Cacicones

Como fueron o son los afamados «cacicones» extremeños, o son y fueron esos «señoritos» andaluces -vergüenzas del sur-, así han irrumpido en la siempre agitada ágora política algunos sobresalientes dirigentes del Partido Popular. No se encuentran satisfechos porque no se encuentran. No desean en reencuentro con sentimientos hondos de otros políticos. No encuentran la salida elegante a su respetable deseo de cómo podrían ser la cosas.

Las cosas, hoy, preparan una inusitada y novedosa obediencia constitucional de los diferentes gobiernos autónomos; pero el «statut» se presenta ante sus asentadas comprensiones como si catalanes y no catalanes hubiesen acordado herir sentimientos ajenos. Los políticos que se dicen populares, no asimilan que esta nueva tendencia se ha solicitado por una gruesa ciudadanía, dirigida y representada por la práctica totalidad de los diferentes y numerosos grupos políticos.

Su caciconada, como si eso fuese defensa plausible, la han expuesto en partida doble, por duplicado: en la Tacita de Plata pidiendo firmas como si los gaditanos fueran míseros en iniciativas y motivos para las murgas de Carnaval, y lo han hecho vía «fashion tecnology» abriendo una encuesta en la web del PP.

La zotería de la encuesta es de tal magnitud, que siento vergüenza de que esos mismos responsables hayan tenido a todo nuestro país en sus manos y en sus mentes durante ocho años. Y el trabajo de simple indagación de César Calderón es de tal claridad y explosión de raciocinio, que huyen las dudas espantadas de tanta evidencia.
Ya no solo quedan las risas de los primerizos estudiantes de Derecho Constitucional; las mofas que sobre el referéndum se edifican, tienen el peligro de erosionar tan elevado concepto con vilezas solo imaginables por quienes aceptan la democracia a regañadientes. ¿ Por qué dar tanta materia prima a los humoristas? ¿Qué puede entender un señor por «referéndum» si tuvo una pistola en la mano y el coño en la boca para imponer silencio? ? Pero,… cómo es posible que algunos dirigentes de la derecha autodenominada democrática cometan tan burdos errores?

Los famosos cacicones de la restauración y de la postguerra manejaban los puñados de votos con sistema pucheriles; pero intentar repetir el cocido y el gazpacho con herramientos basadas en el riguroso sistema binario, es la demostración de la ignorancia supina de los actuales, es la transparencia de su concepto primario de la información, de lo democrático y del respeto.

(Por cierto, por ser más cierto, «cacique» es una palabra que reservo para ser utilizada en su sentido originario precolombino)

Goyo
01-feb-06

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