Ataque al modelo

Rodríguez_Ibarra

Esto no para. Después de las atroces venganzas entre los grupos combatientes en la nuestra Guerra Civil, después de que el bando ganador persistiese en décadas en la limpieza ideológica con sus miles de ajusticiados y otros muchos más condenados a la tortura y a la persecución ,… después de todo ello ser bendecido y paseado bajo palio, nos sorprende la cruzada de los historiadores con panfleto gordo, en forma de libro serio, escribiendo el prólogo de la beatificación de Francisco Franco. Para mejor equilibrio, conviene articular conjuro y persecución a todo lo que huela a socialismo; así que comencemos por la persona cercana de aquí que lideró idea y gestión durante una generación; a falta de cardenales y teólogos que den la cara, basta con que un monaguillo inicie las primeras acusaciones para que la Santa Inquisición señale a brujas y herejes. Luego nos llamarán a declarar. Mientras tanto, vale el desprecio como aprecio y cualquier calumnia será entendida como crítica libre. El Diccionario biográfico urdido por la RAH no es un “Monumento a la libertad de expresión” como quiere ahora argumentar su director, que confunde a sabiendas el concepto de libre expresión con la libre expresión de calumnias y mentiras. Ahora comienza la biografía del barbas.

La crítica nunca la hemos sabido hacer en esta tierra. Es muy difícil ejercerla porque de inmediato levanta las pasiones escondidas, que no suelen exponerse con respeto, sino a oscuras del anonimato que se consiente y fomenta desde los medios públicos de información lo que promueve un mal entendimiento de la libertad de expresión. La trama de desprestigio aireada contra “El Ibarra” acaba de empezar. La inquina lacerante se reparte gratuitamente en cada esquina, se abona en redes sociales, y se engorda con los silencios cómplices.

El transfondo no está solo en herir a la persona que representa para Extremadura una generación completa, el objetivo de esta contienda es destruir el modelo a base de manchar con tinta lo que hemos escrito entre todos, con la intención de hacerlo desaparecer en el olvido, de arrojarlo a la cuneta, de practicar de nuevo otra fosa común, convenientemente bendecida y de enterrar una manera propia y colectiva de entender a esta región: la emancipación política de la mujer, la extensión de las comunicaciones, el acceso al saber y del derecho a sanarse,…

El olvido es el único perdón y la única venganza decía Borges; se fue y nos nos aclaró si eso nos vale a los extremeños. Esa es mi duda.

Goyo
13-jun-11

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