Parece que la condición de buen millonario (así piensan algunos franceses) conlleva en nuestros días reconocer la necesidad de subir la aportación fiscal de las fortunas inoxidables; incluso está bien visto por las fortunas orinientas.
Sin embargo, en varios y complejos ámbitos he defendido la posibilidad de que la gente que vive en las ciudades y percibe buenos y abundantes servicios,(ciudadanitas) deberían someterse a una especie de tasa que recabase fondos para dotar de iguales servicios a la gente del mundo de los pueblos (ruralitas). Esta propuesta la ven netamente rechazable los primeros, a la vez que los segundos prefieren seguir callados.
¿Qué pensarán los franceses de esta tontería?
Goyo
12-sep-11