Auqella vez, hace como diez largos años, hube de preparar ideas para hablarle a nuestro pueblo hermano portugués -Nisa– sobre la problemática del agua según mis puntos de vista, que suelen ser bastante suspensivos. Allí estaban gloriosas empresas del agua potable portuguesa.
Allí fue -si es que alguien más lo recogió- donde aporté los datos para afirmar que, de seguir con el nivel de uso del agua potabilizada, antes del 2050 se conocería un conflicto bélico de ámbito mundial. Sigo pensando con la misma terquedad pero con mayor ahorro de tiempo: ahora ya creo que por esa fecha se habrá acabado.
Sobre lo que a mí me revuelve el agua, tiene poco que ver con el aparejo mediático que ha sabido componer en nuestra tierra y en nuestros días el extraño Pepé extremeño; partido político que el 29 de marzo mostraba sus parabienes con el partido gobernante en Extremadura acerca de la posible y recomendable modificación de la Carta Mínima de Extremadura que en nuestros días se llama Estatuto -lo Magno deberíamos reservarlo al menos para Europa-.
El futuro Estatuto de Extremadura parece ser la cuartaesencia de algunos personajes políticos a pesar de consituir la escasaesencia del personajillo de la calle de al lado. Culpa tendremos todos aunque menos el personajillo.
Bien, el caso es que la aparente cordialidad política de los partidos representados en la Asamblea de Extremadura, se rompe cuando el 30 de marzo alumbra el ambiente el requerimiento del PP de que “hay que aclarar el tema del agua”; que “eso de Valdecañas” hay que hablarlo y fijarlo, porque es un irresponsable el señor Vara “cuando ofrece el agua a los murcianos” sin haber contado antes con los regantes extremeños y las cuarenta y tres cosas más que nacen y se proclaman con el nuevo sistema de esa nueva crítica de la razón pura. Porque, pasándole la pregunta a la ciudadanía, … ¿cómo no vamos a estar de acuerdo que el tema del agua es cosa importante?, ¿ qué creen que dirá un regante vecino de mi admirado paisano tomatero?, ¿qué opinarán los olivareros y vinateros que han descubierto las bondades del riego por goteo?.. y así muchas otras preguntas que la la mente bien hecha no necesita hacerse.
Yo lo que creo es que el Partido Popular, ha diseñado un proyecto para hacerse ver trajeado, importante, con empaque,…interesado y experto en problemas diversos y cuerdos. Y el caso es que el Partido Socialista , a pesar de percibir el cinismo de la maniobra, se ve obligado a reconocer lo obvio, lo que con anterioridad está regulado por leyes estatales o por la mera y pura Razón Práctica.
Pero, ¿acaso no es más importante el aire que el agua? Uno apenas puede sobrevivir tras dos minutos sin respirar aire nuevo; y otros muchos nos tienen demostrado que pueden seguir coleando tras semanas enteras sin probar un vaso de agua. Hasta hay un refrán que lo atestigua y que convendría incluirlo en el próximo texto estatutario: Si el agua daña los caminos… ¿qué no hará en los intestinos?. ¡ O es que acaso los intestinos extremeños no son importantes?
Así es que yo me atrevo a apuntarle al señor Monago que articule, antes del día 23, otra necesidad de diálogo bajo el epígrafe del “aire de Extremadura”; porque ¿acaso los grupos ecologistas no van a apoyar semejante condición vital y oriunda de estas tierras?. ¿No es verdad que nuestros aires limpios figuran en la letra del himno que los niños aprenden y los mayores tararean?. ¿Acaso no tenemos incluso reservas de la Biosfera proclamadas por las más reverenciadas instituciones internacionales?. ¿Por qué no ha de figurar el aire en el Estatuto?
Si este argumentario le parece corto al Partido Popular o a sus dirigentes, pueden probar con el concepto “tierra”; pues desde aquí al 23 abril, tienen tiempo sobrado para reabrir otro elemento de “diálogo”. ¿ No es acaso el suelo y la tierra el elemento desde donde se planifica el urbanismo, se asienta la industria, se ejercita lo agropecuario,…? Ya incluso allí, en el campo, se instalan los molinillos, se fijan placas solares y se recogen las aguas esas a las que hay que someterlas para ese estudio técnico. ¿No es y será importante entonces el suelo de Extremadura?
Lo que busca el Partido Popular con este planteamiento tan aparentemente lógico como retorcidamente perverso, es “figurar”, “buscar la foto”, “hacer el peperipé”, y diseñar con buena orquestación la molestia democrática que nubla ilusiones, cabrea al personal y provoca aburrimiento en la ciiudadanía que está esperando otras respuestas bastantes diferentes a estas originalidades.
Pero, entre ese grupo de políticos socialistas, sustentado por más votos que los que tuvo el anterior equipo dirigido por Ibarra, ¿no hay un mirlo negro que averguence estas maniobras?. ¿Quién o qué somete al grupo gobernante al desacierto de sentirse débil antes este tipo de chantajes? . ¿Qué falta para que un buen parlamentario, un excelso y correcto político, alce la voz para aconsejar el sentimiento figurado de que alguien debiera irse al sitio por donde la corrección es incapaz de recordar?
Goyo
17-abri-09