Cuando tuve la oportuna suerte de conocer a Alfonso Espadero, (otra vez propuesto para los Grammy de este año por su trabajo en «Despertar«) la cosa de la Música me arropó de lleno; dar por seguro que en mi pueblo trabajaba a gusto un poseedor de un Grammy, me hacía creerme más afortunado. Además se añadía su amistad y abría otras puertas a músicas y músicos que sin duda vendrían.
Así no fue difícil enlazarse con la buena gente de Maggot Brain o con el saber natural de Raimundo Amador y su familia, o con los grupos ilusionados de buenos rokeros que pululan por estos buenos sitios.
La noticia, a la que hay que sumar a Santiago Auserón, ha merecido una contraportada entera de uno de los periódicos regionales, así que pronto nos veremos en otros sitios.
Felicidades por tu tesón, Yenny.
Goyo
09-oct-09
Una banderita también para la Música