Sólo un obispo apoya el vago apunte de Monseñor Blázquez acerca de la posición y postura de la iglesia católica durante la Guerra Civil. El segundo solidario es el obispo de Sevilla, Carlos Amigo y para ello aclara que “las palabras de Blázquez sólo reflejan una opinión y no son algo «programático» para
Eduardo Zaplana, dijo no dar «la más mínima importancia» a las palabras de Blázquez porque, a su juicio, se enmarcan en el discurso «habitual y cotidiano» de la jerarquía eclesiástica.
Esta vez coincido con el señor Zaplana, su lenguaje y el lenguaje de la jerarquía eclesiástica: no tiene la menor importancia, es el lenguaje habitual y cotidiano.
Ya veremos qué dicen de la postura de la iglesia católica después de la Guerra Civil.
Goyo
21-nov-07