.
A veces me escribe la gente explicándome las cosas; entonces hoy pido ayuda por si alguien quisiera atreverse a explicarme qué clase de chiste es éste que el otro día presentó Andrés Rábago García.
Goyo
27-oct-10
.
A veces me escribe la gente explicándome las cosas; entonces hoy pido ayuda por si alguien quisiera atreverse a explicarme qué clase de chiste es éste que el otro día presentó Andrés Rábago García.
Goyo
27-oct-10
Yo no me lo quería creer porque en los bares se alimentan los mentideros. Yo sólo creía que eso pasaba por ahí fuera, en casa de algunos artistas o en familias que tuviesen el apellido Lorca después del apellido García.
Sin embargo, allí estaba. Mirando al norte, en sombra de un muro largo y luminoso, a la izquierda de un camino hormigonado recientemente, que es como se hacen ya los caminos “sostenibles”. El caso se adecenta con la ternura de un folio resguardado en una funda de plástico transparente que protege un poema a una abuela que murió. Allí está la lápida común, comunitaria o comunista; para el caso la sinonimia no se fuerza. La lápida no se sostiene; o sea, la lápida no es sostenible, se apoya en el muro. A la lápida se ha adherido una cruz latina inoxidable y su brazo derecho sí sostiene el poema.
En el suelo parecen crecer jarrones de flores envejecidas, jarrones embarrados, pétalos descoloridos y emblemas mortuorios semisepultados por la hierba tierna de otoño,… todo revuelto,… así como sobras y huellas de un botellón que hubiesen celebrado los difuntos: “AQUÍ YACEN LOS RESTOS DE LAS VÍCTIMAS DE LA GUERRA CIVIL”. Todo este panorama se presenta gratis y lúcido en el cementerio público de la ciudad de Cáceres.
Un poquito más al sur, en terreno saneado, con cierto empaque de elevación y en suelo tapizado de mármoles negros se hace levantar un monolito paralepipoidal que al sur muestra una leyenda con letras cobrizas que no quiero decir lo que dicen. A los sus alrededores, unas grandes lápidas de piedra lisa y oscura recogen muchos nombres, también de personas de esas que viven ya en los cementerios para siempre. Esta cuidada atención y dedicatorio me dicen que se ejecutó hace seis o siete años.
Mis dudas -en estas fechas que hasta los muertos señalan- se cifran en si aún quedan ganadores de la contienda que sostienen este desigual trato; también si los diferentes ganadores electorales hacen los esfuerzos por llegar a una transición o si la jerarquía religiosa dominante sigue sosteniendo las armas de la misericordia y el perdón para mejor remedio de las calamidades que fabricamos los humanos.
Goyo
Hoy, 25-oct-10, diez años y un día de aquel en el que se abrió una fosa que guardaba los restos de 13 republicanos.
.
.
Adoro eso de los premios. Menos aquellos de algunas mal llamadas ciencias del Nobel. Me molesta que no haya Nobel de Matemáticas y que sea concedida la distinción a las torpes técnicas económicas, que son como las matemáticas «caseras» pero adulteradas por los ricos y por los que desean hacerse ricos, o hacer ricos a los ricos. No opino así de la Física que es la resonancia más equilibrada del mundo matemático. Así la Física me sigue haciendo tilín, cosa audible e inteligible.
Los muy sabios Touraine y Bauman, reciben una consideración que cada vez debe tener más seguidores. La valentía en el reconocimiento que se establece a través de la concesión del premio Príncipe de Asturias va in crescendo cada año. Comparado entonces con el premio que a nivel «global» concede la Academia Sueca, Asturias sirve para poner en ridículo la interpretación que se hace de la «Economía» desde la fría Suecia.
