No es mi tÃtulo, es lo que aparece en la gorra visera de uno de los agentes de la PolicÃa Local de la ciudad de Cáceres. La foto no parece trucada. La foto constituye portada del Extremadura del pasado martes 07-08-07 y sirve para dar lustre a la que parece ser decisión inmediata del Consistorio: limitar la velocidad de los vehÃculos que circulan por la Ronda Norte.
La Ronda Norte es como el primer arco de la gran circunferencia que requiere ya cualquier ciudad que aspira a tener una regulación algo sensata y ajustada a las prisas de nuestras máquinas. Esta vÃa tiene además el acierto de enriquecerse con dos larguÃsimas procesiones de árboles bien atendidos, que invitan al peatón al sano paseo de bicicleta, chándall o chucho; me atrevo a calificar el diseño de ingenio, que es lo propio de los ingenieros.
Tan amplia y generosa se presenta la potencialidad de comunicación que hay gente que entiendo entonces lógico que su coche circule a velocidades no muy compatibles con pasos de peatones, semáforos, rotondas,… y Código de Circulación.
Claro está, esta vÃa de doble carril en ambos sentidos es, -según mis primeras pesquisas- una «vÃa urbana» y como tal, las norma especifican que no se debe sobrepasar la velocidad de 50 Km/h. Y esto mismo se anuncia, se enseña, se trasmite y se aprende en las autoescuelas y en las escuelas preocupadas por la Educación Vial.
Otra realidad no escolar permite que la velocidad de uso sea la de 80 Km/h (o más) que sigue siendo escasilla para los atletas del volante, y que por eso nace la preocupación del anuncio del cinemómetro que va a servir durante una semana para detectar infractores y enviarles una primera advertencia y recordatorio.
El problema que percibo es cómo se las compone el cuerpo policial para ir pregonando por los colegios que en ninguna vÃa urbana se debe superar la velocidad de 50 Km/h y anunciar también a la prensa que se sancionará a los que superen la velocidad de 80 Km/h.
Una solución que pudiera remediar esta especie de trastorno bipolar estarÃa en hacer los ajustes normativos para que estos casos excepcionales fuesen también contemplados por el Código de Circulación; pero me temo que los responsables de los vivos que aún seguimos traficando, siguen anunciando moderación.
Y, en cualquier caso, también debiera esperarse de la ciudadanÃa que de las leyes hagan costumbres.
Es que si no, va a tener razón la gorra.
Goyo
11-ago-07