Por muchas ochenta y dos veces que dicen que la Tierra ha dado la vuelta al Sol desde que Joseph Ratzinger vino a habitarla, el cárdeno ascendido a níveo, no se ha puesto al día a la hora de manejar el tipo de mensajes que de ordinario usan los terrícolas que en la actualidad la habitan. No voy a defender yo la cabellada la idea de que la Curia se apunte al Tuenti para actualizarse; pero un mínimo de rigor lingüístico y de ejercicio de intención racionalista debiera impregnar sus correos; sobremanera, los mensajes dirigidos al orbe y a la urbis, elementos cada vez más “des-orbitados” de los círculos católicos -recordando que católico significa lo mismo que universal-.
Benedicto XVI, que celebra también su cuarto cumpleaños dentro de tres días, nos anuncia lo que por rutinario ya comienza a ser desconocido, anodino y falto de interés: que lo de la resurrección de Jesucristo fue un acontecimiento real. ¿No hay otra forma más inteligente de evangelizar, o de seguir evangelizando?
No debiéramos sospechar que estas arcaicas composturas se deban más bien a que aún se siga creyendo el pontífice que, en realidad, son 29.930 vueltas las que ha dado alrededor del Sol por eso de que es la Tierra la que sigue mareando día tras día.
Goyo
16-abr-09