Me desagrada tener que exponer esta molesta diferencia; pero entre la valoración que nos ha llegado, de cuáles son los motivos para un premio y para el otro, me aferro a la profundidad de los sociólogos y economicistas Bauman y Touraine. Sobre todo por la metáfora explicativo de cómo una cosa tan física como la pasta puede transformarse en líquida con el peligro preparado para convertirse en gaseosa.
Entonces será gas letal.
Nobel de Física para Zygmunt Bauman, por favor.
Goyo
22-oct-10
Uno va a Madrid siempre con desgana; no tengo forma de autoconvencerme. Yo pienso que todos los tres -o cinco- millones de buena gente no pueden estar chifladas; pero las circunstancias se organizan como para recordarme los hábitos distintivos. No me gustan los cientos de coches unidireccionados, las prisas caóticas y las caras de personas cansadas, aburridas o agrias.
Por encontrar algo que me recuerde a la normalidad, caída la noche siento el apetito lo mismo que si estuviera en el pueblo y busco lugar donde restaurar. Es una oferta como con nombre palurdo, porque así podrá despertar el encanto de los jamones y los quesos. El vino se presentó excelente y me pido un «revuelto de espárragos trigueros salteados con jamón» que viene a la mesa como si ya supieran que yo llegaba con tal decisión.
A la vista del plato, el señor camarero me pregunta que qué tal me parece -porque ya le había yo comentado las excelencias del vino- y le respondo preguntándole que si ha ido alguna vez al campo a buscar espárragos trigueros. Y me dice que no, como lamentándose. Así que me deja desprovisto de argumentos y sólo me queda el recurso de tomar primero la foto y después, acabar con lo que el plato presentaba.
Otro día describiré los sabores que encontré en la catadura.
Goyo
20-oct-10
.
Ante los jóvenes -que es lo que siempre mola- la lideresa angelical acaba de anunciar casi la misma teoría que hicese práctica Adolfo.
Goyo
18-oct-10
.
Los científicos sin relumbrón siguen pensando que el gremio de ratas y ratones constituye el mejor ejército experimental para después traspasar las hipótesis al gremio humano, cuanto más en aquellas personas sabias alumbradas por el reconocimiento. Así llevamos como dos siglos tranquilos, muy a pesar de los intentos -cada vez menos- de nuestra dominancia vaticana… ya sabrá usted cómo se las andaba el Santo Oficio.
Muy a pesar de ello, la gente inquieta desafía a la gente quieta y, Robert Edwards, consiguió dominar la técnica para facilitar hijos a las personas con dificultades naturales para tenerlos; no es verdad que tan sólo con un tubo de ensayo se resuelvan las incógnitas, los tubos de ensayo fundamentalmente sirven para detectar errores en el camino. A la santa pater/maternidad no les ha gustado la concesión del honor. Aún no he indagado qué piensa la doctrina sobre las almas de los vitronacidos. La inseminación in vitro no debe confundirse con amar sobre una fría mesa de cristal; pero a algunos inexpertos (?) teólogos les ha parecido que la técnica puesta a punto por Robert Edwards por Robert Edward, no ha gustado a la curia que seguramente optará por criterios quizá más confortables.
Por tanto, -y por tan poco- a veces pienso que los humanos no andamos lejos de los malditos roedores; basta diseñar una buena trampa para reconocernos imbéciles con gran CI. Estas insanas conclusiones las he obtenido en soledad junto al sol tierno de octubre, sentado a la luz del día y limpiando una vieja ratonera que he rescatado de la casa de mi madre.
Si observáis el artilugio y detectáis la eficacia de su mecanismo, obtendréis la conclusión similar al Nobel de Economía.
Los obreros están convencidos de que los gobernantes son los responsables de su penuria contractual y las empresas aseguran que son los gobiernos los responsables de su quebrada salud, que ya no tienen iniciativas porque a los políticos les falta iniciativa. Se precisa entonces una revolución financiera in vitro.
