Humanos

Buscando para encontrar el autor o autora de la imagen que nuestra asociación (Gaia, Amig@s de la Tierra) desea utilizar con los permisos correspondientes, navego en la red tras los rastros de la Madre que sostiene al planeta. Desemboco en una página que se decora con el reloj-contador que anuncia cómo vamos creciendo en este planeta, que anuncia el ritmo de crecimiento de los humanos: 6.676.732.511 éramos hace un ratito.

Es un contador que te ausenta y te dice algo de lo importate que somos, que no estaría mal tomar como ejemplo para seguir midiendo con humanos las cosas que hacen los humanos; por ejemplo, otro reloj-contador indicativo de los niños que mueren de hambre o de las personas  que fallecen  sin la mínima atención médica.

Ya he visto más de una vez, en la sagrada patena televisiva, que un hombre adulto violenta la caída de un futbolista rival y, el autor de la fullería, levanta los dos brazos como reivindicando inocencia y cara de extraña estupidez. Otros mayores, absortos de aprendizajes miméticos siguen sin saber evitar la incidencia de tan vergonzoso desparpajo. Otros menores –cada vez menos inocentes- demuestran de inmediato la gran farsa a que someten la justificación de sus conductas: “yo no he sido”, “yo no he hecho nada”.

No os asustéis, que para eso viene el colmo: ahora resulta que no nos debemos sentir demasiado preocupados si tras un grandioso encuentro de música rockera, persiste la inmundicia siete días después de celebrado. Jamás se puede despreciar tanto a la música y tanto adorar a los euros que deja su rastro.

No sobra un reloj-contador de idiotas.

 

Goyo

25-abr-08

«Os cravos»…; un día de estos.

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