La Tierra y el Viento

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Yo envidio a la buena gente que, para hablar profundo, se acompaña de metáforas; de la misma manera llevo dicho algunas veces que -además de cantantes o músicos- los mítines de los partidos políticos deberían engalanarse con mensajes poéticos, con poemas leídos o recitados. Aunque esto último requiera tener al lado un buen poste donde agarrarse para evitar el mareo que en algunos casos produjese. En fin, que a mí me gusta la metáfora danesa de ZP: la Tierra es del Viento.

Y no la voy a explicar.(Tampoco voy a explicar que lo del tomate sevillano del señor Rajoy porque hoy no toca hablar de tontás.)

Mira que se habrá dicho veces eso de que «tus ojos iluminan la noche estrellada»… y siempre encontraremos a una persona sensible que alimente su ánimo al oído de cosas parecidas; por eso hay que seguir diciendo que la Tierra es del Viento y no del Banco Santander … que ni siquiera es dueño de las verdes tierras cántabras.

El Viento,… que en forma de chicha, brisa o vendaval nos informa del estado del aire. El Aire, aún sin dueño declarado en solemnidad, infecto y ennegrecido a golpes de lo que algunos dicen que es progreso y desarrollo. El Aire, que aún soporta el otro extremo de los ecologetas, …contemplo desde la ventana los nulos efectos del aire quieto, del viento administrando sosiego en la mañana nublada… al alrededor de mis preocupaciones, giran amigas y conocidos invadidos por el paro. Tan sólo un 8% de la población caída en añadida desgracia laboral, provoca la intranquilidad de un 80%.

Si la especie humana es incapaz de compartir trabajo y salario, deberemos desconfiar en la capacidad de equilibrar el infortunio haitiano con la potra ibérica. Por cierto, y hablando de bestias, cuando los mulos salen falsos, las coces se las llevan quienes están cerca, no los falsarios.

Tocan aún algunos meses de aires incontrolados, de vientos fabricados por falsedades. Ahora resulta que los financieros, los banqueros y los acaudalados empresarios son los que más coces han recibido y requieren más mimos. En esta revoltina, se embarulla el colectivo obrero simplón con el colectivo empresario de dos al cuarto, como si no hubiese obreros malbienpagados y empresas nobles por chiquititas. Todo quieren presentárnoslo como descontrolado.

Salvo los controladores aéreos, que son los amos de algunas turbulencias y ganan dinero suficiente para comprarse poemas y tierras.

Goyo
18-ene-10

En su día, regalé dos pins de la Bandera Medioambiental al señor Presidente, hoy le pongo una banderita.

Bande