El experimento ha funcionado bien: casi todo el personal reinvindica un Estado facilitador y regulador del sistema productivo; o sea, parece reivindicarse aquello que se propugnaba décadas atrás más allá del muro de Berlín; pero aquella incruenta caída fue tomada con alborozo, porque así se asentaba sin miedos el principio de la libertad de las empresas a decidir sobre su economía. La privatización de las empresas estatales de la Alemania pobre, auguraba el éxito de la socialdemocracia; sin embargo, ahora me parece cada vez más clara la tendencia a exigir de los gobiernos como una especie de estatalización del mundo laboral, no sé si es porque las empresas privadas carecen de iniciativas o porque hay un muro bancario invisible.
Y entonces llegan los premios Nobel de Economía, que explican con claridad lo que ya aprendieron los obreros ibéricos en las plazas de los pueblos allá por los años cincuenta del pasado siglo: no se llega a un equilibro oferta/demanda en el mercado laboral por la existencia de fricciones. A mis entendederas, suele ocurrir que los galardones otorgados a los avances de la Fisiología y Medicina tienen -o tuvieron- repercusiones positivas inmediatas; ¿veis? los niños nacen de otras maneras. No obstante, me sigue pareciendo que en las condiciones crudas del trabajo siguen las viejas prácticas, pero esta buena gente de la cosa económica se las ingenia para explicar cómo duele la pobreza y no acaba de encontrar medicamento. Se conforma con explicar los orgasmos de la riqueza. Es la ratonera.
Como podéis ver en la foto, uno de los soportes ha sido modernizado por mi habilidad reparadora de trastos y puede volver a funcionar. La ratonera sigue dispuesta y el tiempo sigue corriendo en contra de los crédulos.
Claro que si no conocéis cómo funciona este simple artilugio, después no os podéis quejar de cómo los bancos despluman… y os aviso que la mejor oración para el culto a los mercados se inicia y remata con el recorte en gasto social, tema éste que lo mismo es premiado en la próxima convocatoria sueca.
Goyo
14-oct-10
Quizá por eso sea mi número de la suerte; en la maraña de la numerología científica, el siete muestra el equilibrio en la concentración de iones. Algunas sustancias en el contacto con el agua, se disocian, se rompen eléctricamente en trocitos de materia que adquieren entonces carga negativa (iones hidronio) o carga positiva (cationes). Lo tranquilo suele ser lo neutro, lo relajado, lo exento de tensiones,… no obstante, lo alterado por el ir y el venir de los protones, es lo que facilita la aparición o la facilitación de la corriente eléctrica.
Para obtener aluminio, el procedimiento más caro es el electrolítico; otro de los más baratos no puede evitar el producir residuos altamente contaminantes al ser tratada la bauxita con productos de alta concentración alcalina. Los desechos de la bauxita, debido a su tratamiento con sosa, constituyen una de las armas már mortíferas para cualquier tipo de vida tal como la consiente este planeta. Y este conocimiento -y muchos más profundos y transcendentes- son conocidos por la industria del veneno y por los gobiernos que autorizan industrias venenosas.
De ahí que no sea extraño que también se piense que se obtiene dinero con veneno autorizado.
El valioso y clarivendente infograma del periódico «El País» explica la potencia y el alcance de la tragedia.
Goyo
08-oct-10
En el mes de septiembre de hace diez años, la Cumbre (que es lo opuesto a la base) de la ONU, a la que se subieron 189 países, acordó que se comprometían a solventar los ocho problemas más ásperos de la Humanidad antes de que pasaran quince años.
No sé a qué vino tanta celeridad; acababa de iniciarse la cuenta del tercer milenio y tan solo se concedieron un plazo de tres lustros. ¿Quién dijo miedo?. ¿Quién metió prisa?. ¿Qué países quedaron fuera?. ¿Por qué ocho objetivos y no catorce?. Y así preguntas que los nacionalistas unidos podemos plantearnos.
