Acto y culto

Desde que se fue Miret Magdalena, la Sociología de la Religión parece más de botellón que de cáliz, la Teología se alumbra más trentina y la Ética creo que es la palabra que actualmente produce más risa. Un hombre importante como era Don Enrique fue capaz de soportar noventa y cinco años guerrilleando contra la atascada iglesia oficialista. Fue una de las personalidades que mejor supo iluminarse desde la duda, con una argamasa de valentía que la razón ayuda a mantener. Y me viene a la memoria persona y compromiso, por la reciente y grave preocupación que anuncia Antonio María, que además de señor es Monseñor Rouco: dice el prelado que la edad media de los sacerdotes supera los 63 años, que casi la mitad de las parroquias de este país no tiene sacerdote y que la asignatura de Religión está discriminada. Quizá recomponiendo la tríada de afirmaciones obtengamos una afirmación menos discutible: queda muy lejos la Edad Media.

El caso es que contemplando estas declaraciones desde lo que pasa por esta ciudad de Cáceres, se presenta más la duda cuando uno contrasta los incorpóreos renglones que anuncian que un cuartel militar se hace hermano de honor de la virgen, con encendidos comentarios a raíz del trío Cimov, Ciudad y Montaña. Otra tríada que, pese los intentos educados de buena compostura, queda malmanchado cualquiera que asista, que no asista, que otorgue o que calle.

Dice el expositor, que el ejército ha estado siempre muy vinculado a la ciudad de Cáceres , y que también cabe destacar las innumerables veces que ha participado la banda de música militar en actos relacionados con la cofradía de la patrona. Y otras alabanzas difíciles de dejarse copiar y pegar, como el caso que se narra sobre el manto número 103, en terciopelo rojo, con estrellas, regalado años atrás.

En lo que se dijo ser un sencillo acto castrense, no me queda claro si fue también un acto de culto bélico, profano, de dulía, de hiperdulía o de latría. Don Enrique,… ¿por qué se ha ido?

Goyo
30-nov-09

Hacia la tierra redonda.

Sigue acechando el peligro de considerar que lo ecológico se mide con lo que la vista aprecia o distingue; como si eso del «impacto visual» fuese la condición más importante. Es cierto que es la primera medida de asombro, el primer aviso atento, la valoración más sencilla e impactante, … pero no basta reducir la problemática del entorno a lo que contemplan los ojos.

Sinárboles

Esta foto es para mí cotidiana pese a su simplicidad. A diario contemplo este paisaje casi hueco de árboles cuando voy o vengo del trabajo. Según los indicios, los libros y las historias de viejos sabios, toda la foto y todos los alrededores que no caben en ella, fueron bosque apretado de encinas. El eucaliptus lejano y solitario tiene unos cincuenta años; antes de esa fecha la invasión cerealista necesitó de tierras que roturar y lo que era una especie de amazonía a la extremeña, se tornó en terrenos «descuajados», pues había que arrancar a los árboles de cuajo.

Aquella burbuja cerealista, de la que muy poco se escribió, siguió llenando de economía potente a los potentados de la tierra y empobreciendo a los milrealistas ( 1000 reales = 1,48€ ) que era el escaso sueldo al uso. Después de instaló burbuja espumosa de la ganadería intensamente intensiva, a por las mil pesetas, con celdas, prisiones, pasillos y embarcaderos cada vez más precisos y aquilatados; eso sí bien subvencionable pese al cambio de actividad de los mismos potentados de antes. Tampoco se ha escrito mucho de esta segunda burbuja.

En la tercera, que es la vencedora, la dudosa tarea constructiva (curiosamente, nadie la llama burbuja del albañal) se asienta de nuevo en la tierra extensa e intensa para sustitución mezquina de las dos anteriores y que así parezca simplista la explicación.

Ahí una muestra de cómo somos capaces de seguir estando quietos contemplando y valorando «eso» del medioambiente por lo que ven los ojos.

