural. 

Mientras tanto, ocurren cosas tan importantes y seguidas, que el sosiego no alimenta ni a los ciudadanos ni a los gobernantes. No sabemos a qué atender con nítida decisión; por eso me doy una vuelta por la semana pasada y revuelvo los registros que la sociedad extremeña produjo tras el encuentro que a mí me parecía quebrantador de la molicie y del mismo ajetreo: ¿Qué vamos a hacer con los pueblos?

La solución se dice que está en un documento denominado “Declaración de Mérida” firmado por España y Portugal el día 14 de noviembre en la capital autonómica extremeña. La llamada Declaración de Mérida, tiene un texto de «consenso y compromiso» fruto del intercambio de experiencias y políticas que, durante tres días, se ha llevado a cabo en el marco del Congreso Ibérico de Desarrollo Rural Sostenible, clausurado hace justamente una semana.

Lo que a mí me extraña, es que tan magna y delicada necesidad no haya levantado más aplausos que aquellos que habrán fabricado los asistentes a la hora de inaugurar o clausurar el evento: unos trescientos expertos que habrán dicho muchas más cosas que las que presenta la prensa. ¿ Alguno habrá dicho que la voracidad urbana fabrica a la perfección un ruralismo insostenible ? ¿Con qué personal se van a llenar los PGOU de los grandes núcleos urbanos extremeños ? ¿Cuántos pueblecitos están condenados a desaparecer para engordar a los gordos? ¿ Qué sanciones administrativas y políticas están previstas para castigar la codicia urbanística de las ciudades ? ¿No tiene suficiente crisis lo rural?

Hubo en otros tiempos otra “Declaración de Mérida” -lamentablemente casi olvidada por tirios y troyanos- aquella que anunciaba que las visiones autónomas provocaban ceguera nacional y que la paz no es solo silencio de armas; parece que atajar ese vicio tampoco interesa ahora. Tampoco interesa ahora abrazarse con Portugal. Tampoco interesa ahora torcer los diseños económicos hacia el campo, si no es para avasallarlo con escombros que surgen de construcciones que provocan cada vez más ruina global, diversa y acentuada.

¿Cuántas veces nos deben demostrar que mucho de lo que hacemos se ejercita limpia y decididamente contra el desconocido Informe Brundtland (1987, hace 30 añitos, oiga)

¿Cuántas veces hay que decir que la expresión «desarrollo sostenible» arrastra una falacia interna?

¿Cuánto rural está dispuesto a tragarse este urbano?

No importa demasiado,… sólo uno de cada tres españoles lee en blogs y éste lo lee poquita gente.

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Goyo

21-nov-08 

 

 

 

Siembra una bellota de estas encinas

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Son las viejas encinas que visten, cada vez con decoro más desvencijado, algunos escasos suelos del término municipal de mi pueblo.

Este es un año pobre de frutos, he necesitado más de media hora para recoger unas cincuenta bellotas maduras, sanas aunque pequeñas, para llevarlas a mis buenas amistades e invitarles a que siembren un par de ellas y traten de acompañarlas durante los primeros años de vida. Después, sabrá cada uno resolver dónde la depositarán definitivamente; claro que ello no impide sembrarla ya directamente en el campo y esperar no más de un mes. Este año es rico en voluntades.

 

También he pensado en Argentina, que ya en su Córdoba crecen tres encinas que fueron sembradas hace cuatro años, con bellotas enviadas a la asociación extremeña de allá. Ojalá que también en Buenos Aires, a pesar de la proximidad del verano, arraiguen otras nuevas y crezcan protegidas. Allí irán si a César el embajador le queda un rinconcito en la maleta: unas poquitas de alcornoque y otras poquitas de encina.

Siembra una bellota, aunque nunca tengas la oportunidad de dormir la siesta bajo esa encina, aunque nunca tengas que aprender cómo se hace el turrón del pobre.

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Felicidades para Cristina Narbona

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Es eso; además de sencilla es importante. La recuerdo con el mismo grado que ella -quizá- no me recordará a mi, allí en Montfragüe, el día de la celebración festiva de la declaración como Parque Nacional.

 

Los dos teníamos una copa de vino tinto en la mano, estábamos al lado de Jesús Garzón; los dos -Jesús y yo- teníamos una pegatina de la Bandera Medioambiental sobre la camisa. Se lo expliqué a Cristina y le regalé dos pegatinas que, discretamente, las guardó.

 

Seguro que para una ocasión como la de hoy, porque ahora sí que tienes poder.

