Que sepamos quién manda

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Nada mejor que acudir a la reciente historia para asegurarnos dónde se ubica la autoridad de las cosas.

Por ejemplo, recordemos ligeramente lo de Haití. Ahora lo de Chile. Recién lo de Turquía. Pasemos a las inundaciones francesas, después a las andaluzas, luego a las nieves catalanas,… y todo apunta a que los pobres y ricos dirigentes no saben donde refugiarse de tanta calamidad popular. El pueblo sufridor de las calamidades ya no implora compungido a los dioses poderosos, ni pide clemencia al santoral protector; exige Justicia al «politicucho» que ni sabe prever, ni acierta a corregir, ni encuentra medios paliativos.

Aquí quien manda es un bipartidismo ideológico pendular e inaccesible: un bando impone sus esencias a través de lo desconocido, que ahora tiene el medio nombre de «Medio Ambiente». La otra mitad del poderío, descansa en las ilusiones y los cabreos de la parte de la población insatisfecha que busca nuevos dioses.

Así que la buena gente dispuesta a servir de cálidos remedios -los políticos- no reciben sino improperios, acusaciones viciadas y sugerencias de desánimo. Tampoco hay respuesta emocional de dirigentes que echen la bronca al populacho. Entre todos, y los miedos que nos tenemos, cultivamos una libertad atormentada de temores y ridículos que nos hacen caer en una democracia ridícula. Está muy mal visto recordar a la clientela que los ciclones escapan a los procesos electorales y que el margen de policía de los arroyos siempre lleva las escrituras bajo el brazo y no debe edificarse en suelo ajeno.

Como prueba y muestra de lo que opino, se presenta un senador castellano de Zamora, solicita que la «Ministra Medio Ambiente» -así figura en la noticia- resuelva el misterio ocurrido el pasado día 27 de febrero, cuando del río Órbigo en la localidad leonesa de Cebrones del Río, antes de la confluencia con el Tera y el Eria, tuvo una punta máxima de 885 metros cúbicos por segundo, «cuando el máximo histórico en este punto había sido de 588 metros por segundo en el año 2000».

Trataré de conocer la respuesta a tan cuidada cuestión, que por lo que parece, hasta los números (885/588) se apuntan al pitorreo.

También están los de las manos limpias; pero eso es cante popular del lindo, que no quiero hacer más el ridi.

Goyo
09-mar-10

Una banderita para los que sufren de cabreo.
Bande

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