Mi madre me contaba encariñada
y al amor del abrazo,
que el abrigarse en la cama
despertando las mañanas de invierno
asegura el día sano.
La lana dulce en calor
me aprisiona en vagancia
y las palabras maternas
me alejan de la guerra.
Así no hace falta calor.
¡ Hijo mío !
Cuánto sufrieron los hombres hechos y derechos …!
Estudia, trabaja, atiende,…
que no vuelvan los tiempos del miedo a la vista,
que ya tenemos bastante con la muerte.
Así no hace falta calor.
Madre, …
hoy he visto a un hombre boca abajo
desnudo y descolgado.
Parece que no puede decir nada
porque se ahoga de sufrir.
Está desnudo, madre,…
Otro hombre que también tiene madre
le ha quitado las sábanas y la postura,
y lo dejan yacer sin morir.
Así no hace falta morir.
Goyo
24-feb-06