Lo digo porque sigo sin percibir claridad; si hace unos cincuenta días hubieseis escuchado -como yo- lo que algun@s compañer@s me soplaban a la oreja, comprenderéis por qué sigo confuso. Había otros que lo tenían muy claro, lo que servirá para aumentar mi consideración.
Lo peor del caso es que aún comprendiéndome, eso no sirve un carajo para entender la falacia de la economía instalada por la ingeniería financiera de los noventa.
Ya se sabe que el mundo de las finanzas es indestructible; y que el mundo de los ingenios tiene dos caras: la cara A, que es la más grande, hace alusión a todo y cualquier tipo de edificación monetaria, bancaria, empresarial,…que engalane a la avaricia. La cara B se refiere a las técnicas fundadas en las leyes de la Física y la Mecánica; es eso de los notables diseñadores de “puertos, caminos y canales”. La confusión se instala construyendo puertos, caminos y canales para la buena circulación de la usura.
Alguna corriente economista, como queriendo asentar “El Mercado” a la física de Newton, se encuentra ahora sin saber/poder dar una explicación inteligente de lo que sucede en las bolsas de los bancos; imaginaos lo que podrán explicar de las bolsas de nuestros pantalones. Eso sí, conoceremos bien pronto explicaciones muy astutas,… incluso austeras.
Perdonad que siempre viva cerca de la paradoja: hay personas que me conocen por un cierto predicamento en favor de la austeridad de los recursos energéticos y alimentarios.
Me parece que voy a ir cambiando de opinión, es posible que a partir de ahora me incline por airear el derroche de ideas de cualquiera que esté al margen de los banqueros y de los economistas.
(La foto la he puesto en azul, porque en negro no se ve como muy bien. La parte blanquecina superior es lo que nos muestran; …es que si no lo explico lo mismo hay economistas que no entienden lo del hielo)
Goyo
16-sep-08