Tomando a un grupo de niñ@s, que no hayan sido sujetos ni del experimento X ni del XX, facilitándoles un papel blanco, un lápiz negro y un lápiz verde, y diciéndoles que deben dibujar “la casa donde les gustaría vivir”, la totalidad del grupo dibuja al menos un árbol, en la mayoría de las ocasiones mayor que la casa.
Pero hay algo más importante: l@s granujas pintan macetas, enredaderas, césped, arbustos,… incluso hierba que nace en los tejados.
Conclusión: regalemos lápices verdes a l@s arquitect@s, a l@s parlamentari@s que van a discutir la nueva Ley del Suelo (me reservo el de Rafael Estrella), a l@s concejales de Urbanismo, a l@s promotores, a l@s urbanistas…
¿ No os parece entonces loca la idea de que cada casa nueva, cada vivienda nueva requiere al menos un árbol unido a su existencia?
Goyo
13-mar-06
Hoy, el sol de Sevilla se ha plantado en Cáceres-