El hormigón no se aprecia tanto con la noche y las luces lo iluminan todo; iluminan hasta el cielo y tapan las estrellas; es entonces imposible ver una estrella en una noche quieta y negra de Madrid. Será que se han bajado (¿del cielo a Madrid?, o… es al revés?) pero a mí particularmente las luces me hacen fijarme en la basura, en los contenedores metálicos de escombros, en los depósitos de residuos comerciales, industriales y poco hogareños. Observamos y comentamos y me afirma una compañera que llevo al lado que unos amigos suyos de Tarragona se han montado el mobiliario de una masía rehabilitada dándose vueltas por los contendores de la ciudad. Lo mismo hasta es así, que los madrileños disponen sus sobras para que nos montemos el rollito del reciclaje –comenta–.
Y al instante me vuelve a la memoria el tren entrando en el monstruo y la gigantesca tubería de agua, y otro tren inmenso sacando los restos que por otros caminos han entrado, incluso volando. ¿Dónde se almacena la basura que se recoge? Habiendo tanta repartida por doquier, no recuerdo que ninguno de los cientos de almacenes del camino tenga el rótulo “Almacén de Basura” “Basuras Tecnológicas SA” o algo así. ¿Dónde se guardan los detritus?
Si los cinco o seis millones de personas de la megápolis –siendo moderados– producen una media de un kilo de basura por persona y día, se requiere, a diario, una flota de mil camiones cargados cada uno con seis mil kilos para quitar los residuos urbanos del medio de la urbe. Como la basura no suele enterrarse donde nace, aunque viaje un poquito para airearse, no muy lejos de Madrid se estará almacenado, escondiendo o tratando, ¿no?. El problema radica en hallar cuánto tiempo le queda a Madrid para sepultarse en su propia basura o buscar si no, algún sitio donde guardarla porque, … no la mandarán para acá, ni se venderá, ni se comprará,… ¿ verdad que no?.
¿Cuándo va a nacer el iluminado que denuncie que Madrid no puede seguir creciendo? ¿Cuántas veces habrá que decir que muchas ciudades no deben seguir creciendo más? ¿A cuántos pueblos hay que matar, o dejar morir, para seguir alimentando tanto monstruo?
Cuando regresé de lo que llaman ciudad, mantuve el cuidado para localizar al menos el cartel que te indicase que la dejabas. Tampoco lo encontré… será que es infinita.