Amor y mentiras en Gaza

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Según lo escrito, había pasado que Roma Radziki -cristiana- entregó a diario una manzana a Herman Rosenblat -judío- durante unos siete meses, a través de una valla. Ese niño oculto, sólo mostraba como recuerdo fiel unos pies calzados con trapos.

Dice también lo escrito que el azar en New York –que es otro azar- encontró calzados, vestidos y cupidos a la pareja en madurez, favoreciendo el escrito el amor, la boda, el libro y la película “Angel at the face” que dicen que se llama, que se iba a estrenar en febrero -el catorce-, para que el Holocausto sirviese para arrejuntar corazones.

Dicen que es una mentira.No tengo ganas de sacar de la lista de los trescientos cincuenta muertos de Gaza, el nombre de una adolescente y el de un adolescente que, evadiendo vigilancias maternas y paternas, se encontraron en la pared sur y oscura del edificio de la Policía de Hamás para acariciarse con el ardor debido a la autoridad de sus cuerpos. Aseguran las noticias que un misil sirvió para destrozar edificio, residentes y aledaños.

 

Es otra historia de amor mentida y falsa; pero igualmente posible y triste.

 

Que venga el nueve, que el ocho se va joputa.

 

Goyo, 31 de diciembre de 2008. 

Este post no aspira a tener 365 palabras, ni a que mi blog sea el mejó nacional.

 

Se lo dedico expresamente a

Jacinto Lajas, pacífico manchego.

Cristina Buesas, niña siempre creciendo.

Fernando Berlín, enamorado cubano.

Alfonso Gil, vasco del amplio valle.

Ricardo J. Royo, rojo sensible.

Francisco Romero, izquierdoso con afición

Luis Solana, madurez indiscutida.

Francisco Escobar, amante de zapatazos

César Calderón, revoltoso entrañable.

Pau Llop, pecho grande.

José Rodríguez, el de la barba en flor.

San Tiago, mi hermano admirado.

Chiqui de la Fuente, capataz de la alegría.

Carlos Guadián, entrañable serenidad.

Fátima Ramírez, curiosa grácil del ánimo.

Lluis Basset, recién venido. Ocasión para un abrazo. Recíbelo.

Manolo Saco, cada post, dos lecciones: idea y cultura.

Rosa Jiménez, de tal padre, tal madera.

Javier Mesonero, le debo más de una caña

Marc Vidal, mi entrañable economista.

Lidia Fernández, le debo un rato de parlachineo.

Ruth Carrasco, alegre feminidad.

Jessica Fillol, por estar -y seguir- recién casada.

Manuel Almeida, porque sigue mejorando.

Alberto Ortiz, para paliar su tristeza.

Ana Concejo, porque seguirá valiendo más.

Loretahur, mi reverenciada vasca.

Ozeluí Prieto, al que menos me cuesta querer.

Carmen Sánchez Carazo, mi adorable médica.

Marta Pastor, la ingeniera radiofónica.

Eduard Punset, lo que me gustaría ser de mayor.

José Antonio Donaire, lo que me gustaría ser ahora.

Lourdes Muñoz, mi amable y rústica dona.

Fernando Jáuregui, para que siga indagando.

Rafael Estrella, que disfruta del verano austral.

Dani Vázquez, que me sigue gustando Chile, Dani !.

Edu Madina, qué le voy a hacer si te tengo envidia !

Sebas Lorenzo, nos ensancha y nos alarga.

César Ramos, para que siga profundizando.

Jordi Sevilla, para que sonría como en Cáceres.

Joaquín Leguina, al que le debo una botella de mi vino.

Javier Celaya, otro con el que tengo que hablar de compañeros.

Miquel Iceta, otro catalán que tengo que conocer de cerca.

David Plaza, no tan acerados los pétalos.

Pablo Pando, gracias por la foto tan entrañable con Patxi López.

Pablo Solana, por su garantía de amistad lúcida y desprendida.

Egócrata, para que no cierres ni se “exodes”.

Jesús Pérez, para que nos siga informando de fragatas.

Óscar Sanz, también ésta es mi casa.

Carlos Hidalgo, no te quedes en el feliz episodio de “la niña”

Ramón Espinar, para seguir a tus encomiendas, hermano Presidente.

José Antonio Martínez Soler; tú me dijiste: “Goyo,… las palabras !”

 

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