Me he venido al campo a escribir, por si así mejor contemplo la duda agrícola. Los racimos ya han decidido que uvas serán y qué florecillas han de caer aunque sea encima del teclado. Hay dos gorjeos distintivos de los gorriones; los de la nueva generación y los otros. Los dos olivos de ahí al lado parecen primos de la parra: tienen la muestra abundante y mezclada en flores. Las lechugas, cuconas. Los pínzoles, para simiente. El abeto dejando agujas,…
La primera duda que puede tener un agricultor es conspiscúcea. Los periódicos afirman que la UE seguirá dando fuertes ayudas al campo más allá del 2013 y la señora ministra nuestra reconoce que aún no se sabe el presupuesto de la Política Agraria Comunitaria. Como ahora toca dar donde sea, ya ha habido expertos en exigir la dimisión de doña Elena por tal grado de ignorancia, que para quedar new progre, hay que calificarla de “supina”, aunque el catedrático -o catedrática- de crítica haya olvidado de dónde coño viene eso de “supina”.
Bruselas -que debe ser muy estudiosa- dicen que estudia crear un seguro que garantice una renta mínima al agricultor. Quizá pensando en otras cosas, los agricultores han protestado derramando “aceitunas y vino” los dos frutos más cultos de nuestros campos. Protestan para que haya precios justos, que a la fama que pasean hoy las señoras Economía y Justicia, dudo yo que se avengan; ya me dirán ustedes lo que entre ellas podrá haber.
Y luego percibo que están paseando al nuevo patrón, que se llama Dacian Ciolos, que debe haber producido ya algún milagro porque había pancartas que rezaban casi la misma adoración que decora a cualquier billete norteamericano. El señor Ciolos es rumano; su historial académico y político sirve muy bien para colocarlo en cualquier altar chiquito, quizá no tan adorado como los miles de rumanos que cultivan en silencio muchos de nuestros campos con salarios callados.
Y esa es mi duda, si no cambiaremos al pensamiento de la cabra, la trompeta y la escalera.
La tarde es calurosa, el aire no está acondicionado y las hormigas no conocen descanso.
Goyo
07-jun-10
Una banderita para los campesinos.