La inmensa estepa desarbolada y árida que muestra, como el mar inmenso, la curvatura de esta tierra tan llana. ¿Veis? sirve para explicar que la tierra es redonda.

Goyo
25-nov-09

Respuesta a Víctor

bellota09

Pues claro que sí, Víctor.

Ya he reconocido repetidas veces el ejemplo constante y persistente de Adenex, de Arba, de Arus, de BirdLife, de Greenpeace, de Ecologistas en Acción, de multitud de colectivos, de Ayuntamientos, de asociaciones,… Somos un ejército «casi» de Pancho Villa, gozosamente entusiasmados en estas tareas.

Pero mi propuesta tiene mucho de «gamberrada», y espero que entendáis la expresión con todo el cariño. Se trata de animar a ser anárquico natural, a dejar la bellota «con una intemperie cuidada» frente a la Naturaleza. Mucha gente no tiene finca, ni parcela, ni pertenece a ninguna asociación, ni observa en su Ayuntamiento o en su empresa principios éticos respecto al planeta, ni tiene el tiempo correcto para utilizarlo socialmente en un compromiso común, pero no le importa ser autor de una apuesta de futuro.

Yo creo que esta iniciativa es ridículamente pobre comparada con cualquier acción organizada de colectivos anteriormente citados, incluso con la asociación a la que pertenezco «Gaia, amig@s de la Tierra» y que ya ha asumido el programa; pero tendremos que considerar que puede ser que así logremos que unas encinas sean fruto compartido dentro de cincuenta años.

Víctor, de todos los cientos de intentos posibles, yo me conformo en que sólo algunas centésimas tengan éxito; los demás éxitos, seguro que vendrán de la mano de gente mejor organizada.

Gracias por tu hermosa colaboración.

Goyo
23-nov-09

Cómo no atropellar un árbol.

Será el ambiente … será este cuarto de medioambiente que parece rodear; pero el caso es que el viernes se corría el rumor de que se quedaban dos árboles y se añadían algunos más en esa obra que se está haciendo frente a la entrada de la escuela donde trabajo. Tonto de mí.

Así estaba el panorama el viernes, en una hermosa calle de Cáceres.

Asíelviernes

Esta mañana, a las ocho y casi cuarenta, la máquina ha destrozado al primero. Dicen que pondrán otros dos nuevos en sustitución a los que han arrancado,… que es que no se vaya a chocar alguien con una moto, o se vaya un coche a ir contra el troncón, y que la tubería está debajo, que algunos vecinos querían quitarlos,… que el viernes se quedaban, pero algo ha debido pasar el fin de semana para que el lunes los sencillos obreros agachen las orejas como siervos medievales.

La calle es ancha, generosamente ancha. El acerado era más generoso en anchura. Los árboles hasta daban sombra a los coches que allí se aparcaban. En el nuevo acerado también podían ponerse árboles para una terraza de lujo vecinal. Lo que antes era una calle de cuatro carriles anchos seguirá siendo calle con cuatro carriles igual de anchos, pero con menos árboles y menos acerado,… lo ideal para fomentar el aparcamiento en triple fila.

Creo que aquí caben árboles, coches y peatones.

Cabentodos

Parece que la violenta necesidad de tráfico ágil es la culpable de que falten para siempre dos hermosos plataneros de catorce o quince años. Vivían vecinos de un paso de peatones regulado por un fiel semáforo; que de manera violenta, cotidiana y con prisas se sigue burlando sea cual sea la luz.

El paso de peatones, es el paso de madres, alumnos, padres y demás usuarios de la calle, del colegio y de la ciudad. Curiosamente también es el paso cotidiano de algunos vehículos que lo atraviesan con luz contraria a la regla, … hasta que alguien confunda árbol con niño.

Afortunadamente ya ningún árbol corre peligro de ser atropellado.

Unárbolmenos

Un árbol menos.

Goyo
23-nov-09

Futureando

Millás

Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.
Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.
Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.
Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.
Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.
Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.
Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.
Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.
Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.
Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.
Yo, de mayor quiero ser Juan José Millás.

