Una cárcel

 

Prisión

 

Sin necesidad de pasar ninguna encuesta, Stephen Hawking sigue afirmando que no es necesario dios ninguno para explicar el Universo. Quizá sea menos conocida mi particular sospecha que utilizo para explicarme que la maldad humana no requiere de ningún Satán para que se ejecute. Podemos ser malos hasta sin tener ganas; y pienso que muchas de nuestras bondades semejan a los elogios y aplausos que reciben los concursantes de esos programas televisivos.

 

En estas fechas, con la misma fuerza satánica que los números oficiales dicen que el porcentaje de parados sigue subiendo y el número de empleos sigue bajando, el señor ministro del ramo afirma de manera celestial que se está creando empleo a la vez que comienzan a subir los salarios y a bajar los impuestos. En esta lucha entre el Bien y el Mal, nadie se atreve a declararse partidario de uno u otro oponente. En general, la diversa gente está tan harta de los Buenos como de los Malos y esta conclusión se acerca cada día más a la certeza absoluta, principio de raciocinio del que siempre he huido.

 

Pues esta semana, se me presenta la duda de manera nítida, tan clara, que si de mí dependiese la posible solución, no tendría fuerza para declarar abiertamente la puerta de salida. Resulta que Ángel Robles fue detenido el miércoles por quebrantar la orden de alejamiento de un supermercado. El juez había decretado que don Ángel no debía acercarse al súper por riesgo claro de hurto, robo, rapiña,…que le dé de comer porque trabajo no tiene y, como consecuencia, dinero también le falta. Y a tal extremo de satanismo social se acerca el caso, que el jueves pidió al juez que lo ingresaran en prisión, por ser ésta la única manera de poder subsistir al faltarle trabajo, casa y dinero. En la cárcel, ya saben, se puede comer y dormir.

 

Evidente nuestra justa Justicia, pese a los antecedentes delictivos, dejó libre a don Ángel no sin antes condenarle a pagar una multa por un delito de quebrantamiento, que como el condenado no tiene dinero quizá sirva para que el juez decrete prisión por corto tiempo y quede sin contentar el delincuente porque lo que quiere es entrar en la cárcel por el periodo de un año.

 

A usted le corresponde decidir quién en este caso ejerce de Satanás, y quién de Ángel de la Guarda.

Goyo

09-oct-14