 

Goyo

01-oct-08

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Otra vez el agua

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No soy un estudioso del agua, pero sí un curioso de la cultura que hacemos de ella,…de la pasada y de la que nos imponemos. La curiosidad por esta temática me la despertó la lectura de las Actas Capitulares del Ayuntamiento de mi pueblo; las referidas al año 1935, que en aquel día 25 de mayo acordaron los síndicos casareños considerar que para aquellos seis mil habitantes, se debería procurar un servicio público que asegurase el agua potable que alejase el paludismo.

El móvil procedía de los peritados informes de la época cuando aseguraban que con un depósito de 30 m3 se garantizaba agua suficiente para la población. Las cuentas se cifraban en que si una persona consume una media de 1,8 l/día para beber, con un depósito de treinta mil litros, hay agua de sobra si las bombas aseguran el llenado diario del depósito, que, una vez lleno, tiene el margen de casi dos días en caso de avería o falta de fluido eléctrico.

Me ahorro otras fases y otros comentarios de los ingenios de los ingenieros avalados por sus respectivos colegios y de cómo vaticinaban sobras y excedentes que extrañamente se esfumaban con el paso de pocos años. Por ejemplo en el año 72 se aseguraba que con aquel primer pantano lleno, la población tendría agua para cuatro años y para la floreciente industria que allí se iba a instalar; 9 años después -con la misma población de cinco mil habitantes y casi apenas industria- el pantano repleto no soportaba tres meses de consumo y hubo de hacerse otro quince veces más grande.

En la última vez que repasé los datos, cada uno de nosotros consumía una media de 186 litros al día; era el año 1999.

Cojo de ejemplo actual Mérida como podíamos haber elegido otra ciudad; cuando tenga un ratito le echaré las cuentas.

Mientras, tienen ustedes datos para entretenerse.

 

Goyo

29-sep-08

 

Al gato ciego

 

 

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Parece que vamos siendo más observadores. En tiempos de cuando mi abuela Ángela observaba y me enseñaba a observar, un zorro laceado, una paloma desalada o una gallina vieja no albergaban pizca de piedad en su desamparo: era responder con crudeza a la crueldad mundana. Después de jodido, lo que toca es joderse.

 

De regreso del viaje a Puntaumbría me encuentro al animalaje (personajeanimal) ambientalmente disfrutando del claroscuro, del solysombra, del fresco suelo que recoge los primeros calores de la mañana. Es un gatito desvencijado por la fortuna, pelurdo, feo de hambre y con pocas ganas de abrirse un blog.

 

Si alguien me hubiese recogido audiovídeo, hubiérame mostrado como una especie de San Francisco el chico intentando conversar con la negrura absoluta, con el silencio pacífico. La cabeza a veces movía como si, además, tuviésemos que dudar de su buen oído: en su jovial experiencia aún parecía no equilibrar con lo auditivo la falta visual.

 

Cuando Angelita -que es mi esposa- contempló la estampa también se apenó, se acercó más y quizo tocarlo… entonces, el gatito huyó lentamente hacia una gatera cercana, hizo un descanso y pareció mirarnos.

 

Nos alegramos al comprobar que veía con cierta precisión, quizá a tropezones, quizá borroso, quizá sólo con un ojo, … quizá como los gurús de la economía.

Goyo

17-sep-08

 

Golondrinas de fiesta

 

 

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Mi pueblo está en fiestas y ayer fue San Gregorio, que en años muy pasados era el patrón de Casar de Cáceres. No sé por qué dejó de serlo.

 

El caso es que la mayoría de las calles se decoran con guirnaldas, farolillos, engalanaduras y banderitas multicolor-multinación.

Justo al lado de la casa donde vivo, esta mañana, las golondrinas han decorado el cable que atraviesa la calle tal y como se aprecia en la foto; quizá sea una recompensa no buscada.

 

 

Goyo

04-sep-08

 

Yo ya lo dije

 

 

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Hoy aparecen en la prensa de mi región dos noticias que me han incitado a no perder el tiempo en eso de las vacaciones. Una de ellas se refiere al reciclado de neumáticos, proyecto y obra de una empresa que se llama Signus. La noticia afirma que la práctica totalidad de los talleres mecánicos de Extremadura están ya bajo el paraguas protector de la reutilización de las diversas materias primas que componen los neumáticos. Me parece que tiene tan largo alcance que hoy le regalo una de nuestras banderas.

 

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La otra, -también creí en ello hace ya más de ocho años, también la defendí, también la argumenté, también me quedé solo y tampoco voy a reproducir alguno de los comentarios que entonces se dijeron- yo ya entonces decía que no sería extraño conocer limitaciones al sector energético procedente del aprovechamiento de la energía solar y lo que deberíamos hacer es dedicar parte de los esfuerzos investigadores en desarrollar nuevas técnicas de captación y traducción energética del chorro solar.

Hoy he visto las dos noticias.