Goyo
22-nov-09

¿Por qué hay que sembrar un bellota?

Desde 1992 dedico al menos durante un mes a predicar sobre una de nuestras esencias arbóreas: la encina es para mucha población culta el árbol que mejor atesora sombra, refugio, leña noble, adorno perenne del campo, fruto rústico y madera que soporta fierro de cualquier herramienta. Como huyendo de la cursilería, el bello veteado de la madera de encina no soporta la linealidad artificial de las coquetas o de los chiffoniers, por eso prefiere las manceras, los estiles de azadones, los yugos,…y las colas de milano que engarzan los granitos de los puentes romanos.

La encina comenzó a tener enemigos hace como un siglo: el mercantilismo agropecuario, la «intensión» caprichosa de la ganadería, el cerealismo de los años cuarenta, la irrupción de la celulosa,… y otras cuantas torpezas capitalistas provocaron incluso un desprecio armónico: no solo contra la encina o el alcornoque, también contra el picón, la tórtola, el aclareo de chaparros, la poda «para el tractor», y otros menesteres que la falsa comodidad impone. Para remate pernicioso, el «Mal de la seca» se presenta temible, incansable, crecido,… llenando los troncos de chancros negros y las ramas de hojas de marrón enfermo.

Sembrar un bellota, para gente que no tenemos fincas es el desafío más ingenioso: basta una cuneta apartada, la proximidad de una pared de un cercado, una fisura en una roca o un lugar donde creamos que no llegará el jabalí o la paloma torcaz. Allí la semilla es capaz de brotar y almacenar lentitud. Si no tenemos terreno, optemos por la maceta como primer recurso; luego seguro que el tiempo abre posibilidades.

En estos años me han venido a golpear experiencias muy compensadoras: tengo/tenemos encinas y alcornoques creciendo incluso en tierras del hemisferio sur, a pesar del cambio estacional, siguen creciendo en Tenerife -gracias Juan Carlos- son ya mayores por tierras más cercanas y viven acompasadas y acompañadas de personas igualmente largas en intenciones.

El crecimiento es monstruosamente lento si lo valoramos desde la perspectiva de las prisas. No le des stress a su proceso, no la mates con riegos, no la engordes con fertilizantes,… sabe soportas las inclemencias más extremas.

Sembrar un bellota y esperar a sestear bajo la sombra de su encina requiere entrar en una lista de espera de 20 a 25 años, lo que se mide ahora como tiempo de una generación. Me diréis que es una exageración, pero así hay que aprenderlo.

Seguimos andando escasos de tiempo, de imaginación,… siéntate a observarte, siembra una bellota y contempla la quietud.

Para el fin de semana tendré dispuesto el folleto para que lo podáis reproducir y ajustar la campaña a vuestras ocurrencias.

Hoy quiero hacer mención especial al magnífico decoro que me ofrece Gemma Granado, que nos ofrece.

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bellota09

Goyo
19-nov-09

Siembra una bellota. Campaña 09

encinasjara

Tengo bellotas de encina y de alcornoque.
Tengo folletos (blanco y negro) fotocopiados de campañas anteriores.
Tengo muchas fotocopias de una cartita para gente sensible.
Tengo bolsitas de plástico para guardar el folleto y dos o tres bellotas.
Tengo todo este tiempo de noviembre y algo de diciembre.

Tengo necesidad de que alguien me eche una mano:
a.- Expandiendo la idea por la red.
b.- Copiando y mejorando la idea.
c.- Facilitándome sobre prefranqueados con dirección a la que enviar.

Ahora viene lo que no tengo; como aún las bellotas no pueden enviarse por vía e-, no tengo tantos sobre timbrados ni tantos sellos como debiera tener para equilibrar oferta y demanda. Por tanto, si me envías un sobre que dentro guarde otro sobre debidamente timbrado, te devuelvo este último con el folleto, la cartita y las bellotas. Si es una asociación o colectivo, espero sobre más grande y timbre ajustado al peso previsible.

