Leonard Cohen y su «Halleluja» debieron estar en el fondo sonoro del debate.
- A mà lo que me mola es descubrir que la derecha desprovista de sotanas y desarropada de sables presenta un discurso roto y solo para servicio de los adeptos. Debemos ser adeptos después de obedecer a la imaginación, no por mera obediencia de la copia.
- Nos falta mucho barniz reflexivo que quizá se encuentre con mayor facilidad en los razonamientos de los niños.
- Yo no sé si la mano se tiende para ayudar a subir o si se ofrece para ayudar al arrastre; me importa más observar que existe un acto civilizado.
Por eso eché de menos el tono tristón y afectivo de la música de Cohen. Ah! pero lo elevado no se cultiva.
!Aleluya! Comenzamos a conformarnos con garrotazos verbales.
Goyo
26-feb-08