No sé si me estoy guardando la pena o publicando la alegría.

 

 

Goyo

21-jul-08

San Daniel, Patrón de Bélgica, mi segunda patria.

Aires extremeños

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Es el poder ciudadano quien realmente decide; es además, un poder in-elegible, ya está impuesto por la esencia social, como una especie del “imprinting” de decía Konrad Lorenz. El «imprinting» que se nos está exigiendo, requiere una tolerancia progresiva a todos los diversos estímulos ambientales con los que debemos convivir durante toda la vida. Así, creo que una persona obtiene más poder cuanto más se acerca uno al nuevo “Leviathan”, que no está enclavado en ninguna institución gubernamental, ni tampoco descansa en ninguna onegé, ni se asienta en ninguna logia. Lo nuevo es lo complejo; quizá estemos en camino del “toleras omnia omnes” y dejar en el pasado el “bellum omnia omnes” que decía Hobbes, que también decía que la vida en el estado natural es «solitaria, pobre, sucia, bruta y corta.»

Para que la vida fuese más social, enriquecida, limpia, cultivada y larga, dicen los historiadores que hace unos doscientos años, la burguesía arrebató, en el nombre del pueblo, casi todo el poder al clero y a la nobleza; los banqueros siguieron indemnes y potentados. A partir de entonces, han nacido muchos intentos para lograrla; de entre todos, les suelo dar estima y apego a dos de ellos: al de los socialistas teóricos franceses (nacidos al alba de la era industrial) y al ecologismo (bebé teórico postindustrial). Los banqueros siguen quedando fuera; algún día de estos me ocuparé de ellos.

Aplicada esta teoría al asunto de la limpieza de nuestros aires, según la denuncia de Ecologistas en Acción, del enfrentamiento animado y aguerrido de las partes y sus seguidores (léase con mucho mimo los comentarios de la gente embravecida) me quedo con el saber esperar del señor Fernández Vara y el intento de rectificación del representante del citado colectivo; aunque en éste último se sigue apreciando un “alter culpa” más que un “mea culpa”.

No es lo malo el grueso daño que Ecologistas en Acción ha sembrado en Extremadura, es más peor que los urbanitas madrileños, valencianos o bilbaínos crean que tienen calidad de aire de campo extremeño; y, mucho peor, que aparezca en aquellos los primeros síntomas del absolutismo racional subjetivo: “yo no estoy equivocado; son los medios, los aparatos, las interpretaciones o las lecturas fuera de contexto.”

El caso es que esta contienda, que permanecerá larga pese a los esfuerzos de tolerancia, está siendo perdida por uno de los grupos ecologistas que últimamente parece articular su acción en la mera denuncia de las cosas que se hacen mal y apenas recogen y estudian las que se asumen respetuosamente. Hay que reconocer que el Presidente de los extremeños ha demostrado el mismo temple, discreción y convicción que le ha faltado a la parte contraria. Yo he quedado empatado: lo que me duele por una parte, me ha sanado por otra.

Me parece que ha quedado claro que el deforme informe ha servido para que los que los que decimos sentirnos sensibles a los problemas medioambientales estemos de ridículo hasta el cogote; no es de extrañar que esto haga inaugurar una etapa de “ecologistas en pasión”; si no aparece, además, la era de los ecologistas pasivos.

Buena la habéis compuesto. Ya sois mayorcitos, ya sabréis qué hacer.

 

Goyo

13-jul-08

Bichito de luz

 

 

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Leo con tristeza la duda sobre la que trabaja la ONU; al parecer, el humedal de las Lagunas de Ruidera se ha secado tanto, que quizá haya que declarar que la zona ya no es reserva de la Biosfera,… ni crianza, ni siquiera humilde pitarra. Ese mismo día, uno de los periódicos de mi tierra anuncia que en siete de los nueve acuíferos extremeños también se detectan problemas de contaminación bien sea por acumulación de restos orgánicos, bien por disolución de fertilizantes y otros compuestos químicos que de ordinario utiliza la agricultura.

Un poquito más al sur, en Etiopía, el agua es tan escasa que en muchas regiones el trabajo principal femenino es andar diariamente una media de 25 kilómetros para abastecer de agua a la necesidades familiares. Un matrimonio curtido experiencias torcidas, ha sido capaz de enderezarse y desviar todo su empeño vital en facilitar agua para una cualquiera de las paupérrimas y resecas zonas etíopes. Susanne y su marido han aprendido a relativizar proyectos y problemas y se conforman, por ahora, con hacer dos pozos de agua a los que ya le han puesto nombre en espera del padrino económico. Todo esto está mucho explicado en www.bichitodeluz.org. Date un vuelta y relativiza también tu economía.

Goyo

24-jun-08