Si me escucha alguna institución generosa, banco ético, o mecenas despistado, …

Gregorio Tovar Barrantes
Malvinas, 35
10.190 – Casar de Cáceres

Goyo
18-nov-09
Bande

China, Usa y el calor ambiental

euroflag

Siempre nos han cogido en medio a los europeos; antes nos estrujaba la tensión yankee-soviet por mucho muro de Berlín que se hormigonase; ahora se presenta -adornada con sonrisas y reverencias- la elasticidad chinoamericana pese a la rígida y larga muralla amarilla. Allí se dice de la sagrada estatua libre y allá se desarrollan los estrechos controles de Internet. Los otros intoxican con denuedo el aire limpio y los unos lo siguen haciendo con bizarría: todo está en manos de la Economía, incluida la desnuclearización y el respeto a los Derechos Humanos.

Si por todo lo anterior no nos debe extrañar -por tanta puta economía- el pisoteo de lo humano, figúrense lo que les importa a los gigantes el sainete de Copenhagen: ya han avanzado que ninguno de los dos se comprometen a firmar ningún acuerdo que vincule compromisos sobre control y disminución de cuotas de gases problemáticos. Pero al encuentro danés asistirán muchos países convencidos de que el tiempo de duda ya se acabó y que hay que impedir el arrojo y la bravura juguetona contra el clima.

Que la cuestión del clima no es el producto de exquisitos chiflados de bata blanca, ni de aventureros que se arropan tras una bola de cristal. Y nuestro país, tiene a mano la presidencia de un conglomerado harto de llenarse de paciencia frente a lo chulesco, o a lo gigantesco, a lo simpaticote,…

Que el clima es más retorcido que la crisis y más prolífico que los almacenes de ojivas nucleares.

Y mientras bien nos debiéramos recomponer en una Internacional Humanista -ya que la Socialista fue debidamente abandonada- demos el primer paso para avergonzarnos o para avergonzarlos.

Goyo
18-nov-09

Soplar y sorber

cucharita

Mi suegra, define el principio de incompatibilidad ejemplificando con el aforismo lógico de que «no se puede soplar y sorber a la vez». Ese principio de acción y juicio, tiene la gran ventaja y aplicación de poder ser utilizado como guía de actos y de pensamientos; por ejemplo: no se puede gestionar el dinero público de forma que parte de él se convierta en privado, o no se puede pecar con soberbia y declararse miembro de la asociación de humildes corderos sin afán de lucro.

Claro que, muy a menudo, las evidencias sociales y las conductas humanoides sientan en el banquillo a las creencias más sólidas. Parece que ya se vislumbra la posibilidad de soplar y sorber al mismo tiempo, de seguir fiel a la herencia de los verdugos y de declararse víctima de una apartada cuneta, de promulgar libertad de mercado y de permitir esclavizar con hipotecas, de promocionar empresas modélicas en producción de energía y alardear de la cosa verde,… y de muchos más ejemplos que la observación o la memoria del lector pueden añadir.

Por tanto, la tesis familiar se desmorona gracias a excesivas evidencias. Todas estas contrapruebas las he ido observando en adultas y adultos que hacen caso omiso a las recomendaciones de mi suegra; y así, la familia se queda sin guía ética, sin norte lógico, sin luz conductora. Mientras tanto, esta sencilla tabla de un solo mandamiento ha ido adquiriéndose por las nuevas generaciones con relativa asimilación.

El problema que percibo es que las novísimas generaciones tienen el ejemplo maligno y cotidiano de que se puede soplar y sorber a la vez. Una conocida marca de fideos lanza una cuchara que lleva incluido un mango que lo mismo es ergonómico que termocómodo. Tiene la tecnochorradacuchara la facultad de airear el sorbito de sopita calentita que cabe en su cuenco para que la boquita del infante no sufra calores indebidos. El invento es escandalosamente infantiloide pero eso sí, puedes elegir entre cuatro colores.

Otro día lo reservaré para los comentarios de defensa de mi suegra.

Goyo
16-nov-09