El infograma que ilustra estas primeras líneas y los símbolos que ayudan al recordatorio, se presentan dispuestos como si de un sudoku se tratase… por decir algo; porque, humanamente, yo no encuentro mucha diferencia entre promover la igualdad y sanar al que padece malaria, ni debe haber mucha distinción entre proteger a la infancia y destruir las rutas del hambre.
Aquella cumbre concluyó con la adopción de un plan de acción mundial para alcanzar los ocho objetivos que deben seguir cayendo en saco roto, corriendo con movimiento uniformemente acelerado: como lo hace la gravedad. (Quizá por eso dicen que es grave la cosa).
Yo no soy capaz de concluir a cual de ellos debería presentarse como primero; quizá la lucha contra la pobreza sea el objetivo mejor alcanzable,… por eso de que los pobres suelen ser indefensos y presentan poca resistencia ante los fragores de la contienda.
Hambre.
Educación.
Igualdad.
Infancia.
Maternidad.
Enfermedades.
Medioambiental.
Fraternidad.
Aún no sabemos cuáles son los presupuestos mundiales para el año próximo, así que raramente me encuentro con personas que me ayuden a contemplar los avances en el logro de los objetivos. También hecho en falta las ganas, que deberá ser el objetivo con el que se completa el sudoku.
Al menos debemos mostrar un cambio de actitudes frente al fracaso; aunque las cosas vayan mal hay que esperar a que vayan mejor.
Goyo
06-oct-10
.
Madrid se obtiene sumando, a las bases de Gómez, la integral de las alturas de Rodríguez.
Goyo
04-oct-10
.
Nos tienen tan invadidos los efectos y las causas que median en el ambiente, que a todo sacamos punta para llegar a parecernos gente sensata y naturista.
Yo estaba en un hospital público y requería utilizar el servicio; a cuatro pasos de entrar, aunque estaba indicado que era para varones, de él salió una mujer de la que ahorro descripciones para no perderme en la substancia de la anécdota. Creo que si los servicios públicos fuese de uso asexuado, tendríamos más cuidado con la higiene, con la mirada y con las huellas de postura y compostura.
El caso es que cuando entré, observé una hermosa y única gota sobre ese anillo ovalado que cubre la fría porcelana de la taza. Claro está, no puedo asegurar la procedencia ni la condición. Lo mismo, fue una gota altiva del grifo del lavabo que se había negado a seguir la espiral del sumidero; lo mismo, la gota procedía de una delicada sacudida de manos. A lo peor, era la gota imaginada,… me daba igual; el caso es que a pesar de la ignorancia, me produjo una serie de asociaciones a las que ninguna quise dar conveniencia.
Y entonces me evadí y desafié a los prejucios limpiando higiénicamente la gota e iniciando unos ripios; los primeros salieron tan gamberros que me los censuré. Y así os muestro la propuesta reeducada, que puede y debe copiarse y pegarse en la zona, puerta o pared más adecuada para su saludable lectura.
Y es que debemos iniciarnos también en los respetos a los ambientes íntimos y cercanos, de nuestra entera dependencia, que comienzan con la emisión de nuestros propios fluidos y materiales de desecho. No solo se alimenta el equilibrio con la compra, el uso o la transformación de las cosas artificiales.
Para la hembra y el macho
que utilice este servicio,
no ha de resultarle empacho
el consejo contra el vicio.
Con tan solo una gotita
en la tapa de la taza,
en que llega de visita
el uso normal rechaza.
Controla entonces el caño,
alíviate con decoro,
y deja el cuarto de baño
como los chorros del oro.
Por eso, si te conoces
y alguna gota se escapa,
para que no te den voces
debes levantar la tapa.
Termino con moraleja:
para que entienda la gente:
hasta la dichosa gota
es cuestión de medioambiente.
Naturalmenten el efecto mayor se consigue decorando el “poema” con una banderita de estas que tanto mola.
Goyo
01-oct-10